El petróleo se desploma al precio más bajo desde octubre del 2009

Explotación petrolea de Nahr Bin Umar, en Badgad, en Irak.

Explotación petrolea de Nahr Bin Umar, en Badgad, en Irak.

OLGA GRAU / BARCELONA

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El precio del petróleo sigue su caída libre después de que la poderosa Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidiera la semana pasada no recortar su producción que asciende a 30 millones de barriles diarios. El crudo Brent, de referencia en Europa, reaccionó ayer a esta decisión y se derrumbó hasta los 67,92 euros a primera hora de la mañana, para después recuperarse ligeramente. Se trata del valor más bajo de los últimos cinco años y muy alejado de los 100 dólares que el cartel petrolero consideraba hasta ahora la referencia justa para productores y consumidores. En lo que va de ejercicio, el precio del Brent se ha recortado en un 38% (un 18% en el mes de noviembre).

BALÓN DE OXÍGENO/ La caída del precio del petróleo tiene consecuencias positivas para la economía. Para la zona euro, con un crecimiento medio muy débil del 1%, un paro del 11% y una inflación del 0,4%, el combustible barato es el mejor aliado para la recuperación. Incluso si la inflación bajara como consecuencia de la caída del Brent, no sería preocupante porque esos recursos que se liberan se podrían destinar al consumo.

En el caso español, un ahorro del 10% del precio del barril genera un incremento del PIB de cinco décimas, según explicó ayer el catedrático de Recursos Energéticos en la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona, Mariano Marzo. El déficit energético en España, resultado de la diferencia entre la importación de petróleo y la exportación de refinados, ascendió a 30.000 millones de euros en el 2013, cantidad equivalente al presupuesto de la Generalitat o al superávit anual que genera el turismo. Un recorte de un 40% de esta cantidad generaría un impacto considerable como reconoció el ministro de Economía Luis de Guindos el sábado al afirmar que el desplome del crudo permitirá un ahorro equivalente al 1% del PIB.

La caída del petróleo también tiene consecuencias positivas para los consumidores porque comporta una rebaja del precio de los carburantes, aunque esta se traslada siempre de forma más lenta por los impuestos y el poder de los distribuidores. Desde junio, la gasolina y el diésel se han abaratado en un 10% y en un 8%, respectivamente.

Pero, ¿qué está sucediendo con el precio de este combustible? Los analistas consideran que el cartel de países productores controlado por Arabia Saudí, del que forman parte también Argelia, Emiratos Árabes, Indonesia, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, está deliberadamente forzando la caída del precio del oro negro para parar las inversiones en producción no convencional (fracking) en EEUU.

«Arabia Saudí ha impreso un giro radical en la política de la OPEP que genera muchas incertidumbres en los inversores», afirmó Mariano Marzo. La principal incógnita radica en saber hasta qué nivel la OPEP va a dejar caer el precio del petróleo y a qué precio puede dañar al fracking.

Los analistas consideran que con el precio del barril de Brent a 80 dólares, la producción de fracking se reduce en un 4%, pero aunque el precio caiga por debajo de este nivel el efecto no es inmediato porque las inversiones en producción hidráulica en EEUU para este año ya se realizaron en el 2013, afirma Marzo.

Tras la decisión de Arabia Saudí se barajan otras especulaciones. La primera, más benigna, es que habría forzado la caída del petróleo para contribuir a la recuperación del crecimiento económico mundial, que está afectando a los países emergentes, principales mercados para los productos de los países del Golfo.

La versión más geopolítica apunta a un castigo a Rusia, país que ayer vio como el rublo se hundía más frente al dólar. En todo caso, los equilibrios políticos mundiales viven un cambio radical como consecuencia de la autonomía energética de EEUU.