En la UE

Solo España, Bulgaria y Letonia no han subido (aún) el salario mínimo este 2022

El Gobierno empieza a negociar este lunes con patronal y sindicatos la subida del SMI para este año

Casi dos millones de trabajadores españoles aguardan al resultado y la intención del Gobierno es acercar el suelo salarial a 1.000 euros

Trabajo cita a patronal y sindicatos

Trabajo cita a patronal y sindicatos / David Castro

Gabriel Ubieto

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Casi dos millones de trabajadores españoles aguardan al resultado de las negociaciones que comienzan este lunes para decidir la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). La voluntad públicamente manifestada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, es "ceñirse" a la senda de aumentos que le marcó su propio comité asesor y que traza un SMI para este 2022 de cerca de 1.000 euros brutos al mes (en 14 pagas). Actualmente el salario mínimo está en 965 euros, desde la anterior subida aplicada en octubre del 2021. Solo España, Bulgaria y Letonia todavía no han subido su sueldo mínimo este año en toda la Unión Europea (UE), según los datos de Eurostat. Los miembros del club de los 27 que tienen en su ordenamiento laboral la figura del SMI (pues países como Dinamarca, Italia o Austria carecen del mismo) han apostado mayoritariamente por mantener una senda de incrementos. 

Las horquillas son variables y vienen marcadas en un contexto de fuerte inflación en toda la eurozona, pese a que los últimos datos del IPC de enero mostraron una muy tímida moderación del encarecimiento de precios. La más abultada ha sido la de Hungría, del 13,8%, y la más tenue la de Malta, del 1%. De las economías vecinas a la española la que ha adoptado una subida más intensa de su SMI ha sido Portugal, con un alza del 6%, hasta los 705 euros en 14 pagas (o 822,5 euros en 12 pagas). Francia se ha mostrado algo más ‘comedida’, con un incremento del 3,1%, hasta los 1.374 euros brutos al mes, en 14 pagas (o 1.603,1 euros, en 12 pagas).  

Ese incremento del 3,1% adoptado por el gobierno de Emmanuel Macron encauza una senda similar a la que, en teoría, debiera seguir el SMI español este año. "Conocen bien el informe de expertos, nos vamos a manejar en ese escenario", fue la respuesta que dio la ministra de Trabajo a la pregunta de cuánto subiría el salario mínimo este año en España. Dicho informe marca una senda de incrementos progresivos para el 2023 y, de mantenerse la siguiente subida en el carril marcado por la del año anterior, debiera dejar el SMI en una cifra cercana a los 1.000 euros. Concretamente y tras el incremento último de 15 euros (de 950 a 965 euros en 2021), el salario mínimo debiera subir a 996 euros. Lo que implicaría un aumento del 3,2%, una décima más que la subida francesa.

La reforma laboral retrasa el SMI

No obstante, y pese a lo que diga el informe del comité asesor del Gobierno, en la mesa del diálogo social patronal y sindicatos todavía deben cruzar sables sobre esta cuestión. La competencia de subir o no el SMI es única del Gobierno y la consulta con los agentes sociales no es vinculante, pero Díaz ya ha avanzado que intentará trazar equilibrios para que en esta ocasión la CEOE no se les descuelgue del acuerdo. Pues en la anterior subida los empresarios se mantuvieron firmes en la política de evitar subidas de costes laborales y rechazaron apoyar los 15 euros de incremento que acabó concretando el Ejecutivo. Las centrales, por su parte, dan por firme el compromiso verbal que les manifestó Díaz de subir el SMI a 1.000 euros.

Una de las bazas de la negociación será cuándo empezará a tener efecto la subida del salario mínimo del 2022. El Gobierno tiene la obligación de fijar cada año este indicador de suelo salarial vía Boletín Oficial del Estado (BOE). En años anteriores de menor actividad legislativa o mayor estabilidad política ha sido habitual que el SMI de un año quedara fijado en el último BOE del anterior, aunque este Gobierno encadena tres ejercicios consecutivos que los empieza con congelación del SMI. 

En el primero, en 2020, la subida se zanjó con un acuerdo relámpago a finales de enero en el que estuvo la patronal. Fue el primer gran acuerdo social de Díaz que se saldó con una subida de 900 a 950 euros. La del 2021 se envenenó y no fue hasta octubre, con 10 meses de demora, que el Gobierno acabó cerrando esta carpeta y subió, sin la patronal, el salario mínimo a 965 euros. Y ahora, en 2022, empieza en febrero las negociaciones, una vez que ha cerrado la complicada carpeta de la reforma laboral. 

La patronal entra a negociar, pero no a 1.000 euros

En esta ocasión la patronal ha salido de su enroque y, ante la buena evolución de las cifras de empleo y el previsto crecimiento del PIB, está dispuesta a hablar de incrementos. Como muestra el inicio de las negociaciones del nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), un ‘convenio de convenios’ en el que patronos y sindicatos consensuan cómo deben evolucionar los salarios durante los próximos años.

No obstante, también ha dejado claro que no ve con buenos ojos grandes incrementos y recordó que el SMI ha subido un 30% en los últimos tres años. "Lo de los 1.000 euros lo veo complicado [...] Hay un problema de solvencia en las empresas, todavía las empresas más pequeñitas están bastante ahogadas. Llevamos dos años muy complicados", declaró el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, en una reciente entrevista en TVE.

Una de las incógnitas de la negociación que empieza este lunes es si la subida del SMI será con efecto retroactivo a 1 de enero. Es decir, si pese a que las partes lo pactan (o no) ahora, los empresarios deberán abonar una ‘paguilla’ a sus empleados para compensarles la subida que no se aplicó en enero. 

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