Mercado de trabajo

Las empresas ya gastan más en salarios que antes de la pandemia

El coste salarial medio se estabiliza tras la sacudida del primer confinamiento y se sitúa en los 1.961 euros brutos al mes

Fábrica de SEAT en Martorell

Fábrica de SEAT en Martorell / AFP

Gabriel Ubieto

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Las empresas ya gastan más en pagar nóminas que antes de estallar la pandemia. Tras la sacudida del primer confinamiento, con el despido de muchos trabajadores temporales (y de bajos salarios) y el ingreso a erte de hasta 3,5 millones de asalariados (lo que permite a las empresas dejar de pagar salarios), el gasto salarial de las compañías se ha estabilizado. El primer trimestre del 2021 cerró con un coste salarial medio de 1.961 euros brutos al mes, el 0,4% más que en el arranque del 2020 y el 0,9% más que en el primer trimestre del 2019; según constatan los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos actualizados este viernes reflejan más una estabilización de la actividad económica, que no un incremento salarial generalizado. Las empresas gastan más en nóminas porque vuelven a trabajar y ello implica que vuelven a pagar horas a sus plantillas. El índice de costes laborales ha seguido durante esta pandemia un efecto acordeón. Tras el primer impacto, el gasto empresarial en salarios de desplomó con ese transito de los trabajadores a los ertes. Y luego volvió a repuntar, con la reactivación de algunos y la no reincorporación de muchos temporales. Estos tienen, de media menores salarios. Y si salen del mercado laboral, dan una falsa sensación de subida salarial. Porque los que se quedan, cobran más.

El coste laboral medio por trabajador y mes (que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales) subió un 1,4% en el primer trimestre del año en relación al mismo periodo de 2020, hasta situarse en 2.605,61 euros. Con este repunte, el coste laboral pone fin a tres trimestres consecutivos de retrocesos y registra su mayor alza interanual desde el último trimestre de 2019. En el segundo trimestre de 2020, afectado por la pandemia y el confinamiento, el coste laboral llegó a caer un 8,3%, su mayor caída en 20 años (-8,3%).

Los descensos del coste laboral arrancaron precisamente en el segundo trimestre del año pasado, coincidiendo con la entrada de muchos trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que no son remunerados con salarios, sino con prestaciones abonadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en algunos casos complementadas por las propias empresas.

El coste laboral se compone del coste salarial y de los otros costes. Entre enero y marzo, los salarios (que comprende todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie) subieron un 1% interanual, su mayor alza desde finales de 2019, hasta situarse en 1.907,8 euros por trabajador y mes. Los otros costes (costes no salariales) totalizaron en el primer trimestre del año 697,79 euros, con un repunte interanual del 2,5%.

Durante el primer trimestre la jornada semanal media pactada, considerando conjuntamente tiempo completo y tiempo parcial, fue de 34,5 horas. De ellas se perdieron 5,6 horas a la semana, de las cuales 1,5 horas no se trabajaron por razones técnicas, económicas, organizativas, de producción y/o fuerza mayor, incluyendo aquí el tiempo no trabajado por los afectados por ERTE, mientras que 2,3 horas no se trabajaron por vacaciones y fiestas; 1,4 horas se deben a bajas por incapacidad temporal y 0,4 horas se deben a otras causas (permisos de maternidad, paternidad, huelgas, etc.).

La hostelería volvió a ser el sector más afectado por la pandemia al reducirse sus salarios un 32,4% interanual y descender el número de horas trabajadas un 31%. Según el INE, el coste laboral por hora efectiva subió un 3,5% en tasa anual en el primer trimestre debido al menor número de horas trabajadas en relación al mismo periodo de 2020. En términos intertrimestrales (cuarto trimestre de 2020 sobre tercer trimestre del mismo año) y en valores corregidos de estacionalidad y calendario, el coste laboral por trabajador aumentó un 0,3%, en tanto que el coste por hora efectiva avanzó un 0,2%.