Análisis

Deflación con depresión

JOSÉ CARLOS DÍEZ

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En el 2009 estuve comiendo conRobert Solow,premio Nobel de Economía y dio la mejor definición de inflación que había escuchado. Inflación es una subida generalizada de todos los precios de la cesta de la compra y sostenida en el tiempo. La deflación es lo opuesto, una caída generalizada de la cesta de la compra y sostenida en el tiempo.

El lector informado de EL PERIÓDICO dirá, ¿pero en España la inflación crece al 3% como acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE)? Cierto. Pero la mayor parte de la subida responde al aumento del IVA y de precios y tasas públicas. El INE publica el IPC con impuestos constantes, y los precios antes de impuestos de las empresas cerraron el pasado año prácticamente estancados.

Si en vez de mirar el índice de precios al consumo, nos detenemos en el índice de precios agregado del PIB que incluye la inversión, las exportaciones y las importaciones, veremos que en el 2012 también acabó prácticamente estancado. Y como las empresas mantienen sus precios, tienen que mantener los salarios. Pero los trabajadores aun y con el mismo salario tienen que pagar la electricidad un 20% más cara que hace un año y los precios de los medicamentos y la educación de sus hijos un 13% y 10% más elevados, respectivamente.

Por eso contraen su consumo, especialmente desde el pasado verano. Las empresas ven cómo sus ventas se desploman y que no es suficiente con congelar salarios, hay que reducir plantilla. En el 2012, 600.000 personas perdieron su empleo. Su renta ha caído drásticamente y su consumo también. Los que mantienen el puesto de trabajo han visto cómo aumentaba su temor a perderlo y, aconsejados por la prudencia, ahorran, por lo que su consumo también ha caído.

La milonga es que las exportaciones van bien. Pero Alemania y Francia también han entrado en recesión desde el pasado verano y nuestras exportaciones en el 2013 caerán, especialmente las turísticas.

En primavera, la oficina de estadísticas alemana reconocerá dos trimestres consecutivos de caída, yAngela Merkelaprobará un Plan D, como hizo en el 2009, para reactivar la economía. Pero de nuevo la vieja Europa llegará muy tarde y entonces será insuficiente para sacarnos de la recesión.

En primavera, la tasa española de desempleo estará camino de los 6,5 millones de parados, nuestro déficit será incontrolable, nos dirán que la recuperación se dejará notar en el primer semestre del 2014 y el Gobierno tendrá que presentar nuevas medidas de ajuste fiscal, cada vez con más dureza.

Sería más fácil reconocer que la política económica europea es un desastre y nos lleva a escenarios de naturaleza desconocida, con deudas insostenibles que no se podrán pagar. Estados Unidos, con todos sus problemas, nos ha enseñado el camino para crear empleo.

PeroMerkelseguirá diciendo que elaustericidionos salvará. En España, dirán que ya estamos saliendo de la crisis, y en Catalunya, con la mayor subida de precios y la mayor pérdida de poder adquisitivo de toda España, que la independencia solucionará todos los problemas. Pero como en 1929, esto es una depresión y no tendrá final feliz, ni en Catalunya, ni en el conjunto de España, ni en Alemania.