Atlantis IT redobla la apuesta por el mercado de la moto y prevé duplicar sus ventas este año

Una necesidad mal resuelta y una potencial solución entre manos. Poco más necesitaron cinco ingenieros compañeros de trabajo para dejar su puesto y convertirse en el equipo fundador de Atlantis IT, una tecnológica con sede en Barcelona que desarrolla soluciones de geolocalización de vehículos o ganado, entre otros, que ocupa a una veintena de personas y que termina 2021 con un volumen de negocio de unos 630.000 euros. Pese a que esta cifra es todavía inferior a la de antes de la pandemia, la compañía prevé poner remedio a la situación este año, cuando calcula que duplicará sus ventas y superará ya el millón de euros de facturación. La clave, para lograrlo, es darle la vuelta a su modelo de negocio reforzando el segmento de la moto.

Atlantis ha desarrollado una plataforma que recoge y analiza los datos que capta un sensor colocado en este vehículo a dos ruedas. A través de una aplicación, el usuario puede tanto saber si le ha pasado algo a su moto desde casa, como configurar llamadas automáticas a un familiar en caso de accidente o guardar registros de sus rutas para compartirlas con otros moteros. Y esta rama de negocio, que hasta ahora concentraba menos de un tercio de su facturación, pasará a suponer el 60% de sus ventas este año según su nuevo plan de negocio.

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“Inicialmente empezamos con un enfoque hacia las empresas y pensando sobre todo en sus vehículos, pero hemos ido evolucionando y ahora los recursos móviles pueden ser personas, bestias, máquinas… todo lo que se mueva”, presenta el consejero delegado de la empresa, Ricard Soler Kopps.

Por ejemplo, la empresa tiene clientes que utilizan su tecnología para vigilar que todo salga correctamente en las rutas de reparto con camiones, ha realizado una prueba piloto con la Federació Raça Bruna dels Pirineus para localizar vacas e incluso ha colaborado en un proyecto europeo para testar un servicio de bicicletas eléctricas en la estación de Sant Quirze del Vallès (Barcelona).  

De nicho en nicho

En paralelo, han dado con el modo de esquivar uno de los grandes problemas de trasladar este sistema más apto para grandes vehículos a una moto: que la cantidad de electricidad que necesitan los sensores convencionales dejan a la moto sin batería si no se usa cada día. “La programación del dispositivo [actual] permite dormirlo cuando la moto reposa y hay una batería interna para alimentar el sensor mientras la batería está apagada”, cuenta este directivo, que en realidad se responsabiliza solo del desarrollo de la plataforma y que delega la fabricación del sensor en terceros.

 “Somos una empresa pequeña, por lo tanto, sabemos que nunca podremos ganar la guerra de precios: lo que tenemos que dar es mucha calidad en servicios y especializarnos en ser rápidos en la respuesta y muy flexibles”, explica Soler Kopps. “Hemos ido detectando nichos donde veíamos posibilidad de desarrollo”, continúa.

Más allá de las soluciones para la moto, esto supone también evolucionar su propuesta pensada para camiones para que avise cuando un transportista se olvide un paquete en una de sus múltiples paradas o para que alerte cuando un alimento esté en mal estado si se trata de distribuir comida. 

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