ESCÁNDALO EN EL GRUPO ALEMÁN

Volkswagen envió en abril cartas en las que ya alertaba a conductores de California

La empresa reaccionó así al saber que las autoridades de EEUU estaban investigando sus motores diésel, según la agencia Reuters

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En abril del 2015, cuando las autoridades de EEUU ya sospechaban de las <strong>emisiones</strong> de los <strong>motores diésel de Volkswagen</strong>, el grupo alemán envió cartas a propietarios de coches VW y Audi de California pidiéndoles que acudieran a su concesionario para una "actuación en el servicio de emisiones" que afectaba a sus vehículos, según informa en exclusiva la agencia Reuters. En la misiva, la firma les explicaba que actualizarían un software (en lugar del trucado que venía instalado de serie y que estaba siendo investigado por los reguladores estadounidenses) para asegurar que el sistema de emisiones "funcionara eficientemente".

Volkswagen no informaba en esas cartas que esa actuación escondía el objetivo de satisfacer al Gobierno de EEUU, molesto por las discrepancias entre los resultados de los test de emisiones y la polución real generada por los motores diésel de la firma alemana. Las autoridades medioambientales de California estaban detrás del tema desde diciembre del 2014, cuando Volkswagen insistía en que era un problema técnico de fácil resolución.

La misiva iba dirigida a propietarios de ciertos modelos de Volkswagen de los años 2010 a 2014 con motores diésel. Les instaba a contactar con el concesionario para actualizar un software que permitiría arreglar una disfunción en el sistema de luces. "Si se ilumina por cualquier motivo, su vehículo no pasará la inspección de emisiones", advertía la carta.

California ha confirmado la existencia de esas cartas que, según han apuntado, fueron una de las soluciones aportadas por el gigante alemán de la automoción.

Volkswagen ha admitido esta semana que 11 millones de vehículos en todo el mundo tienen estos motores con el sistema de emisiones trucado. El escándalo ha costado ya el cargo al presidente de la firma, Martin Winterkorn. Además, la empresa, que ha perdido valor en bolsa, ha destinado 6.500 millones de euros para hacer frente a posibles demandas.