Innovación para frenar el virus

Arquitectura sanitaria para afrontar los rebrotes del covid

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Guillem Tapia

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Los hospitales hinchables y los recintos feriales reconvertidos en centros sanitarios fueron imprescindibles para combatir una pandemia que nadie vio venir. Ahora, sin embargo, los meses de confinamiento total, el fantasma del colapso de las urgencias que se vivió durante el 'pico de la curva' y, evidentemente, el elevado número de fallecidos, nos tienen sobre aviso. Por este motivo, Pmmtun estudio especializado en arquitectura hospitalaria con sede en Barcelona, propone avanzar hacia un modelo menos provisional y más cálido que el de los hospitales de campaña para prepararnos para los rebrotes del covid-19.

“Los centros y anexos improvisados fueron claves para combatir la pandemia en un primer momento, pero de cara al futuro hay que mejorar. Estas instalaciones son muy deshumanizadas -hay poca luz, la ventilación no es buena, no permiten las visitas de familiares en los últimos momentos- y eso genera mucho estrés tanto a los pacientes como a los sanitarios”, analiza Patricio Martínez, socio-director y co-fundador de Pmmt. El despacho de arquitectos propone una evolución del modelo, y para conseguirlo ha desarrollado el I-Covid Compact. Se trata de una infraestructura hospitalaria que se adapta a las ciudades con pocos solares disponibles y puede convertirse en un edificio satélite que permite apoyar la red sanitaria existente y reforzar el número de UCIs en épocas de emergencia. Este tipo de centro sanitario puede levantarse en unos 4 meses y precisa de una inversión de entre 7 y 9 millones de euros.

“Estamos en conversaciones con diferentes comunidades autónomas que están interesadas en el I-Covid Compact. En general las Administraciones se están moviendo porque el precio de no hacer nada es muy elevado”, señala Maximià Torruella, también co-fundador y directivo de Pmmt. ¿Y qué pasará con estos edificios cuando se descubra una vacuna o un tratamiento efectivo contra el covid-19? Los dos socios señalan que, cuando la amenaza del coronavirus remita, los centros están diseñados para reconvertirse fácilmente en anexos de servicios ligeros -como investigación o rehabilitación- de los hospitales principales. Además, más allá de las pandemias, la infraestructura también puede ser útil en otros casos de emergencias no previstas, como desastres naturales o ataques terroristas.

Además del I-Covid Compact, Pmmt ha desarrollado dos tipologías más de hospital basándose en los protocolos sanitarios que han ido publicando en los últimos meses entidades de salud pública como la OMS: el I-Covid Hospital System y el I-Covid Hospital Airbag. El primero es un hospital monográfico para contingencias especiales cuya misión es “desestresar” el sistema de salud y que puede ser útil sobre todo en países con infraestructuras sanitarias poco consolidadas que conviven con pandemias permanentemente. El segundo, el I-Covid Airbag, no es un edificio completo, sino una serie de ajustes que permiten que los hospitales existentes estén mejor preparados para los rebrotes del covid y otras emergencias sanitarias similares.

Innovación para parar el golpe

Pmmt Arquitectura emplea a 35 personas y facturó 3 millones de euros en 2019. Este año el despacho confía en poder “parar el golpe” que supuso el parón durante el confinamiento con los nuevos modelos de hospitales I-Covid y acercarse a la cifra de negocio conseguida el pasado ejercicio. Alrededor del 40% de los ingresos de la empresa procede de proyectos internacionales, mientras que en nuestro país sus clientes son tanto grupos de sanidad privados como el sistema público de salud.