Guerra abierta

Iberdrola amenaza al Gobierno con la industria: solo mantendrá precios bajos si retira el ‘hachazo’

"Todo el mundo se puede equivocar por falta de información y rectificar es de sabios", le dice Ignacio Sánchez-Galán al Ejecutivo

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

Sara Ledo

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La guerra abierta entre las eléctricas y el Gobierno se calienta. O más bien, el enfrentamiento entre el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez-Galán, y la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sube de revoluciones. El último episodio, después del desplante en la subasta de energía renovables, es el ultimátum de la eléctrica: no mantendrá bajos precios a la industria si el Gobierno no da marcha atrás a las dos normas que reducen los denominados 'beneficios caídos del cielo' que reciben las eléctricas por sus centrales hidráulicas, nucleares y renovables por el alza del precio del gas y del CO2.

Así lo advierte la compañía en un comunicado que comienza con una afirmación: "Iberdrola vuelve a demostrar su compromiso con la sociedad española". Acto seguido, la eléctrica da a conocer su promesa de que no variará los precios de la industria ("para no afectar a la competitividad española con los incrementos del precio del gas natural"), "siempre y cuando no se perjudique la producción eléctrica con tributos lesivos". Y pide al Gobierno "la retirada del Real Decreto y la Ley criticada por la UE". Se entiende por ello el 'hachazo' a las eléctricas por el alza del gas (real decreto ley ya aprobado) y también por la subida del CO2 (proyecto de ley en estado de tramitación parlamentaria).

La compañía asegura tener constancia de "la voluntad del Gobierno de la Nación de corregir aquello que no se ha hecho bien y llegar a un acuerdo". El Gobierno ha reconocido públicamente su intención de "aliviar" el recorte a los ingresos de las eléctricas para evitar que estas lo repercutan en la industria, pero por el momento nunca ha hablado de dar marcha atrás a esta medida y a otra que, en cualquier caso, está actualmente en tramitación parlamentaria. Sin embargo, la empresa incluso da por hecho que "parece evidente ya para todo el mundo que las empresas eléctricas no se han beneficiado en modo alguno del incremento de los precios eléctricos, sino que, muy al contrario, han soportado costes desorbitados del precio del gas natural" y por ello, añade, "el Gobierno debe corregir dos errores, el Real Decreto y la Ley, que bien seguro se produjeron por falta de información".

Además, la compañía dice que, en la medida de sus posibilidades, "asumirá el incremento de costes energéticos para no trasladar a la industria española la situación de los mercados internacionales, pero el Gobierno debe entender que no se debe gravar la producción en un momento tan delicado, especialmente tras comprobar que no se han producido beneficios extraordinarios". Esta afirmación es confusa si se tiene en cuenta que el principal argumento de la eléctrica para subir el precio de estos contratos a las grandes empresas era que no existe tales ingresos extra porque 'esa' electricidad que suministran a la industria no se negocia en el mercado diario sino que se compra antes a su propia comercializadora con contratos a plazo a precios inferiores a los que marca actualmente el denominado 'pool'.

Iberdrola defiende que en lo que va de año, mantener los precios pactados con la industria a pesar del incremento del precio de la electricidad, ha ahorrado a la industria española 2.000 millones de euros. “Nuestro compromiso es seguir apoyando a la industria española y ayudar a la prosperidad de nuestro país. Por eso, el Gobierno no debe introducir tributos que dañen nuestra renta disponible como ciudadanos o nuestra capacidad inversora como empresas. En ese punto, Iberdrola se muestra favorable a que el Gobierno haga los cambios necesarios en el Real Decreto y en la Ley para que esto sea así, incluida su retirada. Todo el mundo se puede equivocar por falta de información y rectificar es de sabios", dice el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán.

La compañía completa el comunicado poniendo en valor su contribución en el país. "Iberdrola ya aporta 3.700 millones de euros en impuestos, genera 85.000 puestos de trabajo en España y contribuye al mantenimiento de 400.000 puestos de trabajo en su cadena de suministro, además de tener previsto invertir 150.000 millones de euros hasta 2030 para la descarbonización de nuestro país", indica. Y añade otros hitos como que su internacionalización ha generado una producción industrial en España equivalente a 4.000 millones de euros al aliarse con empresas españolas como Gamesa con las turbinas que instala Iberdrola en Francia o las plataformas marinas de Navantia-Windar.