Adquisición fallida

Iberia y Air Europa se dan dos meses para un plan B

Ambas partes rescinden el contrato de compraventa y analizan "alternativas" hasta finales de enero

Iberia y Air Europa suspenden su fusión

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Agustí Sala

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IAG, sociedad propietaria de Iberia, ha acordado definitivamente rescindir el contrato de compra de Air Europa, anunciado hace dos años. El acuerdo se selló con un pacto inicial en noviembre de 2019 por una precio de 1.000 millones de euros, que luego se rebajó en enero pasado a 500 millones. A la vez, ha cerrado un acuerdo de intenciones con Globalia, propietario de Air Europa, para evaluar, antes de finales de enero de 2022, "otras estructuras que puedan resultar interesantes para ambas compañías, ofreciendo beneficios similares para sus accionistas, clientes y empleados", tal como anunciaron el miércoles.

En resumen se dan dos meses para encontrar una fórmula alternativa o plan B tras el fallido intento de compra, que tras el estallido de la pandemia y las restricciones a la movilidad y la paralización del sector aéreo, fue perdiendo gas. A su vez, Iberia pagará al grupo de la familia Hidalgo no solo los 40 millones previstos en el acuerdo de compra por la ruptura unilateral del acuerdo sino otros 35 millones adicionales. Ambas partes han acordado que estas cuantías se aplicarán para reducir cualquier precio de compra futuro si se llega a un nuevo acuerdo y para evitar cualquier litigio relacionado con la adquisición.  

El presidente de IAG, Luis Gallego, ha considerado "muy decepcionante" tener que abandona el proyecto como estaba previsto, pero lo justifica en las "condiciones de mercado" y "la profunda crisis derivada del covid-19". No obstante, destaca la intención de "analizar nuevas alternativas" y de continuar "trabajando con el Gobierno español para garantizar la conectividad de España y el desarrollo del 'hub' de Madrid. 

Air Europa necesitó el rescate del Gobierno español por valor de 475 millones de euros y un crédito del ICO por valor de 140 millones de euros. Eso obligó a Iberia a repensar la compra en enero del año pasado: rebajó el precio a 500 millones de euros a pagar en cinco años, en vez de los 1.000 millones iniciales.