Restauración

Syra Coffee amplía su capacidad y se prepara para abrir 30 tiendas este año

La cadena de cafés para llevar se muda a una nave de 1.000 metros cuadrados y prevé duplicar su plantilla hasta las 150 personas

Yassir Raïs, cofundador de la cadena de cafeterías Syra Coffee

Yassir Raïs, cofundador de la cadena de cafeterías Syra Coffee / LAURA GUERRERO

Paula Clemente

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De tostar de tres kilos en tres kilos, a hacerlo de 30 en 30. De tener una plantilla de 30 personas, a emplear a 75. Y de ocupar un espacio de 300 metros cuadrados en el barrio de Gràcia, en Barcelona, a trabajar en una nave industrial de 1.000 metros cuadrados en L’Hospitalet de Llobregat. La red de cafeterías de café para llevar Syra Coffee acaba de mudarse a esta planta para prepararse para sus planes de crecimiento: abrir unos treinta establecimientos y contratar a unas 75 personas este año; y empezar a pensar en Europa de cara al siguiente.

Esta compañía catalana que facturó el año pasado 1,3 millones de euros tiene ya 15 tiendas propias en Barcelona, otras 4 en Madrid y una en Sevilla. Su idea, ahora, es expandirse por otras ciudades de España, como Málaga, Valencia, San Sebastián o Bilbao. De este modo, la cadena terminaría 2022 con 50 establecimientos (siempre propios); unos 150 trabajadores, la mayoría contratados para atender en las tiendas; y, si todo va según lo previsto, el triple de ingresos que este año.

“Nos tuvimos que mudar porque ya teníamos necesidad de industrializar”, explica el fundador de la cadena, Yassir Raïs, que apunta que desde esta nave (y sobre todo con la nueva máquina tostadora) podrían dar servicio hasta a 200 tiendas.

Bancos y capital riesgo

En realidad, el origen de Syra Coffe está en un local que este arquitecto aficionado al café puso en marcha en Barcelona. Su plan era vender café de especialidad para llevar y a menor precio del que se suele encontrar en cadenas de su estilo. La propuesta tuvo éxito, de ahí que abriera otros dos establecimientos, que desarrollara su propia plataforma tecnológica para gestionar el proceso y que acudiera tanto al capital riesgo como a préstamos bancarios tradicionales para acelerar su crecimiento. En total, la empresa ha levantado en varias rondas algo más de 1 millón de euros del fondo Itnig y de varios ‘business angels’ de la ciudad, entre los que figuran, por ejemplo los fundadores de Factorial o la familia Soler, que también está detrás de Wallbox.

De este modo, la compañía se ha convertido en una cadena formada por 20 tiendas y que logra, además, cerca de un 25% de sus ingresos de la actividad ‘online’. Este canal, explica Raïs, también les permite “hacer prospección”. Es decir, saber en qué mercados podría ser interesante abrir tiendas físicas.

Obsesión por el producto

Pero la clave de todo, explica el fundador y máximo propietario de la empresa, es la forma cómo entienden el café y la rapidez con que lo mandan a la tienda o a un domicilio que lo compre por internet una vez tostado.

“Tratamos el café como si fuera una fruta”, argumenta Raïs, que se refiere a que interactúan directamente con las fincas que lo plantan en Etiopia, Kenia, Brasil, Colombia, El Salvador y otros 25 países; que lo tuestan en su nave y que lo mandan a su destino final como máximo en una semana. “A la que llega, lo tostamos a flujo tendido, es decir, a demanda de nuestras tiendas”, detalla el emprendedor, que asegura que lo que más se lleva en el sector, en cambio, es el tostado a gran escala. “Tenemos una obsesión por el producto enorme”, concluye el fundador de Syra Coffe, que tanto identifica las bolsas de grano de café que vende con el nombre de la finca que lo cultiva, como forma al barista que tendrá que venderlo en cada tienda. 

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