El expresidente de la CAM admite que no tenía "conocimientos técnicos"

Modesto Crespo, presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) entre el 2009 y el 2011, ha admitido este miércoles que "no tenía conocimientos técnicos contables" pese a ser el máximo responsable de la quinta entidad de ahorro del país. Lo ha dicho ante la comisión de investigación de la crisis para exculparse de la debacle de la caja, cuyo rescate costó 26.302 millones de euros según el Tribunal de Cuentas, pero no deja de ser un reflejo de los desmanes que se llevaron a la mayoría de las cajas por delante.

El exbanquero ha asegurado que fue "simplemente" presidente no ejecutivo de la entidad alicantina, que sus funciones eran puramente "institucionales" y que espera haberlas desempeñado "dignamente". "Pido perdón. Me hubiera gustado que el resultado de mi gestión hubiera sido otro, pero fue imposible", se ha defendido de las acusaciones de los diputados.

"Si hubiera tenido que ser presidente ejecutivo, lo hubiera rechazado. Llegué a la presidencia en el 2009 y solo puede hacer lo que pude hacer. Solo me dio tiempo a deshacer algunos entuertos", ha afirmado el empresario, aupado al cargo por el entonces presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps. "Al menos durante mi mandato no hubo politización alguna", ha asegurado.

Sí a todo

El empresario, graduado social de formación y con negocios de concesionarios de automóvil, ha asegurado que el consejo de la caja aprobaba las propuestas de inversión y crédito de los "técnicos" de la entidad prácticamente sin cuestionarlas. Lo mismo sucedía con las cuentas de resultados, ya que les llegaban sin salvedades de los auditores. "No me correspondía a mi analizar la valía del señor López Abad, que llevaba 14 años en el cargo", ha afirmado sobre el director general de la CAM, recientemente condenado por la Audiencia Nacional por falsear las cuentas. 

También ha admitido que como presidente no podía recibir un sueldo, pero que sí cobró 300.000 euros al año en bruto como presidente ejecutivo de una filial de la CAM de participaciones empresariales no inmobiliarias. Pero este sueldo, ha alegado, estaba justificado porque usó sus "contactos" en el mundo empresarial alicantino para buscar negocio y porque estaba en la media del sector financiero.

Crespo ha acusado también al Banco de España de obligar a la CAM a emitir las cuotas participativas, una especie de acciones con derechos de voto cuyos propietarios perdieron su dinero tras la intervención. "Fuimos los conejillos de indias", ha afirmado antes de asegurar que los consejeros no compraron estos títulos porque no les parecía "ético" ya que tenían acceso a información privilegiada