El PSG se impone con sufrimiento en el clásico francés

Luis Enrique ha construido un equipo que va más allá de Kylian Mbappé. El París Saint-Germain ha demostrado este domingo ser un conjunto capaz de superar las adversidades. Ha ganado (0-2) en la visita al campo del Olympique de Marsella, el eterno rival venido a menos y que puede quedar fuera de los puestos europeos en esta edición de la Ligue 1. El cuadro de Luis Enrique no ha hecho un partido brillante, pero ha sabido sufrir y se ha impuesto de manera merecida en un encuentro liguero en que jugó más de 50 minutos con uno menos. 

Este PSG no solo tiene a uno de los mejores futbolistas del mundo, como Mbappé. También se trata de un equipo que sabe defenderse en el área y contratacar cuando lo dominan. Es un conjunto competitivo y un rival temible para el Barça en la apasionante eliminatoria de cuartos de la Champions, que disputarán a partir del 10 de abril.

Mbappé, sustituido en el 65

Era el clásico del fútbol en Francia. Luis Enrique lo tuvo en cuenta y sacó un once prácticamente de gala, parecido al que puede utilizar ante el Barça. El exseleccionador español sabe que se encuentra en la fase decisiva de la temporada y se ha olvidado de los experimentos de hace unas semanas, especialmente de las suplencias ligueras de Mbappé.

La estrella francesa no solo empezó de inicio, sino también como capitán, debido a la baja del brasileño Marquinhos. El hecho de llevar el brazalete fue lo más destacado que hizo el goleador de Bondy en un partido en que estuvo desaparecido y lo sustituyeron en el minuto 65. Salió del césped con cara de pocos amigos y aparentemente molesto con la decisión de su entrenador. De los siete últimos partidos de Ligue 1, Mbappé únicamente ha jugado los 90 minutos en uno de ellos.

Una expulsión polémica

El Marsella tenía bajas más sensibles, sobre todo la del lateral derecho Klauss, quien se lesionó durante el parón de selecciones. Pese a las ausencias y su temporada modesta —actualmente es 7º en la Ligue 1, a más de 20 puntos del líder PSG—, los de Jean-Louis Gasset protagonizaron las mejores ocasiones en el arranque del encuentro.

Los parisinos controlaban la posesión, pero los marselleses se aprovechaban de sus pérdidas para salir con peligro a la contra. Aubameyang calentó los guantes de Donnarumma con un disparo templado en el 14’. Apenas dos minutos después, el centrocampista Veretout estuvo a punto de elevar al máximo los decibelios de un bullicioso Velódromo con un tiro desde fuera del área que rozó el palo.

A los equipos grandes suelen costarles los partidos tras un parón de selecciones. Así sucedió con los de Luis Enrique que parecían dormidos durante la media hora inicial. El asturiano apostó por poner a Dembélé como falso 9, un cambio táctico que ya le dio muy buenos resultados en los octavos de Champions contra la Real Sociedad.

De las botas del ex del Barça, surgieron las dos ocasiones más claras del PSG en la primera parte. Primero, con un magnífico pase en profundidad para Kolo Muani, que no logró finalizar ante el arquero español Pau López. Y luego con un eslalon espectacular made in Dembélé que terminó con la habitual definición errática del ‘10’, capaz de lo mejor y lo peor.

Pero cuando el conjunto propiedad de Catar se hacía con el control, una polémica decisión arbitral marcó el encuentro. El colegiado Benoît Bastien expulsó al central Beraldo, tras un empujón sobre Aubameyang. Después de consultarla en la pantalla por recomendación del VAR, le sacó una roja directa al brasileño. Aunque el defensa del PSG era el último hombre, el delantero del Marsella se encontraba al mediocampo, lejos de la portería rival. 

El PSG juega mejor con 10

El técnico español reaccionó sustituyendo a un delantero (Kolo Muani) para poner a un centrocampista (el surcoreano Kang-in Lee). Quería reforzar el equilibrio del equipo ante los largos 45 minutos con un hombre menos. De manera paradójica, el PSG jugó mejor con diez y la ventaja numérica resultó una trampa para el OM. Los de Gasset se fueron hacia arriba a buscar a su rival, pero dejaron unos espacios letales atrás. Los parisinos lo aprovecharon con un magnífico contrataque del portugués Vitinha, quien abrió el marcador tras una pared con Dembélé. Otro portugués, Gonçalo Ramos, sentenció el encuentro con otra rápida transición en el 87’.

Los marselleses habían logrado empatar en el 58’. Sin embargo, el colegiado lo anuló tras un fuera de juego del brasileño Luis Henrique. Aunque no tocó el balón, el árbitro interpretó que molestó la visión de Donnarumma. Fue otra decisión controvertida de un arbitraje protagonista en un classique que no pasará a la historia.