CONSUMO

El precio de la comida se dispara en la pandemia: qué es lo que más ha subido

Según un informe de la OCDE, el precio de la comida en los países miembros subió un 4,2% en abril, la mayor subida mensual desde 2012. ¿Cuáles son las causas de este incremento? ¿Se mantendrá en el medio y largo plazo?

Según un informe de la OCDE, el precio de la comida en los países miembros subió un 4,2% en abril, la mayor subida mensual desde 2012. ¿Cuáles son las causas de este incremento? ¿Se mantendrá en el medio y largo plazo?

El precio de la comida se dispara en la pandemia: qué es lo que más ha subido

El precio de la comida se dispara en la pandemia: qué es lo que más ha subido / economia

Nora Benito

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La comida sube y el petróleo baja. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los precios de la energía cayeron un 12,2% en abril, pero los de los alimentos aumentaron un 4,2% en este mismo mes, la mayor subida mensual desde 2012.

Antes de pararnos a mirar los datos de la inflación anual en el área de la OCDE, que se desacelera al 0,9% en abril, hay que tener en cuenta un imprevisto ante la situación que hemos vivido.

Al menos así lo recalca a BYZness la directora de proyectos internacionales del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), Matilde Mas, quien hace hincapié en que la crisis de la COVID-19 “hace plantearnos la pregunta sobre cómo se puede hablar de precios de algo que no tiene precio porque no lo has podido comprar”. Y es aquí donde se encuentra el punto de inicio.

“En realidad, los precios que está dando la OCDE son en cierta forma un artefacto estadístico en el sentido de que mide los precios de los bienes y servicios que ha sido posible comprar durante el confinamiento por la pandemia”, aclara Matilde Mas, al tiempo que añade: “Todos los demás precios son artefactos estadísticos para cubrir algo que no existe”.

Pero ¿a qué se debe este fenómeno? ¿Cuáles son sus causas? “Según los resultados de la OCDE, los índices de alimentos han subido porque es lo único que se compraba, la demanda de alimentos era una excusa para salir, por lo que aumenta su demanda”, explica Mas. Según esta experta, los alimentos frescos han aumentado su precio porque la gente quería comprar más y por el problema que ha habido con los temporeros. “Si sube la demanda y se corta la oferta el resultado está claro”, subraya.

LOS ALIMENTOS FRESCOS, ENTRE LOS QUE MÁS SUBEN

Según afirma el profesor de EAE Business School, Mariano Iñigo, “el dato de abril está influido por los inicios de los confinamientos en diferentes zonas del mundo, cuando se produjo acaparación y hubo cierto desabastecimiento, lo que dio lugar a un incremento de los precios que se ha ido regulando con el paso de las semanas”.

Si miramos hacia el de los alimentos, y más en concreto en España, y tomando de la mano los datos del INE, los productos que más aumentaron sus precios fueron los frescos, con las legumbres y hortalizas a la cabeza con una tasa de variación mensual del 10,4%. El marisco fresco y el pescado también incrementaron sus precios, con una tasa mensual del 3,5%y del 2,7%, respectivamente. En lo que respecta a los precios de los envasados, los que más subieron fueron las pizzas (3,6%) y las pastas alimenticias y los zumos de frutas (2,5%).

Los precios de los alimentos subieron en abril y la crisis del coronavirus tuvo incidencia directa en este fenómeno. “No solo por un incremento de la demanda, sino porque ha habido dificultades de suministro que en el caso español no han sido muy graves”, subraya el profesor de EAE Business School.

UN CONSUMO CON PERSPECTIVAS

¿Y esta tendencia puede continuar a medio o largo plazo? “A nivel mensual se está produciendo un aplanamiento de la curva, se están normalizando los precios porque cada vez más se están recogiendo las cosechas en el campo y porque las campañas que vienen van a ser buenas. En mayo ya se ve cierta corrección y lo normal es que se vaya corrigiendo a lo largo del año, siempre que este transcurra dentro de lo ‘normal’”, apostilla Mariano Íñigo. Un proceso de normalización que, según este experto, dependerá en gran medida de si hay un rebrote de la enfermedad.

La subida de precios trae consecuencias directas en el consumo, pero habrá que tomar perspectiva. “La compra de hoy hará que mañana se compre menos”, ratifica Íñigo. “No creo que en el sector de la alimentación doméstica cambien mucho las cosas, pero el problema es que la alimentación está influida por la hostelería”, añade.

Por su parte, Matilde Mas apunta también a una cuestión de expectativas en relación a los precios. Es decir, si se espera que los precios vayan a bajar, la gente no comprará, mientras que si se espera que vayan a subir, comprará más. “Es un problema de expectativas”, concluye.