Señales positivas

El 38% de las medianas empresas españolas espera mejorar sus ingresos

Crece el porcentaje de empresas que espera mejorar sus ingresos y sus beneficios

Tres de cada diez directivos confían en una buena evolución de la economía en 2021

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empresa crecer / Pixabay

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La mediana empresa española tiene mejores sensaciones con respecto a la evolución de la economía en 2021 y también en cómo va a progresar su actividad. En concreto, tres de cada diez directivos (el 29,1%) aseguran mostrarse optimistas: 5 puntos más que a  mediados de 2020, según indica un reciente informe elaborado por la consultora GranThornton. 

En cuanto a cómo creen que van a evolucionar sus resultados,  sus políticas de precios y sus exportaciones, los empresarios españoles también han  mejorado sus perspectivas. El 38% de las compañías medianas españolas prevé aumentar sus ingresos en 2021, lo que supone un repunte en 10 puntos respecto al primer semestre de 2020. 

Un dato alejado del de finales de 2019, en que casi la mitad de los empresarios confiaban en aumentar ingresos, pero que muestra una evolución positiva incluso en plena tercera oleada. 

En cuanto a los beneficios, el 29% de los empresarios confían en aumentar sus ganancias en los próximos meses, 6 puntos por encima de lo registrado tras el primer semestre de 2020. La mejora de la percepción en estos elementos, unida a que el 21% espera poder incrementar sus precios, ha propiciado una mejor percepción de la coyuntura. 

El tercer elemento que determina las perspectivas de la mediana empresa española son  las inversiones, y el porcentaje de empresarios que prevén incrementarlas en 2021 se  sitúa en 25,9 puntos, superando el dato del primer semestre de 2020  (24,3). 

Señales positivas vs. pesimismo

Es decir, se detectan ligeras señales positivas en las expectativas de crecimiento empresarial. Sin embargo, se trata de un nivel todavía lejos del 40,5% de empresarios que decían mostrarse confiados en el futuro de la economía a finales de  2019, justo antes de la pandemia. Y está lejos también de las estimaciones europeas, que también han mejorado en relación con el primer semestre de 2020: hay optimismo en el 36,1% de los empresarios europeos encuestados. Esta misma tendencia se registra en la media global, donde más de la mitad de los directivos (57,2%) se muestran confiados en que la economía mejorará.

Así, los empresarios españoles son todavía los menos optimistas cuando se analiza la evolución de la economía enste año. La razón, según Carlos González Luis,  portavoz de Grant Thornton, reside en “la gran dependencia de nuestra economía del sector servicios en general y de actividades especialmente impactadas por la pandemia como el turismo". 

“Para que ese optimismo acabe de alinearse con nuestros países homólogos, es importante una mayor claridad sobre los plazos y mecanismos en  torno a los cuales se articulará la llegada a nuestro país de los Fondos de Recuperación  y Resiliencia europeos”, añade. 

Sin embargo, pese al contexto nacional las previsiones del mid-market español superan la media de la UE en lo que se refiere a ingresos y, sobre todo, a exportaciones: el 32% de los directivos españoles consultados asegura que aumentará sus exportaciones el año próximo, frente al 24% de la media europea. En este sentido, la consultora destaca que los directivos españoles tienen todavía una menor disposición exportadora que antes de la pandemia, aunque se muestran más convencidos de apostar por la salida al exterior de cara a su recuperación que sus colegas europeos.

En este sentido, Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton en España, afirma que “es imprescindible que nuestras empresas tomen conciencia de que las exportaciones han de ser un elemento fundamental de sus estrategias de cara a la recuperación, en un contexto en el que cabe esperar una contracción del consumo interno por lo menos en el corto plazo”

Las inversiones

En materia de inversión, el informe observa un cambio de tendencia. Si durante el primer semestre de 2020, los esfuerzos y previsiones de incremento se centraron en mejorar el I+D y tecnología, ahora es la inversión en activos tangibles (como la compra de nuevas plantas o de maquinaria) la que  registra mayores incrementos, en gran medida por el desbloqueo de inversiones que estuvieron paradas durante el confinamiento.  

En contraste, solo el 34% de los empresarios españoles reconoce que elevará sus inversiones en tecnología el próximo año: cifra que se sitúa 2 puntos por debajo que  de la del primer semestre 2020 y lejos todavía del 45% que alcanzó en 2019. La misma situación ocurre con la inversión destinada al I+D. El 27% dicen que destinarán más  recursos a esta partida el próximo año, sin registrar apenas variaciones con respecto al  semestre anterior y 15 puntos menos de lo declarado a finales de 2019.  

La decisión de los empresarios españoles contrasta con la tendencia europea y global,  que sigue apostando por aumentar sus inversiones en I+D y tecnología, aunque también  de manera prudente. “Tecnología, innovación y sostenibilidad son los pilares que la  Unión ha marcado para situar al país en una senda adecuada de recuperación. Por  tanto, lo recomendable es que la empresa española del middle-market siga apostando por invertir estratégicamente en ellas”, apunta González Luis. 

¿Y los fondos europeos?

Precisamente la tecnología es uno de los principales ejes sobre los que pivotan los Fondos  Europeos de Recuperación y Resiliencia. A la espera de que durante la segunda mitad  del año España reciba una primera partida de 27.000 millones de euros, los directivos nacionales de la mediana empresa reconocen que miran todavía con cierta  distancia el acceso a estas ayudas.  

El 33% de los empresarios españoles encuestados en el ‘Pulso de Grant Thornton’  asegura que conoce el procedimiento para acceder y está preparado para solicitarlas. Sin embargo, otro 32% reconoce que no cumple con los requisitos para  acceder a estos fondos, pese a ser plenamente conocedores de todos los trámites para  solicitarlos.  

Además, el 17% de los encuestados dice que no ha intentado por el momento acceder a ninguna  ayuda y la misma proporción, mientras que otro 17%, asegura desconocer por completo el  procedimiento para activar la solicitud. 

Barreras e incertidumbres

Del lado de los elementos que más inquietan a las medianas empresas, el informe registra un nivel de incertidumbre todavía muy elevado. El 66,2% de los empresarios considera que la incertidumbre sobre la evolución de la  economía española es una de las principales barreras para su crecimiento, porcentaje todavía alto pero que mejora en 9 puntos al registrado en el primer semestre de 2020. 

Esta cifra está cerca además del 62,3% global, pero lejos del 55,1% de la UE, de modo que la percepción de incertidumbre es más acusada en nuestro país que en los de  nuestro entorno. 

La preocupación sobre el comportamiento de la demanda es otro de los elementos que sitúan la salud de la media empresa española en unos niveles de prudencia. Más de la mitad de las empresas consultadas (58,4%) ven la escasez de pedidos como una limitación potencial para su actividad en 2021. El dato empeora además en 5 puntos al registrado antes del verano, de modo que nuestros empresarios están hoy más  preocupados por la falta de demanda que antes del verano, entre la primera y la segunda  ola de la pandemia.

Sin embargo, los empresarios no ven tantas limitaciones a la oferta (38,2%) que van  poder poner a disposición del mercado, principalmente por una reducción de los costes laborales, una mayor disponibilidad de trabajadores cualificados y en la percepción de  que el acceso a financiación no empeoró durante la segunda mitad de 2020.