Diálogo social

Patronal y sindicatos acercan posturas para el acuerdo salarial, pendientes de Moncloa

Los agentes sociales empiezan a intercambiar cifras de incrementos mientras están miran de reojo al Gobierno y las medidas que pueda anunciar para amortiguar las secuelas de la guerra

Unai Sordo, de CCOO, y Antonio Garamendi, presidente de la patronal.

Unai Sordo, de CCOO, y Antonio Garamendi, presidente de la patronal. / A. Pérez Meca. POOL/Europa Press

Gabriel Ubieto

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La patronal y los sindicatos han vuelto a verse las caras este miércoles para tratar de avanzar en un nuevo acuerdo salarial para los próximos años. Tras casi seis horas de conversaciones han conseguido acercar algo posiciones y empezar a intercambiar cifras de posibles incrementos, según apuntan fuentes conocedoras. Cifras, no obstante, que no han trascendido pues entre los negociadores se impone la máxima de "discreción absoluta". Es la tercera reunión que los agentes sociales mantienen y la primera en la que cruzan documentos, aunque de por el momento el pacto final ni es seguro ni está cerca.

La inconcreción del "gran pacto de rentas" que promueve el Gobierno condiciona las conversaciones, pues los elementos que introduzca el Ejecutivo para descargar el peso de las secuelas de la guerra de las espaldas de empresas o trabajadores pueden marcar el contenido y fondo del acuerdo salarial. No es que el consenso que pretende Pedro Sánchez sea condición 'sine qua non' para el acuerdo salarial bipartito entre patronal y sindicatos, pero es un factor que sobrevuela las mesas del diálogo social.

Los agentes sociales comparten el diagnóstico general de que van a tener que repartirse, al menos al corto plazo, los costes de la escalada energética, y ahora están en fase de aterrizar el concepto. CCOO y UGT han vuelto a apretar a la CEOE para blindar el poder adquisitivo a tres años vista bajo el mecanismo de las cláusulas de revisión salarial. Y desde la bancada empresarial han vuelto a rechazar indexar sueldos al IPC, aunque sea a futuro. A falta de un acuerdo marco que guie las negociaciones, los convenios colectivos cerrados hasta febrero acumulan un incremento medio del 2,3%, ocho décimas más que en diciembre.

Las posiciones todavía andan lejanas y prima la discreción entre los negociadores. Las expectativas -compartidas entre los agentes sociales- son de cerrar un nuevo acuerdo salarial antes de acabar el mes de marzo y para ello va quedando cada vez con menos margen. La espada de Damocles del próximo dato de inflación se acerca y todos los indicadores apuntan a que será mayor que el actual, lo que dificultará el pacto hoy ya difícil. No hay consenso sobre cómo repartirse en el corto plazo el encarecimiento de precios, que actualmente deja una cesta de la compra un tercio de cuyos productos ya está subiendo más de un 5%, según los últimos datos del gabinete de estudios económicos de Caixabank

La falta de una unidad total en la bancada sindical durante los primeros compases no ha contribuido a acelerar las negociaciones, sin por ello ser el principal escollo. UGT se ha posicionado públicamente por un alza del 5% de los sueldos este año, cifra que consideran "moderada" dada la actual inflación, que está en el 7,6%, según datos de febrero. Pero CCOO no ha publicitado cual es su propuesta de incrementos para este ejercicio e insiste en el mensaje de que lo relevante es que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo en el cómputo de los próximos tres años. El Banco de España les ha lanzado este mismo martes la idea de que un reparto equitativo pasaría por subir sueldos al mismo nivel de la inflación, pero restando el efecto de los precios de la energía.

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