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La OCDE augura una caída del PIB de hasta el 14,4% en España

El PIB de España se contraerá hasta un 14,4%, la mayor caída de toda la OCDE

El PIB de España se contraerá hasta un 14,4%, la mayor caída de toda la OCDE. En la foto, un operario limpia las instalaciones de la playa de Barcelona. / periodico

Eva Cantón

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La epidemia de covid-19 es la peor crisis sanitaria y económica desde la Segunda Guerra Mundial y su evolución genera una gran incertidumbre. Aunque el mundo camina hacia una lenta recuperación tras el confinamiento adoptado para frenar la expansión del virus, las consecuencias del parón -entre el 20% y el 30% en algunos países- serán duraderas y afectarán más a la población más vulnerable.

Es lo que constata la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su último informe de Perspectivas presentado este miércoles y en el que baraja dos escenarios: el más optimista da por hecho que el virus sigue bajo control, el más pesimista que habrá un rebrote a finales del 2020.

España, uno de los países más azotados por la enfermedad, vería en este último caso desplomarse el PIB un 14,4% (un 11,1% si no hay rebrote) recuperando su crecimiento un 5% en 2021 o un 7,5%  en el mejor de los escenarios. La economía española es la que más sufre en el conjunto de la OCDE junto a la francesa y la italiana, que registran desplomes del 11,4% y del 11,3% respectivamente, entre otras cosas por el peso del sector turístico, duramente impactado por epidemia. En el caso español, además, la crisis se deja notar en el mercado laboral y en la situación financiera de hogares y empresas.

La contracción se traducirá en una tasa de paro del 19,2% en el mejor de los escenarios y del 20,1% en el peor, un déficit que llegará al 10,3% del PIB este año (12,5% si hay rebrote) y una deuda pública del 139,5% o del 151,2% del PIB en función de la evolución del virus.

La OCDE sugiere que, a medida que se inicia la recuperación de la actividad, los trabajos a tiempo parcial tienen que sustituirse gradualmente por políticas de empleo que ayuden a empresas y trabajadores de los sectores más impactados por la crisis a orientarse hacia actividades con mejores perspectivas a medio plazo.

Cooperación

El organismo con sede en París cree que algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno para amortiguar el golpe deben no solo mantenerse sino mejorarse para evitar que los efectos económicos de la pandemia deriven en problemas estructurales. Asimismo, recomienda una cooperación con el sector privado y con los gobiernos autonómicos para relanzar el sector turístico.

“Mientras no haya una vacuna o un tratamiento ampliamente accesible, los gobiernos continuarán caminando en la cuerda floja”, indica el informe. "Los sectores afectados por el cierre de fronteras y los que requieren un contacto personal cercano, como el turismo, los viajes, los espectáculos, la restauración y los hoteles no retomaran la actividad como antes”, advierte.

Desplome de la zona euro

De ser necesarias nuevas medidas de confinamiento ante un eventual rebrote en otoño, el organismo augura una contracción de la economía mundial del 7,6% este año, un 6% si la epidemia sigue bajo control. El largo y estricto confinamiento en Europa ha provocado un desplome del PIB en la zona euro de entre el 9,1% y el 11,5%.

Después de registrar su nivel más bajo en cincuenta años, la tasa de paro en la OCDE se ha duplicado en los seis primeros meses del año y podría alcanzar el 12,5% de aquí a finales de año.

Durante este periodo de transición, recomienda orientar a los parados hacia sectores con mayor potencial de crecimiento y ayudar a la reestructuración de las empresas. Otro motivo de preocupación es el paso de “la gran integración” a “la gran fragmentación” por el aumento de las desigualdades entre países y entre trabajadores cualificados y no cualificados.

El gasto financiado con préstamos estatales deberá centrarse en los más vulnerables y en inversiones en sectores que garanticen la transición hacia una economía más resiliente y sostenible, según la economista jefe de la OCDE, Laurence Booone.

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