Londres: el bebé del medio millón de libras

En Inglaterra se dice de los niños de familias ricas que han nacido con una cucharilla de plata en la boca. Los menos privilegiados llegan, o llegaban en otras tierras, con un pan bajo el brazo. Pero en el Hospital Portland los bebés nacen con el plato de langosta y la copa de Dom Pérignon esperándolos. La más famosa maternidad de Londres es conocida por su clientela internacional de celebridades y princesas de Oriente Medio. Todo lujo es poco en una clínica privada donde hasta la ginecóloga jefe es una aristócrata, la condesa de Bradford para más señas. La doctora es tan sencilla que se apea del título cuando revisa las dilataciones del cuello del útero. Es simplemente la doctora Penelope Law. Ir al Portland es un símbolo de estatus y de “aquí estoy yo porque puedo”. Claudia Schiffer, Jools Oliver (la mujer del chef Jamie Oliver), Elizabeth Hurley, Kate Winslet y la Duquesa de York han sido algunas de sus conocidas clientas.

Si un parto normal en la sanidad pública viene a costar unos 1.900 euros, en la Portland ese es solo el precio de la habitación por noche. La tarifa mínima por un parto es de 8.000 libras, que son casi 10.000 euros, pero hay quienes han alquilado un montón de habitaciones, por aquello de la intimidad, han celebrado el alumbramiento por todo lo alto y la llegada del hijo ha llegado a alcanzar medio millón de libras (algo más de 600.000 euros). Las disparatadas facturas están en consonancia con la esmerada asistencia sanitaria y el servicio de habitación para cualquier capricho, 24 horas al día, con un opulento menú de ostras y perdiz asada a disposición de la parturienta y sus parientes.

La Portland queda junto a Regent’s Park, no lejos del zoo, y alardea de ser mejor que un hotel de cinco estrellas. Tan extravagantes son sus excesos que la BBC le ha dedicado una serie documental que está emitiendo estos días. En el primer capítulo, una belleza china de 24 años y larga melena negra, Lu Hui, casada con un magnate a cargo de un imperio naval en Hong Kong, explica que eligió la clínica porque su ídolo, Victoria Beckham, había tenido allí a dos de sus hijos. Hui, que nació en Pekín pero vive en Londres, “donde los niños hablan con un acento muy elegante”, optó por una cesárea y pasó cuatro noches recuperándose en el hospital. La factura fue de 50.000 euros. En la Portland, la madre puede elegir el tipo de parto que desea. Eso también es a la carta. Un 52% opta por la cesárea, el doble de intervenciones de este tipo que en la sanidad pública. El dato viene a confirmar otro dicho popular en Inglaterra, el de “too posh to push” (demasiado pija para empujar).