Reindustrialización

QEV sustituirá a Nissan en Montcada y compartirá Zona Franca con Silence

El proyecto del 'hub' de la electromovilidad presenta sus informes de solvencia empresarial y retiene las plantas de carrocería y ensamblaje del Vallès Occidental

La firma hoy especializada en motocicletas eléctricas y participada por Acciona ocupará un 10% de los terrenos cerca del Port de Barcelona

Fábrica de Nissan en Zona Franca

Fábrica de Nissan en Zona Franca / Jordi Otix

Xavier Pérez
Gabriel Ubieto
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El rompecabezas para acabar de encontrar los sucesores de Nissan está más cerca de completarse. Este lunes la comisión de reindustrialización -formada por el Gobierno, el Govern, la empresa y los sindicatos- ha recibido los informes de solvencia empresarial de QEV Technologies S.L. para acreditar su idoneidad y capacidad como recambio de Nissan tanto en los terrenos de Zona Franca, como en Montcada i Reixac. Y las partes también han acordado el encaje de este proyecto con el de Silence, que pese a las reticencias iniciales de esta participada por Acciona vería con buenos ojos instalarse en 60.000 metros cuadrados cerca del Port de Barcelona, según coinciden varias fuentes conocedoras de las negociaciones. Silence, a preguntas de EL PERIÓDICO, no ha querido ni confirmar ni desmentir estas informaciones.

A estos dos actores podría añadirse un tercero, que ocuparía 30.000 metros cuadrados de superficie y que estaría interesado en fabricar componentes para motocicletas eléctricas. No obstante, este tercer interesado todavía no ha concretado su proyecto y deberá acabar de hacerlo en los próximos días. Sino, su espacio lo acabará asumiendo el 'D-Hub', encabezado por QEV.

El proceso de reindustrialización de los terrenos del fabricante nipón llega a su recta final y la de este lunes puede haber sido la penúltima reunión para acabar de cerrar esta carpeta. El 'via crucis' podría llegar antes de Semana Santa, concretamente la próxima y posiblemente reunión prevista es para el 14 de marzo. En la misma las partes implicadas en la reindustrialización acabarán de certificar que todos los papeles entregados este lunes por QEV son correctos. Paso no menor, pues en ellos esta consultora de ingenieros que en 2019 facturó 12,9 millones de euros y tenía 55 empleados debe certificar haber encontrado y cerrado los acuerdos necesarios para garantizar la inversión de 800 millones de euros que ha prometido.

La composición del mapa final de la sucesión de Nissan quedará de la siguiente manera, si en las próximas semanas no hay cambios sobrevenidos. El fabricante nipón deja tres terrenos: el principal son los 517.000 metros cuadrados del Port de Barcelona, que serán ocupados en su mayoría por la fábrica multimodelo de QEV. Allí aspiran a ensamblar vehículos de diseño propio, como las 'pick ups' eléctricas de la marca Ebro, así como encargos de otras firmas como camiones Inzile, furgonetas de última milla de Tevva o deportivos eléctricos de Ronn Motor Group.

La logística, el último nombre por concretar

En el actual esquema ocuparían una parte mayoritaria de esos 517.000 metros cuadrados, pero no todos. Otra parte, unos 60.000 metros, quedan para Silence, donde podría ensamblar utilitarios eléctricos. Uno de los factores que han inducido a Silence al cambio de criterio, según explican fuentes conocedoras, es que pretende pagar menos a los empleados que se quede de Nissan, pues pretende bajar las condiciones al convenio del metal de la provincia de Barcelona. Algo que las centrales no están dispuestas a aceptar y que deberán acabar de dilucidar en los próximos días.

A estos dos nombres que cabría sumar otros 30.000 metros para el nuevo fabricante de componentes. Otra parte que falta por concretar serían uno o varios proyectos logísticos, dotados de músculo financiero para acompañar las inversiones del 'D-Hub' de electromovilidad y con autonomía propia para diversificar riesgos, en caso de que las producciones industriales no cumplieran las expectativas.

El interés de la logística ha sido intenso desde el principio del proceso y el Consorci de la Zona Franca, propietario de los terrenos que Nissan alquilaba, ha presionado para dar recorrido a actividades de este tipo. Candidatos no faltan y el nombre (o nombres) deberán acabar de concretarse durante el próximo mes.

El segundo terreno en magnitud que deja Nissan es Montcada i Reixac, de 74.000 metros cuadrados y donde desde 1958 la Motor Ibérica ha producido paneles de carrocería. Son los únicos de propiedad exclusiva de Nissan, lo que facilita el trámite del traspaso, y cuentan con maquinaria de ensamblaje que interesa a las empresas del 'Hub' de electromovilidad. Inicialmente Silence presentó proyecto para instalarse allí, pero la presión del proyecto liderado por QEV ha acabado desechando esta opción y trasladando a la participada de Acciona hacia el Port de Barcelona.

Y el tercer terreno en liza y que se cae definitivamente de la ecuación es el de Sant Andreu. Unos 42.000 metros cuadrados de superficie donde históricamente se fabricaron bastidores y cuyos propietarios -una familia de particulares- han decidido desvincularse del proceso de reindustrialización para hacer obras en los terrenos y alquilarlos o venderlos al mejor postor. Para no perderlos la Generalitat estudió una permuta con terrenos de propiedad pública del Incasol, pero esta vía no se acabó concretando.