EE UU acusa a seis directivos de Volkswagen por el escándalo de las emisiones

La compañía se declara culpable y acepta pagar otros 4.300 millones de dólares

Marca 8Un empleado coloca el logotipo de Volkswagen a un vehículo.

Marca 8Un empleado coloca el logotipo de Volkswagen a un vehículo.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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La fiscalía general de Estados Unidos ha presentado cargos contra seis altos directivos de Volkswagen por su participación en la trama para falsear las emisiones contaminantes de sus motores diésel, una medida poco habitual para una Administración que ha sido criticada por sus renuencias para castigar penalmente los crímenes corporativos. Uno de los ejecutivos ya fue detenido en Florida y los otros cinco se cree que estarían en Alemania. El fabricante de coches alemán se ha declarado además culpable de tres de los cargos que pesaban en su contra y pagará 4.300 millones en multas civiles y penales, por lo que la factura estadounidense del escándalo se acerca ya a los 20.000 millones, una de las más elevadas de la historia.

Volkswagen ha aceptado los delitos de conspiración para defraudar al Gobierno y a los clientes de sus vehículos, así como el de violar la normativa medioambiental al instalar un software que falseaba las emisiones de óxido de nitrógeno. Ese software se instaló en cerca de 11 millones de vehículos en todo el mundo, unos 600.000 en EE UU. “Como ya saben no podemos meter a las compañías en la cárcel, pero sí podemos lograr que sus empleados rindan cuentas personalmente y que las empresas paguen multas onerosas”, ha dicho el número dos del FBI, Andrew McCabe. Habrá que ver si alguno de los directivos acaba yendo a prisión, algo que sería extraordinariamente inusual, dado que después de la crisis financiera docenas de bancos y aseguradoras fueron juzgados, pero ninguno de sus altos directivos acabó entre rejas. Muchas de ellas acabaron pagando, sin embargo, multas millonarias para cerrar extrajudicialmente los litigios.

“Esto es refleja que no son las multinacionales sin rostro las que cometen delitos, es la gente que trabaja para ellas la que lo hace”, ha dicho la fiscal general adjunta, Sally Yates. Los directivos imputados son todos de alto rango, nombres como Heinz-Jakob Nausser, encargado de la marca corporativa o Jens Hadler, supervisor del desarrollo de motores. Si se encuentran ya en Alemania será difícil que puedan ser procesados y comparezcan ante los tribunales, según publica la prensa estadounidense, porque Berlín es generalmente reacio a expatriar a sus conciudadanos.

Las autoridades estadounidenses empezaron a investigar el escándalo en 2014, después de que un estudio de la Universidad de Virginia Occidental mostrara que los coches diésel de la compañía contaminaban mucho más al rodar en carretera que durante los test de emisiones en el garaje.