CRISIS DEL CORONAVIRUS

Cuarentena: las sanciones a las que te enfrentas si no te quedas en casa

Quienes se salten el confinamiento impuesto con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus, además de mostrar una profunda irresponsabilidad, tendrán que afrontar sanciones que oscilan entre los 100 y los 600.000 euros o incluso penas de prisión.

Quienes se salten el confinamiento impuesto con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus, además de mostrar una profunda irresponsabilidad, tendrán que afrontar sanciones que oscilan entre los 100 y los 600.000 euros o incluso penas de prisión

Sanciones por el coronavirus

Sanciones por el coronavirus / economia

Fran Leal

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La declaración del Estado de Alarma en nuestro país, a través del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, ha cambiado nuestro día a día por completo. El confinamiento al que se nos obliga a la ciudadanía, si bien es cierto que según las autoridades y los expertos es la mejor medida para combatir el virus, genera en muchas personas una sensación de ansiedad muy importante que tendremos que aprender a controlar estas semanas. Otros, en cambio, directamente hacen caso omiso a las órdenes de que nos quedemos en casa...

¿Por qué se cuestiona el confinamiento?

No poder pisar la calle, salvo algunas excepciones, sin duda trastoca por completo nuestra vida, y más aún en España, donde buena parte de nuestro día a día transcurre fuera del hogar. En cambio, esto no es excusa para incumplir con nuestra obligación de quedarnos en casa, pues la salud de muchos de nuestros ciudadanos (familiares o no) está en juego.

Aun así, pese a la situación de crisis sanitaria sin precedentes que estamos viviendo, y en una muestra palmaria de irresponsabilidad, algunas personas (una minoría, afortunadamente) cuestionan las medidas de confinamiento e, incluso, deciden no cumplir el papel que tienen asignado en esta ‘guerra’.

Según Mariano Urraco, sociólogo y profesor de la Udima, este tipo de conductas “viene a ser una manifestación más de la socialización que hemos recibido en las sociedades occidentales, en las que el espíritu crítico (o al menos la no aceptación automática de lo que se nos dice) es un rasgo que se transmite a los individuos a lo largo de la vida”. De ahí que sea tan complicado encontrar en nuestras sociedades democráticas consensos totales.

En opinión del experto, no debemos renunciar nunca a la crítica como sociedad, si es constructiva. Pero ello no puede traducirse en una “resistencia irracional a unas instrucciones sensatas y aparentemente necesarias, procedentes de fuentes que deben gozar de credibilidad y confianza”. No obstante, Urraco recuerda que, en esta crisis, la población ha recibido informaciones contradictorias, lo que no ha contribuido a difundir la idea de que las medidas son necesarias, junto a la conducta “de algunas personas que, por su posición, debían dar ejemplo”. En definitiva, y una vez más, vemos cómo “la confianza se socava cuando el emisor no cumple con lo que nos está pidiendo a los demás que hagamos”.

A pesar de todo, y por mucho que destacan las actitudes incívicas e irresponsables de algunos individuos, Urraco subraya que, “en general, parece que las acciones de la población están siendo bastante disciplinadas”.

Duras sanciones para quien no cumpla

En esta grave crisis sanitaria, aquellos que opten por desobedecer y saltarse el confinamiento, además de estar cometiendo una imprudencia enorme, se enfrentan a unas sanciones realmente importantes:

  • En primer lugar, las infracciones que contempla la Ley Orgánica 4/2005 de Protección de la Seguridad Ciudadana pueden suponer sanciones desde los 100 hasta los 600.000 euros, dependiendo de la gravedad. 
  • La aplicación de la Ley General de Salud Pública 33/2011 puede conllevar una sanción que oscila entre los 3.001 euros de las infracciones graves hasta los 600.000 de las muy graves.
  • Del mismo modo, en aplicación de la Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil las multas pueden oscilar entre los 1.501 y los 600.000 euros.
  • Por último, si cometemos un delito de desobediencia (código penal), nos expondremos a penas de prisión de 3 meses a 1 año o multas de 6 a 18 meses.

La eficacia de las sanciones

Simple y llanamente, las sanciones pretenden funcionar como elemento disuasorio para aquellos que no cumplen con su obligación en el Estado de Alarma. Eso sí, Urraco apunta la importancia que tiene que la aplicación de las mismas no se haga de forma “arbitraria o aleatoria”, porque podría ser contraproducente. “Ciertas conductas muy poco ejemplares no han recibido sanción alguna”, afirma el sociólogo, lo que podría “generar sentimientos de agravio entre quienes sí son sancionados”. Además, señala que habrá que estar muy atentos para que no se genere una “brecha de movilidad entre quienes, eventualmente, podrían hacer frente a una sanción y quienes no tienen recursos para ello”.

Obviamente, esta situación dependerá de la cuantía de las sanciones, pero Urraco concluye asegurando que lo más efectivo para que mantengan su carácter disuasorio es la toma de conciencia y demostrar que estas sanciones “son reales y se están imponiendo”.

La mayoría de la población, como en todos los ámbitos de la vida, tras unos primeros días más inciertos, está haciendo gala de su sentido de la responsabilidad. Pero otros, una minoría, no entran en razón, y para ellos están precisamente las sanciones. Sea por la primera postura (mucho más loable) o por la segunda, la directriz es la misma: quédate en casa.