Sorteo de la Champions: Madrid-City y PSG-Barça, dos duelos con morbo

Habían salido las cuatro primeras bolas del sorteo de cuartos y quedaban los cuatro equipos que iban a concentrar todo el morbo. Faltaba la del Barça, y faltaban las del Real Madrid (sobran los comentarios), el Manchester City y el París Saint Germain. Cualquier combinación iba a descorchar los comentarios sobre la emotividad de los duelos por las relaciones cruzadas que involucran a los principales protagonistas de cada equipo: Pep Guardiola, Luis Enrique, Kylian Mbappé, Ousmane Dembélé...

Planteado el drama así, el Barça salió airoso de una encerrona al quedar emparejado con el PSG. Fueron extraídas las bolas de los dos últimos campeones (Madrid y City, por este orden) y las de los dos aspirantes (PSG y Barça) a continuación, lo que brinda al cuadro azulgrana la ventaja de disputar el partido de vuelta en casa. La ceremonia del sorteo trazó igualmente los emparejamientos de las semifinales. El equipo de Xavi Hernández, de pasar, se enfrentaría al vencedor de la eliminatoria entre el Atlético y el Borussia Dortmund, también con la vuelta en casa. Incluso se dictaminaba el papel de simbólico equipo local en la final de la competición del próximo 1 de junio. Y lo sería el Barça, de pasar, en su estadio fetiche de Wembley donde obtuvo la corona dos veces (1992 y 2011).

Xavi: "Preguntad a los laterales si quieren marcar a Dembélé o a otro jugador"

El último título de Luis Enrique y Xavi

Salió airoso el Barça pese a que no supone ningún regalo medirse con el PSG, el nuevo rico del fútbol europeo que persigue la Copa de Europa y que sólo ha sido finalista. Luis Enrique, en su primera campaña, ha podido modelar una plantilla a su gusto con el talonario sin fondos (por la profundidad de la riqueza, no por la ausencia de dinero) de Nasser Al-Khelaïfi, el presidente catarí que se llevó a Neymar en 2017 y se ha postulado como el bastión de la UEFA frente al proyecto de la Superliga que aún promueven Joan Laporta y Florentino Pérez.

Pero el fútbol se dirime en el césped, no en el palco, y ahí lidiarán, desde la banda, Luis Enrique y Xavi. El último entrenador del Barça campeón (2015) y con el último entrenador del Barça actual, que se despidió del fútbol de élite, precisamente, a las órdenes de Luis Enrique en la final de Berlín. El reencuentro de los técnicos se repetirá en el terreno de juego. Dembélé empezó la pretemporada de azulgrana y a mitad del verano se marchó al PSG para disgusto de Xavi, que era uno de los pocos de la plantilla que consideraba intransferible.

La influencia de Mbappé

El impredecible extremo francés comparte el ataque con Mbappé, santo y seña del PSG y del Real Madrid por el largo serial sentimental fomentado desde la distancia. Mbappé es el causante del estropicio de la anterior eliminatoria de Champions que disputó el Barça. Los octavos de final de la edición 20-21, con Ronald Koeman en el banquillo y Joan Laporta acariciando el triunfo electoral. De hecho, se sentó en el palco del Parque de los Príncipes en la vuelta tres días después de imponerse en las elecciones. El 1-1 dejó conformes a los culés después del sonrojante 1-4 de la ida en el Camp Nou, donde Mbappé se exhibió con tres goles y dejando una foto icónica: la de Piqué agarrándole por la camiseta, incapaz de combatir la fuerza de la naturaleza que florecía en el delantero y abandonaba al central del Barça.

Para alivio general, el temido duelo con el PSG se produce después de la marcha de Lionel Messi. El astro recaló dos campañas en París tras su lacrimógena despedida del Barça en 2021. Tampoco está Neymar. Los dos amigotes se han ido el pasado verano hacia sus remuneradísimos refugios de despedida. Messi sigue marcando goles en Miami y Neymar sigue apareciendo en las revistas y en Twitter.

"Parece una tradición jugando tres años seguidos contra los reyes de la competición", bromeó Guardiola sobre el duelo contra el Madrid.

Y Guardiola en el Bernabéu

El runrún de Barcelona y París se repetía en Madrid y Manchester por el tercer enfrentamiento consecutivo entre Real y City, el primero de color blanco por un milagro caído del cielo y el segundo celeste con un aplastante 4-0 en el Etihad. Son los dos más recientes campeones de la Champions. Regresa Pep Guardiola al Bernabéu, el demonio más temido desde que acomplejara al madridismo con su Barça, el del 2-6 en la primera Liga, el del 5-0 a Mourinho, el del 0-2 y la semifinal del "puto amo" con el que retó al portugués, saldado con el doblete de Messi en el camino hacia Wembley.

El City es el único equipo que ha ganado los ocho partidos de la competición, y compite por repetir el triplete de la campaña anterior, aún vivo en la 'Cup' (en cuartos ante el Newcastle) y en la Premier (tercero, a un punto del Arsenal y Liverpool).

"Parece una tradición jugando tres años seguidos contra los reyes de la competición", bromeó Guardiola sobre la ceremonia de Nyon. El técnico sólo desea que su equipo llegue "en un buen momento" a los partidos, previsto el asalto de la ida para dentro de cuatro semanas.

Las reacciones

"Intentaremos acordarnos de lo que pasó el año pasado y de que conseguimos llegar a la final", explicó Txiki Begiristain, el director técnico del cuadro inglés cuando hablaba del Madrid y "su competición", aunque avisara de que el City "ha cogido el gustillo" por el torneo que conquistó en Estambul. Los Haaland, Foden, De Bruyne y compañía se medirán a un Madrid en el que Jude Bellingham es el elemento diferencial.

"Todas las eliminatorias son muy atractivas, los ocho que están aquí pueden ser campeones. Nos ha tocado el City, hay que aceptarlo. Tienen un equipo muy potente pero nosotros también tenemos muy buen equipo" era la reflexión de Emilio Butragueño, el director de relaciones institucionales del Madrid.

Rafa Yuste, el vicepresidente del Barça, respondió a la presencia de Mbappé y Dembélé en las filas francesas: "Nosotros tenemos a Lamine Yamal". Felicitó a Pau Cubarsí por la llamada de la selección española, a los 17 años, y quiso resaltar "la bravura de Xavi para convocar a jugadores jóvenes". Yuste se relajó al ver el emparejamiento entre el City y el Madrid, aliviado por evitar la emotividad de enfrentarse a Guardiola y la reiteración de otro clásico que elevaría a cinco los duelos con los blancos.