Iberpotash inicia el proceso de cierre de la mina de Sallent

Iberpotash ha comenzado el proceso de cierre de la actividad minera en Sallent (Bages) y su traslado a la vecina localidad de Súria, que duplicará su producción además de reutilizar la sal, el residuo en la obtención de potasa, para su uso comercial en la industria química. Este proceso forma parte del 'plan Phoenix', que prevé una inversión de unos 480 millones de euros y del que se han consumido ya 220 millones, según fuentes de la compañía.

El traslado de toda la actividad de la compañía, que implicará el manteniento de los 4.000 empleos directos e indirectos que suman en la actualidad las dos explotaciones, está previsto que finalice en el 2019 o 2020. Eso supondrá que Súria absorberá al final un millón de toneladas anuales de producción adicional. La operación incluye a su vez la paulatina desaparición de las escombreras como la del Cogulló en Sallent y un plan de restauración "en un máximo de 50 años", según las mismas fuentes.

A partir de ahora disminuirá gradualmente la aportación de sal a la escombrera del Cogulló. A partir del 2017, tal como prevé una sentencia judicial y el plan de restauración presentado a la Generalitat, se dejará de llevar mineral a esa montaña y comenzará el proceso gradual de desaparición. El avance del plan director urbanístico para la zona, presentado por la Generalitat, establece el marco lebal para desarrollar los proyectos previstos por la compañía. 

TRASLADO DE PERSONAL

Los planes de Iberpotash, filial del grupo israelí ICL, contemplan el traslado de unas 40.000 toneladas de mineral trimestralmentre desde Balsareny a Súria en lugar de a Sallent. En el 2018 empezará el grueso del traslado de personal de una mina a la otra. Cada trimestre pasarán a partir de entonces unas 30 o 40 personas de una explotación a la otra hasta completar el proceso.

Uno de los elementos esenciales del proyecto, la rampa que baja hasta la mina de Cabanasses en Súria, estará finalizada hacia octubre del año que viene, según las previsiones del grupo. Se trata de una importante infraestructrura que evitará el paso de camiones por el centro del municipio (se suprimirá la circulación de más de 550 camiones diarios, según la compañía), reduciendo las emisiones de CO2 y mejorando la ventilación y la seguridad en la mina, y aumentará la eficacia de la producción. Según fuentes de Iberpotash, se trata de una rampa equiparable al Túnel del Cadí pero hacia abajo.    

La planta de sal, que desató hace unos años una batalla jurídica por parte del sector salinero, empezará a funcionar en pruebas entre mayo y junio próximos y funcionará plenamente a final de año. Su capacidad de producción es de 92.000 kilos a la hora de sal con una pureza de más del 99%. Iberpotash cerró un convenio con la multinacional holandesa Akzo Nobel Akzo Nobel para suministrarle en exclusiva este producto durante 30 años. Está prevista una segunda planta de sal. Entre las dos procesarán unos 1,5 millones de toneladas anuales de sal vacuum que ahora van a parar al depósito del Coguilló.

La sal vacuum de alta calidad, fabricada a partir de la sal como producto de la minería de potasa, se utiliza en una gran variedad de aplicaciones en la industria química, así como en productos especiales destinados a otros usos industriales. El acuerdo entre Iberpotash y Akzo Nobel prevé también la producción de  50.000 toneladas de potasa blanca.

A juicio de Iberpotash, sus planes no solo permiten mantener la producción en la comarca sino generar nuevas actividades en la zona de Sallent, "la valorización de la sal" y, a la vez "solucionar los pasivos del pasado", como las escombreras generadas durante años de actividad, en un máximo de medio siglo.