Ábalos: "Un 30% más de tráfico en la AP-7 es absorbible"

-Tras casi 50 años de peajes se levantan las barreras en el tramo Tarragona-Alicante de la AP-7 y el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, atiende al diario Levante

- Se levantan las barreras y lógicamente la autovía debe revertir en perfecto estado. Lo que hace el Ministerio de Fomento es hacerse cargo de la conservación de esta vía, que es la de mayor longitud que se ha liberado hasta ahora. Tampoco es que se haya liberado mucho, porque todas las que se han hecho han sido con este Gobierno, la AP-1, y

en esta ocasión la AP-4 de Sevilla a Cádiz y la AP-7 de Alicante a Tarragona. Esto es un hecho inédito en la historia de los peajes y de las autopistas.

—El siguiente debate es el de las nuevas conexiones con la AP-7. ¿Hay previstas obras?

--A partir de ahí lógicamente habrá que eliminar las barreras, los peajes y ahí las empresas que ya están adjudicadas asumen parte de la plantilla para las tareas de conservación, digamos por deferencia y sensibilidad frente a los trabajadores que se ven afectados por un ERE, y es la condición que hemos puesto. Y a partir de ahí se integra en las autovías del Estado. Nos falta trabajar el tema de las conexiones y eso pretendemos abordarlo.

— Una parte del sector turístico aboga por un peaje blando. ¿Se lo ha planteado?

-- No nos hemos planteado nada. Lo que sí ocurre es que algunos, no ya desconfiados sino con ganas de no concederte nada, pues han planteado dudas. Hay que abordar la financiación y la sostenibilidad de las vías de alta capacidad. Pero esto es algo donde tiene que haber acuerdo y esa reflexión tiene que establecerse, pero de momento no tenemos ninguna propuesta al respecto.

— ¿Hay quien teme que pueda colapsarse la infraestructura...

-Eso es muy curioso. Hemos vivido una presión tremenda para que se libere y ahora que se libera empezamos a poner pegas. Es impresionante, nunca llueve a gusto de todo el mundo.  Si la liberas, mal, si no la liberas, mal. En fin, claro que tiene que tener afecciones.  Tenemos ya una experiencia con la AP-1 en Burgos, que acabó el peaje el año pasado y ha registrado un 30% de incremento del tráfico. Lo previsible en este caso de la AP-7 es que sea del orden de ese incremento, que es absorbible.

—Y ¿algún efecto más?

--En la AP-1 el nivel de siniestralidad ha bajado enormemente. En todo este año no se ha registrado ningún accidente muy grave. La eliminación del peaje, por tanto, contribuye mucho a la seguridad. Luego está el desvío de camiones, que en un 80% en el caso que comentaba han dejado de circular por la carretera nacional, lo que incide en la seguridad. Y el sector del transporte está encantado porque supone un valor importante para ellos. 

— ¿Prevén una ampliación por si aumenta mucho el tráfico?

—  No. No tenemos esa previsión.

—Y en qué estado se recibe la autovía, ¿qué dicen los técnicos?

— A mí no me ha llegado nada desfavorable.

—- En el capítulo político, ¿será la investidura en la primera quincena de enero?

--Pues no lo sé. No depende exclusivamente de nosotros. Pero también advierto de que es la voluntad del PSOE que finalmente la consigamos. Hay que cumplir con el resultado de las urnas y cuanto antes mejor.

— La sensación es que ERC maneja los tiempos...

-- Bueno, maneja los tiempos no estrictamente. Tienen que tomar una decisión y la verdad es que al final hace falta superar una mayoría simple en el Congreso, hay quien te la niega (PP) y hay quien se la piensa (ERC). Con quien te la niega pues poco hay que hacer porque no te deja margen.

—Han vuelto a reunirse en las últimas horas. ¿Está más cerca la investidura?

Como digo todo está en función de tomar la decisión. La decisión de encarar un nuevo tiempo, todo está en función de eso de eso.

— ¿Fue un error repetir elecciones?

— Ya da igual. La cuestión es la situación en la que estamos y la experiencia anterior. Eso es lo que hay que combinar.