La fatalidad se instala entre los jóvenes: el 80% opina que su situación no mejorará

Casi la mitad aceptaría cualquier empleo con cualquier sueldo, según un estudio del Centro Reina Sofía

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Los jóvenes españoles entre 18 y 24 años están convencidos de que les espera un futuro negro. La mitad de ellos (48,6%) aceptaría cualquier empleo, en cualquier lugar y con sueldo bajo, y el 61,7% considera muy probable tener que irse al extranjero para encontrar trabajo. Una inmensa mayoría (80%) tiene el convencimiento de que de que al menos en un futuro próximo tendrá que depender económicamente de su familia.

Esta radiografía de la juventud es el resultado de un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud y promovido por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). La investigación, basada en un millar de entrevistas, revela que el 47% de los jóvenes considera necesario apoyar movimientos que promuevan cambios profundos en el actual sistema político, económico y social.

ACEPTAR LO QUE SEA

El director técnico de la FAD, Eusebio Megías, ha dicho que los jóvenes se mueven "para que la situación cambie", lo cual no entra en conflicto con que acepten "lo que sea" porque "tienen que seguir viviendo".

Casi ocho de cada diez jóvenes culpan al Gobierno y a los partidos políticos de la situación actual y en su mayoría reclaman más ayudas para encontrar empleo (56%) o más incentivos a las empresas para que contraten a jóvenes (39,2%), mientras que el 50,7% acusa a los responsables económicos, empresarios y banqueros.

"Se ha roto la segunda parte del contrato social" o compromiso entre los jóvenes y la sociedad, ya que el sacrificio, la formación y el esfuerzo de los chicos y chicas por encontrar su camino no tiene "contrapartida", según ha explicado el director de la FAD, Ignacio Calderón.

La falta de trabajo hace que los chicos y chicas vuelvan a estudiar para no quedarse sin hacer nada. De hecho, siete de cada diez tienen la intención de retomar los estudios o ampliar su formación con el objetivo de conseguir un trabajo, y el 74% cree que el esfuerzo invertido en ello merece la pena.

FRUSTRACIÓN

Según los autores del estudio es palpable la "frustración" de los jóvenes preparados que sienten que sus estudios "no van a servirles" y tienen que rebajar sus expectativas laborales. El 53,2% de los encuestados declara que su último empleo no estaba "nada relacionado" con su formación, a diferencia del 13,2 %, que sí encuentra un fuerte vínculo entre ambos.

El paro y la precariedad generan una "quiebra de confianza en el sistema" y cierta "inquietud" en cuanto al futuro, pues casi el 39 % cree que los derechos de los ciudadanos "no volverán a ser como antes" después de la crisis. De hecho, casi el 20% de los jóvenes ha desempeñado su último empleo sin contrato, mientras que casi el 44% lo ha hecho con un contrato temporal, lo que no es más que una constatación de otro dato: el 48,6% de estos jóvenes aceptaría cualquier trabajo y en cualquier lugar, aunque tuviera un sueldo bajo. Sólo el 2,2% se encontraba o se había empleado como trabajador autónomo.