Debate electoral: Un Cercle d'Economia, dos visiones

El Cercle d'Economia ha celebrado este miércoles el primer y único debate entre los dos candidatos a la presidencia, el exconsejero delegado de Banc Sabadell, Jaume Guardiola, miembro de la junta actual y la presidenta de Trea Capital Partners y de la Fundación Tanja, Rosa Cañadas, que formó parte de tres juntas anteriores.

Más que el contenido, el presidente de la mesa electoral y expresidente del Cercle, Salvador Alemany, subrayó como destacable el hecho en sí, que haya un debate entre dos candidatos, "una efemérides", ha bromeado. Y es que la entidad, uno de los foros de opinión con mayor reputación y transversalidad, celebrará el próximo día 12 unas elecciones, las primeras en la que más de un candidato opta a la presidencia en 64 años de historia.

Cañadas, que considera que el Cercle tiene que ser más abierto e internacional" descarta un modelo continuísta, por el que se cataloga a su oponente, Jaume Guardiola, que no lo rehuye: "Me siento continuista de un legado que hay proteger y engrandecer", ha dicho. Con diferencias en algunos puntos o en varios, en algo han coincidido ante la pregunta de uno de los asistentes: "No iría a llamar a la puerta del 'expresident' Carles Puigdemont" como primer paso para encauzar una solución a la cuestión cuestión del encaje de Catalunya en España, en la que, según coincidencia e ambos, el Cercle ha jugado y debe seguir jugando un importante papel.

Otras cuestiones les separan. A juicio de Cañadas, la entidad "se ha retraído un poco sobre sí misma. Necesita abrirse al resto del mundo. Tenemos que acercarnos a las instituciones europeas más que nunca".

Guardiola, que ha aplaudido el hecho de que se contrapongan dos ofertas lo que, según ha dicho, ha servido para acercarse más a los socios y aprender, ha defendido integrar "no a los jóvenes por jóvenes" sino a los liderazgos empresariales actuales, cuya media de edad es inferior a la que existente actualmente entre los socios. "Si se incorporan, automáticamente se rejuvenecerá el Cercle", ha agregado. Cañadas, por su parte, aboga porque el Cercle recupere una influencia que, a su juicio, ha perdido y se considera la reponsable de que haya elecciones lo que, "ya es una forma de que el socio participe".

Su oponente que, al igual que ella descarta que los comicios dejen heridas abiertas, asegura que el Cercle "siempre ha tenido voz en Europa". E incluso ha confesado que en la visita del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinás, que ha recuperado recientemente las relaciones con la Generalitat, ha tenido mucho que ver la participación de la presidenta Ursula von der Leyen en la última reunión anual del Cercle, en la que recibió el premio a la construcción europea.

Y otro punto que les separa está muy relacionado con la vida interna de este prestigioso club. Guardiola afirma las dos últimas reuniones anuales, la cita en la que el Cercle congrega a lo más granado de la economía y la política, y que se trasladaron de Sitges a Barcelona se han revelado como un éxito. Cañadas considera que el Cercle tiene capacidad para celebrar una reunión más coyuntural en Barcelona y otra más reflexiva y participativa fuera de la capital. Es algo que piden los socios, ha dicho.

En cuanto a las materias a tratar por la entidad, los dos destacan la formación y la educación, aunque Cañadas asegura que el Cercle no ha incidido demasiado en tratar cuestiones como el éxito de la FP en Alemania o los Países Bajos. Tampoco coinciden en el papel de Barcelona, que Cañadas ve como posible capital del Mediterráneo, aspecto en el que Guardiola discrepa.

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