Detenidos dos hermanos en Girona que ocupaban pisos para alquilarlos a terceros
Los Mossos d’Esquadra han detenido a dos hermanos de 28 y 34 años, vecinos de Girona, que forzaban las puertas de los pisos que estaban vacíos en el edificio donde vivían para ocuparlos y alquilarlos a terceros.
Según ha informado este lunes la policía catalana, los hechos se remontan a las noches del pasado 7 y 10 de agosto, cuando los agentes fueron requeridos para intervenir en dos peleas entre dos grupos de personas en la calle Bassegoda de Girona.
En la primera de las actuaciones, fue detenido un chico como presunto autor de un delito de lesiones al propinar varios golpes con unas muletas a otro joven.
Con estos dos incidentes consecutivos y otros hechos similares que se habían producido en los últimos meses, se inició una investigación para averiguar el origen de las discusiones.
Víctimas de estafa
Después de identificar a las dos partes implicadas, la policía averiguó que una de ellas había sido víctimas de una estafa y eran, además, víctimas de diversas coacciones y amenazas, junto a su familia, por parte de dos jóvenes que viven en el mismo bloque.
Los Mossos constataron que los dos detenidos forzaban las puertas de los pisos que estaban vacíos en su edificio para ocuparlos y alquilarlos con el objetivo de hacer negocio, por lo que fueron detenidos por los delitos de estafa, amenazas y coacciones.
Los detenidos entregaron uno de los pisos ocupados a una familia a cambio de 1.500 euros pero, una vez instalados, les amenazaron y coaccionaron con varios cortes en el suministro de agua, bloqueos del ascensor comunitario o amenazas con arma blanca, para que se fueran y poder disponer nuevamente del piso.
Los detenidos, a quienes no les constan antecedentes, pasaron el pasado día 13 a disposición del juzgado de guardia de Girona, que decretó su libertad a la espera de juicio.
Un matrimonio, también detenido
Los Mossos han hecho dos detenidos más en relación con este caso. Se trata de un matrimonio de 41 y 35 años, los dos de procedencia marroquí, que convirtieron a los hermanos en sus cómplices. Los enseñaron cómo reventar pisos, ofrecerlos a familias para que se instalaran y, una vez ya residían en la vivienda, amenazarlas para que se marcharan. El marido, que no tiene antecedentes, está acusado de usurpación, estafas, coacciones y amenazas. Y a ella, que sí tiene, de estafas, coacciones y usurpación.
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