Niño Becerra sabe cómo frenar la inflación: "Mal. Muy mal"

El economista Santiago Niño Becerra se convirtió en uno de los más populares en España por sus heterodoxas sentencias sobre la crisis financiera que nos azotó desde 2008. Ahora no cesa en su empeño de aclarar todas las derivadas de la guerra de Ucrania en el crecimiento económico, el consumo, el paro y otros grandes desafíos económicos de la sociedad contemporánea. El último problema sobre el que se ha pronunciado es la inflación.

Niño Becerra ha colgado recientemente un hilo en Twitter en el que se desmarca de la fórmula actual contra la inflación, centrada en los aumentos de los tipos de interés. "Siguen los avisos sobre nuevos aumentos de tipos de interés, cuando ESTA inflación, la que estamos padeciendo es una inflación de oferta, NO se arregla con aumentos de tipos, lo que pasa es que lo que habría que hacer para frenarla es más complejo y tiene 'efectos políticos'", arranca el economista.

A partir de aquí Niño Becerra desgrana su fórmula contra la escalada del IPC: "El precio del MWh tiene que bajar, y modificar el sistema de cálculo de su precio ayudaría muchísimo. El precio del petróleo tiene que bajar, y constituir centrales internacionales de compra del mismo modo que existen cárteles de venta también ayudaría. Tiene que descender el consumo de ciertos bienes; para eso sería fundamental instaurar impuestos progresivos sobre el lujo en función del valor".

Y continúa: "Tendría que analizarse con lupa la eficiencia de cada céntimo de gasto público a TODOS los niveles. Habría que ayudar a las personas y a los colectivos vulnerables. Por ello pienso que es absurda la rebaja tipo café-para-todos de los 20 céntimos en el precio del litro de combustible o en el IVA de la electricidad. Lo que no tiene efectos inmediatos, que es lo necesario, es aumentar los tipos de interés."

Pesimismo

Y acaba con su proverbial visión pesimista sobre los problemas A" largo plazo los precios bajarán porque la economía se irá deteniendo, pero a costa de dramas sin cuento evitables y de aumentos de gasto público que harán crecer la deuda, que luego habría que reducir a costa de más dramas. MAL. MUY MAL."