Jornada de huelga en Francia: ¿qué está pasando en el país vecino?

Francia está viviendo desde el final de septiembre una ola de movilizaciones en protesta por el alza del coste de la vida debido a la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. Este martes tiene lugar la segunda huelga intersectorial para exigir aumentos de salarios que compensen el alza de la inflación.

El primer paro tuvo lugar el pasado 26 de septiembre, día que arrancó un paro en buena parte de las refinerías y muchos depósitos de carburante del país que ha provocado problemas de abastecimiento en muchas gasolineras.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, anunció el 11 de octubre la requisición de depósitos de combustible de la multinacional estadounidense Esso Exon mobil. A partir del día siguiente, el Gobierno francés obligó a trabajar a operadores, bajo la amenaza de penas judiciales, del depósito de Port-Jérôme Gravenchon en Normandía (oeste de Francia). Una semana después de haber dicho que "no había problemas de escasez", el Ejecutivo de Emmanuel Macron actúa con mano de hierro para romper la multitudinaria huelga que dejó sin combustible a las gasolineras del norte del país.

1. ¿Cuál es la situación actual?

Francia celebra este martes una jornada de huelga intersectorial, especialmente visible en el del transporte, para reclamar una alza salarial que compense la subida de la inflación y denunciar la respuesta del gobierno al paro que viven las refinerías desde hace semanas. "Pedimos un salario mínimo de 2.000 euros, que equivale a un aumento de 300 euros", ha dicho el secretario general de la CGT, Philippe Martinez. El país, la segunda economía de la Unión Europea (UE) , registró en septiembre la tasa de inflación armonizada más baja de la zona euro, un 6,2%, por debajo de otras economías como la de Alemania (10,9%), Italia (9,5%) y España (9,3%), según Eurostat. A pesar de estar mejor que sus vecinos, el clima social en Francia es tenso. El temor a perder poder adquisitivo fue la principal preocupación de los franceses durante el último ciclo electoral de abril a junio y el llamamiento a ahorrar energía para evitar cortes en invierno ha enrarecido el ambiente.

2. ¿Cómo está la situación en las gasolineras?

El 30,1% de las gasolineras en Francia sufre escasez de combustible, según los últimos datos del Ministerio de la Transición Energética, comunicados. Estos problemas resultan recurrentes desde el pasado 5 de octubre y se acentuaron a partir del fin de semana siguiente. Afectan sobre todo a la región norteña de Hauts-de-France (con cerca del 60% de gasolineras que sufren penurias) y en toda el área metropolitana de París (con el 45% en escasez).

El motivo principal es la multitudinaria huelga, que dura desde hace más de tres semanas, de los trabajadores de Total y de Esso Exon mobil. Desde el 26 de septiembre, impulsaron esta movilización que ha tenido un seguimiento masivo —de hasta el 90% de los operadores— en tres de las seis principales refinerías del país y en varios depósitos de combustibles. También bloquean el acceso a estas instalaciones. A la interrupción de estas infraestructuras claves en el suministro, se le sumaron las compras preventivas de los automovilistas ante las penurias crecientes.

3. ¿Cuáles son las reivindicaciones de los sindicatos?

Los trabajadores de estas empresas energéticas piden aumentos salariales —del 10% en el caso de Total y del 7,5% en el Esso Exon mobil— que compensen la fuerte inflación (del 5,6% en septiembre) y tengan en cuenta los espectaculares beneficios de estos grupos. Con un beneficio neto de más de 10.000 millones de euros durante el primer semestre, Total simboliza aquellas empresas en Francia que lograron unas ganancias récord, consideradas indecentes por una parte de la opinión pública, gracias a la crisis energética. 

Los dirigentes de ambos grupos aceptan aumentar los sueldos, pero en porcentajes inferiores a los reivindicados por los sindicatos. A principios de la semana pasada alcanzaron acuerdos con las organizaciones sindicales más moderadas (básicamente la CFDT), aunque todavía no con las más combativas, como la CGT y Force Ouvrière.

4. ¿Qué medidas tomó el Gobierno francés?

El Gobierno de Emmanuel Macron intentó, primero, pasar de puntillas ante el primer conflicto social relevante en un otoño que puede ser caliente en Francia, debido a la inflación, la crisis energética y la voluntad gubernamental de alargar la edad mínima de jubilación, de los 62 a los 65 años. El portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran, aseguró que "no hay problemas de escasez". Pero seis días después, las autoridades apostaron por la mano dura con la requisición de los depósitos de combustible y obligando a trabajar a aquellos operarios necesarios para el suministro.

5. ¿Cómo está afectando a los automovilistas?

La escasez de combustible provocó largas colas, de más de una hora, en las gasolineras. También causó un aumento repentino del precio del combustible. Tras haber bajado a 1,50 euros el litro en septiembre gracias a una subvención estatal de 30 céntimos, su precio ha subido en pocos días a 1,80. Además, servicios básicos, como líneas de autobuses escolares, quedaron interrumpidos en algunas localidades de la región parisina. 

Y también se produjeron momentos de tensión entre automovilistas. Hasta el punto de que un hombre recibió seis cuchilladas, delante de sus hijos, tras haber discutido con otro cliente de una gasolinera, cerca de la frontera con Suiza.

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