Vuelos más sostenibles antes del 2030

La industria del transporte está cambiando. La toma de conciencia respecto a la gravedad de la situación climática marca la actualidad y lleva a las corporaciones a diseñar estrategias más limpias. El sector de la aviación, cuyo panorama futuro se verá  indudablemente afectado por la necesidad de una recuperación ecológica, toma cartas en el asunto y estudia formas de adaptar su actividad a un mundo cada vez menos contaminante.

Plenamente comprometida con la reducción de su impacto medioambiental, Air France-KLM, uno de los mayores grupos de compañías aéreas de Europa, quiere liderar este cambio hacia la sostenibilidad, y ya ha iniciado su proceso de descarbonización mediante la integración de combustibles SAF. Estos carburantes de aviación son sostenibles y  poseen unas características físicas y químicas casi idénticas a las de las energías fósiles, permitiendo que puedan mezclarse con seguridad.

Durante 2023, las aerolíneas pertenecientes a Air France-KLM han empleado cerca de 80.000 toneladas de SAF, casi el doble del volumen utilizado en 2022, lo que convierte al grupo en el mayor usuario mundial de SAF por segundo año consecutivo. La compañía quiere ir más allá de la obligaciones regulatorias y se fija como objetivo la reducción del 30% de las emisiones de CO₂ por pasajero/km para 2030, en comparación con 2019. Una   meta que preven alcanzar con medidas como la integración de un mínimo del 10% de combustible sostenible en su actividad, la renovación de su flota o la incorporación de tecnicas de ecopilotaje en sus rutas.

Air France-KLM ya ha cerrado acuerdos con productores de SAF de todo el mundo y trabaja en un programa que fomenta la compra de estos combustibles, y en el que ya participan empresas referentes del sector como Ficosa, Bestours, Icarion, BMC Global y Atlantida Travel.