Movimientos empresariales

La incógnitas de la opa a Naturgy

La operación con la que IFM obtiene menos de la mitad del capital al que aspiraba entra en una nueva fase

Nueva sede de Naturgy en Madrid.

Nueva sede de Naturgy en Madrid.

Agustí Sala

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¿Por qué Naturgy es una empresa estatégica?

El Gobierno, que con la crisis provocada por la pandemia impuso la obligación de que las compras de control de compañías españolas consideradas estratégicas por parte de inversores extranjeros tuvieran que someterse a autorización, tardó meses en tomar una decisión. Y lo hizo el pasado 3 de agosto, con una serie de condiciones como asegurar que la compañía mantendrá su sede social en España, así como la mayor parte de la plantilla y que mantendrá en la bolsa las acciones de la compañía. Antes que el Ejecutivo tomara su decisión, el principal accionista de Naturgy, Criteria (La Caixa), se encargó de dejar claro que defendería la españolidad y perfil industrial de la compañía. Y ¿por qué la empresa es estratégica? Además de un acuerdo histórico con Argelia, por el cual se suministra el 60% del gas que recibe España, Naturgy controla el 76,68% de la sociedad que construyó la infraestructura que trae el gas del Magreb (Metragaz), y el 77,2% de la que la explota, European-Magreb Pipeline (EMPL). En Medgaz, participa con el 49% en una sociedad junto con la compañía pública argelina Sonatrach, que tiene el otro 51% y que, a su vez, es accionista de la compañía española con el 3,85% del capital. Además de energías renovables, tiene siete ciclos combinados (centrales que producen electricidad con gas) con una potencia de 7 gigavatios (GW); el 34,5% de la de central nuclear de Trillo (Guadalajara) y el 11,3% de la de Almaraz (Cáceres). La compañía distribuye gas natural a un total de 1.100 municipios en 9 comunidades autónomas españolas, con una cuota de mercado del 69% y es el tercer operador en el mercado eléctrico español, donde distribuye electricidad a 3,8 millones de clientes y cuenta con 151.495 kilómetros de red.

¿Por qué tan pocos accionistas han vendido?

Hay varias explicaciones para entender por qué IFM no ha logrado ni la mitad del capital al que aspiraba (10,83% frente al 22,9%). Una de las principales, además de la oposición del consejo de administración, ha sido el papel de La Caixa, principal accionista a través de Criteria, su sociedad de participaciones. Y en especial, del presidente tanto de la Fundació La Caixa como de Criteria, Isidre Fainé, que salió en defensa del dividendo de Naturgy cuando desde IFM insinuaron la posibilidad de suspenderlo. Y además desde hace meses han ejercido el rol de defensor de la españolidad y el perfil industrial de la compañía energética mediante la compra de acciones en el mercado con el límite del 29,99% para evitar tener que lanzar una opa. Del 24,4% ha pasado al 26,7% actual, en lo que ha invertido más de 400 millones de euros. El protagonismo adquirido por La Caixa y, en especial, por su presidente, habría influido en muchos pequeños accionistas, que han preferido seguir en una compañía que les da regularmente unos dividendos atractivos, según algunos analistas. Tras el despegue de los títulos de Naturgy que se ha producido este jueves después de conocerse el resultado de la opa, con un alza de de casi el 5%, hasta el umbral de los 24 euros (la oferta era a 22,07 euros por título), es posible que la entidad espere unos días para seguir comprando acciones. En todo caso, desde el principio ha querido dejar claro que Naturgy la ve como una inversión estratégica. También se ha temido desde hace meses que IFM se aliara con los otros dos fondos accionistas de referencia (CVC y GIP), pero si este acuerdo existiera --algo que algunos de los implicados niegan-- "no podrían demostrarlo o hacerlo evidente ya que, de lo contrario, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) podría investigarlo", afirman fuentes del mercado.

¿Qué puede hacer ahora IFM?

El fondo IFM, que aspiraba a obtener el 22,9% de Naturgy ha decidido conformarse con el 10,83% y renunciar al mínimo del 17% que se había autoimpuesto. Ahora tendrá derecho a un solo consejero en vez de a los dos a los que aspiraba. Deberá enviar una carta al consejo de la compañía energética y solicitar el vocal que le corresponde. En el órgano de gobierno de la empresa, formado por 12 miembros, dos representan a La Caixa (Criteria), dos al fondo CVC y dos a GIP; el presidente ejecutivo, Francisco Reynés; y cinco independientes. Aunque La Caixa tiende derecho a un tercer vocal, tras ampliar su participación en el capital hasta el 26,7%, está por ver que lo solicite, dado que IFM no le igualará en el consejo. En todo caso, en vez de ampliar el consejo es probable que el representante de IFM, que deberá ser ratificado por una junta extraordinaria de accionista, sea a costa de sacrificar uno de los independientes. Y su poder será limitado porque las decisiones de mayor calado en el consejo se deben tomar por mayoría reforzada (dos tercios), algo que no alcanzaría ni aliándose con los otros dos fondos accionistas de referencia, CVC y GIP, que tienen el 20% del capital cada uno y que al anunciar IFM su opa dijeron que no venderían.

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