Por el CO2

El recibo de la luz de mayo marca el precio más caro del año ante la reforma del Gobierno

El Gobierno aprueba mañana un anteproyecto de ley para reducir los beneficios de nucleares e hidroeléctricas por el CO2

El precio de la luz en el mercado mayorista asciende a 67 euros el megavatio-hora

El precio de la luz en el mercado mayorista asciende a 67 euros el megavatio-hora / EP

Sara Ledo

Sara Ledo

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La factura de la luz ha encadenado en mayo su tercer ascenso consecutivo en el año, lo que la convierte en la más cara de todo 2021 por el alza del coste de los derechos de emisión de CO2. Este récord se produce un día antes de que el Gobierno lleve al Consejo de Ministros un anteproyecto de ley para recortar los beneficios que obtienen nucleares e hidroeléctricas con la subida del CO2.

El recibo de la luz de mayo supera, incluso, al de abril, cuando llegó a 62,56 euros, que había sido el más caro del año hasta la fecha. Según Efe, a partir de los datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), para un consumidor tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilotavios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 Kwh al mes), acogido a la tarifa regulada o PVPC-, el recibo de este mes será de 63,50 euros, un 1,5 % más caro que el de abril.

El motivo se debe a que el precio de la luz en el mercado mayorista se situó en mayo en 67,12 euros el megavatio-hora, por encima del precio registrado en mayo cuando la borrasca Filomena disparó las cifras. El precio del mercado conocido como 'pool' supone cerca del 33% del recibo de la luz y se completa con los costes regulados (objeto de cambio este lunes con las nuevas tarifas) y los impuestos.

El alza de este mes, supera los 65,07 del mes de abril, y en ambos casos se debe a que el precio de los derechos de emisión de CO2 se han disparado en el entorno de los 50 y los 55 euros. El sistema eléctrico español es marginalista, por eso, el precio de la última tecnología que entra para casar oferta y demanda es el que se establece para todas ellas. Esto provoca que pueda haber solo un 9% de generación fósil y, sin embargo, sean los ciclos combinados (centrales que queman gas natural) los que marcan el precio. De esta forma, el recibo de los consumidores es más caro y, al mismo tiempo, centrales eléctricas baratas como nucleares, renovables e hidroeléctricas reciben una retribución alta, a pesar de su bajo coste y de no emitir CO2.

Es por ello que el Gobierno llevará este martes al Consejo de Ministros un anteproyecto de Ley de "minoración de parte del dividendo de carbono a las plantas no emisoras previas al 2005 que vendan energía en el mercado". Es decir, afecta principalmente a las centrales nucleares e hidroeléctricas con el objetivo de reducir el recibo de la luz. No obstante, con este mecanismo solo se eliminarán los beneficios extra que reciben estas centrales por el carbono, pero no aquellos que recibe cuando hace frío y no hay viento, como ocurrió durante la etapa de Filomena; además, su aprobación como anteproyecto de ley anticipa que el cambio no se verá de forma inmediata en la factura.