Contra la Generalitat

El presidente del Port de Barcelona alerta de que el impuesto ambiental a los cruceros provocará "deslocalizaciones"

Lluís Salvadó anuncia que presentarán alegaciones a la tasa de la Generalitat por las emisiones portuarias por el perjuicio que les generará

Un gigantesco crucero en el puerto de Barcelona

Un gigantesco crucero en el puerto de Barcelona / El Periódico

Cristina Buesa

Cristina Buesa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, ha alertado este martes de que el impuesto sobre las emisiones portuarias de grandes barcos que prepara la Generalitat puede provocar la "deslocalización" de escalas de cruceros que optarían por ir a otros puertos donde no tengan que pagar. Salvadó ha avisado de que la creación de este impuesto, que afecta a todos los buques, podría provocar que la carga se traslade a las carreteras, cuando precisamente los esfuerzos se están concentrando en que las mercancías se transporten por vía ferroviaria o ferromarítima.

El responsable del puerto, que ha hecho estas afirmaciones el día que se presentaban los resultados del 2022, ha asegurado que pretende "integrar" todas las sensibilidades y que el negocio de los cruceros tenga un desarrollo sostenible y una buena percepción por parte de la ciudadanía, a la vez que se apueste por la competitividad de la infraestructura.

Tarragona también alegará

El Port de Barcelona presentará alegaciones a la tasa ambiental de la Generalitat, que se cierran el próximo día 17, con la voluntad que se sea "conciliable" con la competitividad de los puertos catalanes. También ha adelantado que el Port de Tarragona alegará igualmente.

"Estamos comprometidos desde el 2018 con inversiones importantísimas con combustibles más limpios y el traslado de los cruceros al Moll Adossat para alejar las emisiones de la ciudadanía", ha recordado Salvadó en defensa de los cruceros y ha asegurado que se han invertido "centenares de millones de euros para reducir las inmisiones y también las emisiones".

El Govern trabaja desde 2021 en un impuesto a grandes embarcaciones que hacen escala en el Port de Barcelona, un instrumento que ya estaba previsto en la Ley de Cambio Climático aprobada en el Parlament en 2017.

A pesar de los esfuerzos de numerosas navieras para hacer sus buques cada vez menos contaminantes, la alcaldesa Ada Colau ha reiterado en numerosas ocasiones su oposición al crecimiento de los cruceros en la ciudad. La 'consellera' de Acció Climàtica, Teresa Jordà, le respondió en verano que ya se trabajaba en cómo gravar estas estancias.