La reestructuración del sector bancario

«En la calle me llaman ladrón»

Narcís Serra defendió en su declaración al juez su gestión al frente de CatalunyaCaixa

Narcís Serra, en los juzgados el pasado lunes.

Narcís Serra, en los juzgados el pasado lunes.

J. G. ALBALAT / SONIA GUTIÉRREZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una hora y 38 minutos estuvo el expresidente de CatalunyaCaixa, Narcís Serra, el lunes respondiendo a las preguntas del juez, del fiscal y de los abogados sobre los aumentos salariales aprobados para dos altos cargos de la entidad en el 2010 pese a la crítica situación económica de la caja y cuando el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) había aportado 1.200 millones de euros de dinero público. «Esta imputación, que ante la opinión pública indica que has hecho algo mal, me ha creado situación de perjuicios familiares serios. Lo que pasa aquí fuera [protesta de afectados por las preferentes en la Ciutat de la Justícia], delante de mi casa, en la calle me han llamado ladrón», se quejó amargamente el exvicepresidente y ministro durante los gobiernos socialista de Felipe González. Y sentenció: «Fui diligente (...) Estoy convencido no solo de haber cumplido la ley, sino de hacer lo que convenía a la caja en aquellas situaciones».

Durante el interrogatorio, al que ha tenido acceso  EL PERIÓDICO, Serra justifica los incrementos salariales del entonces director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, y de su adjunto, Jaume Masana, y alega que tanto el Banco de España como el FROB lo sabían. «La prueba de que el Banco de España lo sabía y le parecía aceptable, ni diré si bien, es que cuando el FROB pasa a ser mayoritario, ratifica todos los conceptos retributivos que habíamos dado al director y al subdirector», alegó.

El imputado insistió en que existían informes externos que avalaban la forma de incrementar las retribuciones y que todos estos temas «los hacíamos pasar no solo por la auditoría interna, sino externa. Y además después pasaban a la comisión de control (...) e iban al supervisor. Había total transparencia». Puntualizó que, al final, ni Todó ni Masana pudieron cobrar unas variables anuales que fueron incrementadas.

El expresidente afirmó que la primera medida que debía tomar la entidad bancaria nacida de la fusión entre Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona era mantener el equipo directivo. «Las instrucciones del Banco de España eran que tenía que mantenerlo». Agregó: «El equipo directivo trabajaba de verdad. Aquella caja no tenía nada que ver con años anteriores, donde solo se trabajaba por las mañanas». A renglón seguido el fiscal Fernando Maldonado repreguntó: «¿El Banco de España le dijo que mantuviera el equipo directivo?» Serra contestó: «Muchas veces. Y la Generalitat, más veces».

«Siempre tuvo beneficios»

El exalto cargo de la caja relató que cuando cambió la dirección y «reorienté la caja», la preocupación de los órganos de gobierno «llevó a incluso que hiciéramos unos cursos formativos». Participaron todos los miembros del consejo de administración para que «pudieran saber que quería decir leer los resultados del balance». Detalló que mientras fue presidente, los resultados de la entidad «fueron positivos, la caja siempre tuvo beneficios».

Serra relató que la primera aportación del FROB en el 2010 fue un préstamo y que estaba convencido que con la inyección de fondos la caja «saldría adelante»«Nadie preveía que la crisis sería la más importante en 80 años y que tumbaría a todas las cajas catalanas menos una», aseguró.

Después la entidad percibió otros 1.718 millones. «Con el mercado cerrado y la crisis, la única manera» era recurrir al FROB, relató. El fiscal atacó: «Claro para ayudar a las cajas con problemas. Entonces, ¿tendrían problemas?». Serra:  «Señor fiscal: tenía problemas toda España».  

Vea el vídeo de esta

noticia con el móvil o

en e-periodico.es