Reindustrialización

Acuerdo para que Silence ocupe a parte de la plantilla de Nissan

La compañía de movilidad eléctrica en manos de Acciona y el comité de empresa han alcanzado un pacto inicial que aún no está cerrado

Los trabajadores de Nissan se manifiestan en Barcelona para reclamar credibilidad a la Generalitat y al Gobierno ante la lentitud del proceso

Centro de intercambio de baterías de Silence.

Centro de intercambio de baterías de Silence.

Xavier Pérez

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El 'culebrón' de la reindustrialización de los terrenos de Nissan sigue su curso con nuevos episodios. Ayer, al filo de las dos de la madrgada, los representantes de la dirección de la empresa de movilidad eléctrica Silence y el comité de empresa de Nissan llegaron a un principio de acuerdo para la contratación de parte de los trabajadores que se quedaron sin empleo. A primera hora de la mañana, en el Parlament, el 'conseller' de Empresa y Treball, Roger Torrent, se apresuró a dar a conocer este acuerdo en la respuesta a una pregunta de la diputada de ERC Lluïsa Llop en la sesión de control al Govern.

Según el 'conseller', la reindustrialización "es un elemento clave" en su actuación, y en este sentido ha explicado que "esta noche se ha alcanzado un acuerdo entre la dirección de Silence y el comité de empresa de Nissan". Fuentes de Silence consultadas por EL PERIÓDICO, han matizado que "existe un preacuerdo pero aún están pendientes de resolver algunos flecos".

La parte esencial de los flecos pasaría por ser el número de empleados que Silence acabaría incorporando a su proyecto que se dedicará a la producción del microcoche eléctrico Silence S04. En la actualidad, la compañía participada mayoritariamente por Acciona, cuenta con cerca de 180 empleados y la necesidad de trabajadores para el nuevo proyecto en los terrenos de la Zona Franca se situaría en unas 110 personas. La cifra, no obstante, no está cerrada por completo y en los próximos días seguirán negociando para sellar el acuerdo definitivo y presentarlo en la mesa de reindustrialización. "El tema está encarrilado", afirman ambas partes. Los nuevos contratados por Silence mantendrán, según afirman los sindicatos, las condiciones laborales que se pactaron en el ERE de Nissan (tres años de garantía de empleo y un sueldo que está un 20 % por encima del de referencia del sector).

Negociación lenta

Todo el mundo, esencialmente desde la Generalitat, se han apresurado a felicitarse por la noticia. Primero el 'conseller' Torrent y poco después el propio president Pere Aragonés. No obstante, desde los sindicatos matizan que pese a lo positivo del principio de acuerdo hay que pensar con mayor amplitud en este proceso ya que el número de trabajadores es solo "una pequeña parte" del total de 1.400 empleados que siguen esperando su recolocación.

Según Roger Torrent, este acuerdo permitirá "la contratación de una buena parte de los trabajadores de Nissan que se quedaron sin empleo" cuando esta última empresa cerró su factoría de la Zona Franca de Barcelona, aunque como se refieren fuentes conocedoras del proceso de reindustrialización es una cifra muy baja como para considerarlo un triunfo de negociación. Torrent ha explicado que el acuerdo permite, asimismo, "desbloquear una buena parte de la negociación sobre Nissan", y ha elogiado "todo el trabajo realizado por la Mesa de Reindustrialización", que cree "que acabará con éxito".

Pere Aragonés, por su parte también se autocongratulado con el acuerdo: "Agradezco el trabajo hecho por el departamento de Empresa y Trabajo, y especialmente por la representación de los trabajadores y por el conjunto de actores que han participado en la mesa de reindustrialización", ha asegurado en la sesión de control del Parlament.

Protestas en Barcelona

Los sindicatos se han mostrado contentos por ese pequeño avance, pero recelan tanto de Gobierno como de Generalitat para acabar de cerrar la propuesta de reindustrialización. Representantes sindicales han expresado su temor a que detrás de la dilación del proceso para dar nueva vida a las plantas de Nissan se encuentren intereses "ocultos" por favorecer los usos logísticos por encima de los industriales.

Esa lentitud del proceso es la que hoy ha llevado a la calle a unos 500 empleados de Nissan para protestar por la situación. Se han concentrado frente a la sede del departamento de Empresa i Treball de la Generalitat y han marchado hasta la Delegación del Gobierno para pedir que se aceleren las negociaciones. Frente a las puertas de la delegació se ha improvisado una asamblea para informar de la situación actual. "Estamos aquí, ante la Delegación del Gobierno, porque hemos vuelto a la calle por su culpa. Porque el 14 de marzo nos dijo que en un mes tendría lista una propuesta para la licitación de los terrenos de Zona Franca y han pasado dos meses y no hay nada cerrado", ha asegurado el representante de Sigen-Usoc en Nissan, Miguel Ruiz.

Con esta protesta los sindicatos quieren presionar al Gobierno y al Consorcio de la Zona Franca, el encargado de sacar el concurso, para acortar los plazos "el máximo posible", al tiempo que piden que la mesa entregue al hub de descarbonización que lidera QEV la carta de intenciones que están reclamando para facilitar la búsqueda de inversores. Algunas partes implicadas en el proceso no acaban de fiarse de que la propuesta del hub acabe aterrizándose por completo. Fuentes cercanas a la mesa señalan que el principal problema es que desde la Generalitat ahora no se pueden echar para atrás, de ahí que se dilate el proceso.

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