La industria energética reclama al Parlament que avale el decreto para impulsar las renovables

Cruzan los dedos. La industria catalana de la energía espera que el Parlament convalide este miércoles el decreto que impulsa de nuevo las energías renovables. El Clúster de l'Energia Eficient de Catalunya (CEEC), que agrupa a más de 160 empresas que representan toda la cadena de valor de la energía, espera que la cámara catalana deje al margen la turbulenta situación política y convalide la norma que supone derogar la regulación que ha paralizado el sector renovable durante casi una década y facilita un nuevo marco con ventailla única y un plazo de tramitación máximod e 13 meses.

"Hay que tener en cuenta que es un decreto de medidas urgentes", con el que se han mostrado a favor tanto el sector privado como la mayoría de partidos, destaca Esther Izquierdo, presidenta del CEEC. En este sentido recuerda también que tanto el Parlamento europeo como la Generalitat ha declarado la "emergencia climática", lo que requiere medidas. El impulso de las energías renovables es una de las soluciones, afirma.

A juicio de esta organización una negativa por parte del Parlament a esta nueva regulación promovida por la 'consellera' d'Empresa, Àngels Chacón, podría ser interpretada por las empresas y la opinión pública como "un contrasentido"  y situaría de nuevo a Catalunya en "la incertidumbre". El Clúster admite que el decreto ley podría haber incorporado más medidas, pero "estos elementos adicionales se pueden incorporar en futuras disposiciones legales". 

Objetivos

El Ejecutivo catalán tiene previsto que las energías renovables supongan la mitad de la producción energética en el 2030 y el 100% en el 2050. En la actualidad apenas significan el 8,5%. De hecho, la comunidad pasó de ser pionera a situarse a la cola de las autonomías en aportación de las fuentes limpias a la producción de energía.

En la actualidad, la potencia eólica instalada en Catalunya es de 1.200 megavatios (MW) y la solar fotovoltaica, de 300. El objetivo para el 2030 es que la primera llegue a 4.000 MW y la segunda, a 6.000, recuerda Izquierdo.

El CEE entiende que romper el corsé que fernaba la implantación de energías renovables puede suponer un impulso para la industria catalana vinculada al sector.