Torrons Vicens bate su marca precovid y prevé facturar este año más de 60 millones de euros

El camino de recuperación que empezó Torrons Vicens cuando el año pasado el turismo empezó a circular casi con normalidad, ha llegado a buen puerto: la turronera de Agramunt (Lleida) ya ingresa más que antes del covid y espera terminar el año con una facturación un 30% mayor a la de entonces. La compañía prevé cerrar 2022 con un volumen de negocio de 65 millones de euros, lo que además supone un 70% más que en 2021.

Lo hará con importantes planes de expansión sobre la mesa: triplicar el espacio que ocupan los almendros de donde sacan parte de la materia prima para elaborar el turrón, abrir tiendas en Andalucía, Catalunya y el País Vasco, reforzar la exportación, y aterrizar en EEUU. "Se trata de encontrar un socio adecuado allí, no un socio financiero, sino alguien que entienda del negocio y que pueda desarrollarlo en Estados Unidos", explica el actual propietario de Torrons Vicens, Àngel Velasco Herrero. Este empresario, que hasta mitad de este año estaba esencialmente a cargo de las ventas y el márketing del grupo, acaba de quedarse al mando de esta compañía familiar tras el fallecimiento de su padre este verano.

Fallece el empresario Àngel Velasco, propietario de Torrons Vicens

"Era una bicefalia, íbamos los dos a una", cuenta Velasco. Lo único que cambia ahora es que él pasará a encargarse también de las tareas de producción e innovación, que eran más cosa de su padre, pero en cuanto al resto, "la única diferencia es que antes subía a Agramunt dos veces por semana y ahora subo cinco". "Es mucha responsabilidad, pero se que estoy capacitado para llevar la empresa hacia adelante: la conozco bien, es mi casa", explica este empresario.

El plan, en cualquier caso, parece claro: mantener la senda que les ha llevado a crecer año a año de 30% en 30%. "Cuando compramos Torrons Vicens en el 2000 yo ya estaba en el sector de la alimentación y los chocolates y no les conocía, ni siquiera sabía que en Agramunt se hicieran turrones", cuenta Velasco. "Poco a poco, con innovación, hemos transformado el sector del turrón", asegura uno de los responsables de que Torrons Vicens venda este año un turrón de Donut. La clave, dice, ha sido convertirse en "los artesanos del supermercado" y competir desde allí con la pastelería.

Así, si hace exactamente 22 años su familia compraba una turronera de medio millón de euros de facturación y 8 empleados, este año gestiona ya un volumen de 60 millones de euros y una plantilla de 400 trabajadores.

Una campaña de Navidad asegurada

Y, por lo menos por ahora, no temen ningún giro de guion, ni siquiera dada la situación económica actual. Primero porque si todo el año ha ido bien, no hay nada que les haga pensar que la campaña de Navidad irá mal. Después, porque el precio del turrón subirá según él, como mucho, un 6%, "nada que pueda desincentivar gravemente la compra". Por último, porque el comportamiento en general de la gente no le parece señal de hundimiento del consumo. En cualquier caso, él cuenta con el poder del turrón y la Navidad. "En Navidad la gente hace esfuerzos: en años de crisis los turrones siempre han crecido", concluye.