El Banco de España advierte de que la recuperación depende de la distancia social

El organismo destaca que la responsabilidad individual puede evitar medidas más restrictivas de contención

Apunta que las vacunas han llegado antes de lo previsto pero persisten las dudas sobre su despliegue

Insiste en que el PIB caerá el 0,8% en el cuarto trimestre pese a que el Gobierno prevé crecimiento

Sede del Banco de España, en Madrid.

Sede del Banco de España, en Madrid. / periodico

Pablo Allendesalazar

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Toque de atención del Banco de España a unos días que empiecen las fiestas de Navidad. El organismo supervisor ha advertido de que la recuperación de la economía a corto plazo depende de que el "mantenimiento de ciertas restricciones en las ramas en las que el contacto social desempeña un papel más relevante, junto con los comportamientos voluntarios de observancia del distanciamiento social, consiga contener los nuevos brotes de la enfermedad". Es decir, que ha hecho un velado llamamiento a que la responsabilidad individual y colectiva evite la adopción de medidas más contundentes para frenar la pandemia, con el consiguiente lastre para el PIB.

En su último informe trimestral sobre la economía española publicado este viernes, la institución gobernada por Pablo Hernández de Cos valora que la población se haya acostumbrado en cierto grado a convivir con el coronavirus. Así, ha destacado que la "adaptación de los patrones de conducta" de los hogares y las empresas a la enfermedad -a través, por ejemplo, del creciente uso del comercio online y el teletrabajo- está "limitando" los efectos sobre la actividad de las nuevas medidas de contención, cuyo impacto es "sensiblemente más reducido" que las adoptadas durante la primavera.

Vacunación crucial

El organismo, con todo, ha alertado de que todavía queda un trecho importante para poder cantar victoria sobre el covid-19. Los anuncios sobre los avances en las vacunas en noviembre, ha admitido, han recortado "algo" la previsión de muchas instituciones de que estuvieran disponibles para mediados de 2021. "Sin embargo, simultáneamente, la incertidumbre sigue siendo elevada en cuanto al tiempo necesario para inmunizar al conjunto de la población, por las dificultades que conllevan la fabricación y la distribución del número de dosis necesarias", ha puntualizado.

Se trata de un asunto de máxima importancia, y no solo por razones sanitarias. De las vacunas, ha advertido el Banco de España, depende el tamaño de las cicatrices que dejará la crisis: "La duración del proceso de inmunización de la población será un determinante crucial de la magnitud de los posibles efectos de la pandemia más allá del corto plazo". La actuación de las políticas económicas han mitigado los impactos, "pero no logrará evitarlos por completo", y además se han acelerado procesos de transformación estructural previos, como la digitalización, que harán "que harán necesaria una reasignación de recursos en las economías, cuya magnitud todavía es incierta".

Caída trimestral

La importancia de la vacunación y la responsabilidad social resulta evidente ante los últimos datos económicos. La actividad comenzó a frenarse tras el verano y está sufriendo una "cierta desaceleración adicional" en el cuarto trimestre como consecuencia de las medidas de contención de la segunda ola del coronavirus. Como ya adelantó hace unos días, el Banco de España prevé una caída del PIB del 0,8% entre octubre y diciembre frente al trimestre anterior en su escenario central, lo que equivale a un retroceso interanual del 9,8%. En el periodo, ha apuntado, la mitad de las empresas han visto caer su facturación y podría producirse el primer descenso en el precio de la vivienda desde el estallido de la pandemia.

También ha elaborado un escenario más benigno (0,6% y -8,6%) y otro más severo (-3% y -11,8%) debido a la naturaleza "incompleta" de la información disponible y las "dificultades para calibrar el impacto probablemente decreciente" de las medidas de contención sobre la actividad, como consecuencia de su carácter más selectivo y de la "adaptación de las pautas de comportamiento" de los agentes. Sus estimaciones, en cualquier caso, contrastan con las de la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, que prevé un crecimiento en el cuarto trimestre, que podría ser del 2,4%, según el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

Para el año que viene, el Banco de España calcula como más probable un crecimiento del 6,8% (8,6% en el escenario positivo y 4,2% en el negativo). Pero con una advertencia: "Los riesgos al crecimiento del PIB en el escenario central están moderadamente orientados a la baja. En particular, los desarrollos epidemiológicos podrían ser más adversos, lo que llevaría aparejada la introducción de medidas de contención más estrictas. Además, una mayor persistencia de la actual crisis podría provocar un empeoramiento de la situación financiera de aquellos agentes que se hallan en una situación de mayor vulnerabilidad patrimonial, ampliando así los efectos económicos adversos de la pandemia".