Protestas en la carretera

Las patronales se desmarcan en bloque del paro indefinido de transportistas

Cetm, Fenadismer y Astic avanzan que no secundarán las protestas y dejan aislada a la Plataforma

Transportistas secundando el paro indefinido

Transportistas secundando el paro indefinido

Gabriel Ubieto

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Las principales organizaciones patronales se han desmarcado del paro indefinido de transportistas convocado a partir de este domingo. Así lo han anunciado entidades como Cetm, Fenadismer y Astic, las tres con mayor representatividad en el gremio del transporte por carretera, que consideran que no existen motivos suficientes para secundar una movilización contra el Gobierno. Fuentes consultadas de Fenadismer, entidad que sí participó en el anterior paro de marzo que consiguió paralizar logísticamente algunas regiones de España, alegan que las condiciones actuales son distintas y añaden que las medidas aprobadas por el Ejecutivo para amortiguar el incremento del coste de los carburantes están surtiendo efecto.

La Plataforma en Defensa del Transporte se queda así aislada en su nuevo convocatoria de paros y el éxito de los mismos dependerá exclusivamente de su capacidad movilizadora. Ya el marzo pasado, cuando consiguió tensar las cadenas de suministros durante 20 jornadas consecutivas, empezó sola sus movilizaciones, si bien posteriormente consiguió arrastrar a las protestas a algunas organizaciones. Fenadismer, la segunda con mayor representatividad en el sector, fue una de ellas. Sus socios han sido citados este miércoles de urgencia para posicionarse, más fuentes consultadas de la entidad anticipan que la dirección abogará por no secundar los paros.

La primera organización del sector, Cetm, no ha tardado más de una hora desde el anuncio público de la Plataforma para marcar tierra de por medio. "Con los precios de la cesta de la compra y la energía disparados, un paro en el transporte no va a hacer más que empeorar esto", han afirmado en un comunicado. Cetm fue la principal valedora de los acuerdos con el Ministerio de Transporte, en los que lograron la prohibición de que fuera el conductor del vehículo quien tuviera que realizar la carga y descarga del vehículo, la revisión obligatoria del precio del transporte en caso de variación del precio del combustible o las rebajas de 20 céntimos/litro de combustible, entre otros. Sobre esta última medida, la ministra Raquel Sánchez ha avanzado este mismo lunes que el Gobierno está "a punto" de anunciar si prorroga o no dicha ayuda y que lo dará a conocer "en unas semanas". "Lo anunciaremos en breve", ha señalado la ministra.

"Los cambios legislativos que se han materializado en los últimos años van en la buena dirección", han coincidido desde la patronal Astic, la tercera en representación. El conjunto de las organozaciones, bajo el paraguas del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) ha emitido un comunicado en el que manifiesta que "sigue apostando por la negociación con el Gobierno como el único camino válido para lograr avances" y que "un paro indefinido no es la solución".

La Plataforma, que carece de representación en los órganos de interlocución compartidos con el Gobierno, pretende repetir un escenario como el de marzo, pues considera que la legislación aprobada no garantizar su principal reivindicación en aquel entonces: prohibir trabajar a pérdidas. El encarecimiento de los carburantes ha apretado los márgenes de los pequeños transportistas, que en un sector con un alto grado de subcontratación son los más perjudicados. Y son a los que apelan los convocantes de los paros.

"Problema de Estado"

Hace seis meses lograron tener un impacto contundente en el centro y noroeste del país, centrando sus protestas y piquetes en las zonas portuarias y en los mercados mayoristas de las grandes ciudades. La asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc llegó a calificar sus efectos como un "problema de Estado" y la CEOE consideró que representaba una "amenaza" de "una gran crisis económica y social". A su favor jugó el papel de organizaciones y gremios de pescadores, que también gravemente afectados por las altas temperaturas y el encarecimiento del combustible no salieron a faenar y desproveyeron a muchas lonjas. En Catalunya, no obstante, el impacto fue moderado al principio y con incidencia decreciente a medida que avanzaban las jornadas de protestas.

En esta ocasión los transportistas en pie de guerra pretenden aprovechar el potencial impacto que pueda tener sus protestas con los preparativos del Black Friday (25 de noviembre) y con los prolegómenos de las fiestas navideñas, momentos de especial actividad comercial y trasiego de mercancías. De momento para esa primera fecha, el Black Friday, coincidirán con los paros convocados por la CGT en Correos.