Indicadores de progreso y bienestar

La Cambra cifra en 59.000 millones las inversiones necesarias para descarbonizar Catalunya

El consumo eléctrico procedente de renovables tendría que ser 13 veces mayor al actual en 2050

La institución estima también que en tres décadas un 18% de la superficie de la comunidad debería estar ocupada por placas solares y molinos eólicos marítimos

Archivo - Parque eólico marino flotante Kincardine situado en Aberdeen (Escocia) y desarrollado por Cobra (ACS)

Archivo - Parque eólico marino flotante Kincardine situado en Aberdeen (Escocia) y desarrollado por Cobra (ACS) / COBRA (ACS) - Archivo

Paula Clemente

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Vista la ventaja que le sacan a Catalunya las cinco mayores economías europeas e incluso España en su conjunto en términos de descarbonización y energías limpias, la Cambra de Comerç de Barcelona ha decidido estrenar su nuevo medidor de progreso y bienestar (una alternativa al PIB como indicador único de evolución económica) con un estudio centrado en la sostenibilidad ambiental. El análisis, presentado este miércoles por la institución, concluye que la descarbonización plena de Catalunya de cara a 2050 depende esencialmente de que se inviertan 59.000 millones de euros en las próximas casi tres décadas y de que se disparen la generación y el consumo de electricidad procedente de fuentes renovables.

En concreto, este consumo tendría que pasar de los 9 teravatios/hora (TWh) que registraba la comunidad en 2020 a los 115,6 TWh de cara a 2050, casi 13 veces más. Y para ello, habría que aumentar la potencia instalada hasta los 67.000 megavatios (MW) en los próximos 28 años, desde los 4.000 MW que produce Catalunya actualmente.

“Suponiendo que los precios de la inversión renovable no varían entre 2022 y 2050 –ha indicado el director del gabinete de estudios de la Cambra, Joan Ramon Rovira-, la inversión [público-privada] necesaria es de 59.000 millones de euros de inversión bruta”. Solo este año tendrían que invertirse unos 780 millones para ir a tiempo. Así, según estos cálculos, se tendría que movilizar el equivalente al 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) catalán de media a lo largo de estas tres décadas para lograrlo.

Buena parte de este dinero se tendría que destinar a desplegar infraestructuras de energía limpia como placas solares o molinos de viento hasta que ocuparan más de 570.000 hectáreas, cerca de un 18% de la superficie de Catalunya. La Cambra argumenta que este objetivo es razonable a largo plazo si se aprovechan los tejados de las áreas urbanas y los polígonos industriales para instalar placas solares, así como el mar para la generación de energía eólica.

Objetivo factible

Rovira ha asegurado que dicha meta es “posible y factible”, si bien ha reconocido que es una objetivo “muy exigente” y que requiere de un “elevado consenso” y de una “voluntad social y política clara y consolidada”. De hecho, el análisis presentado parte de varios supuestos difíciles de garantizar, como que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de consumo energético se mantenga en el 1,6% durante los próximos 30 años; que el PIB per cápita (un indicador clave en el estudio) aumente un 1,1% anual de media hasta entonces y que el consumo energético por unidad de PIB se reduzca un 2% también de media anual entre este año y 2050.

“Lo que tenemos que hacer es intensificar el ritmo de mejora de la eficiencia energética y acelerar la substitución de energías fósiles”, ha afirmado Rovira, que propone introducir tecnologías que ayuden a ahorrar energía en sectores como la industria, el transporte o la construcción, y cubrir el consumo particular con producción doméstica, entre otras medidas.

“Desde la Cambra entendemos que esta transformación energética tenemos que enfrentarla entre todos, y que tiene que pasar inexcusablemente por fomentar una transformación global”, ha añadido la presidenta de la Cambra, Mònica Roca i Aparici. Esta portavoz ha exigido asimismo que se “desencalle la implantación de nuevos proyectos de parques renovables”, dado que desde 2013, Catalunya no ha generado ningún megavatio procedente de nuevos parques renovables.