El Barça se trabaja su suerte contra el Eintracht Frankfurt

El Barça no bailó. No fue ese equipo disfrutón que sale con una media sonrisa desde el túnel de vestuarios. Acostumbradas a una Liga donde nadie consigue soplarles, la Champions es otro escenario. Y, contra el Eintracht de Frankfurt (2-0), salió serio. El equipo dejó el algodón y se convirtió en acero. A lo mejor queriendo la revancha, o puede que con ganas de marcar territorio. En la rueda de prensa previa al partido, Niko Arnautis, técnico del equipo alemán, sembró la semilla. "Hace dos años vimos como lo hacían los hombres. Es una situación diferente, pero todavía la tenemos presente. Quizás una buena señal: también nos vestiremos de blanco", dijo. Si hay algo que no hay que hacer es retar a unas futbolistas que, pese a haberlo ganado todo, siempre tienen hambre de más.

No hay nada que motive más a este equipo decididamente ganador que un reto. El conjunto es demoledor y las individualidades letales. El equipo culé salió consistente. Los minutos se iban sumando al contador a medida que las genialidades sobre el verde se iban sucediendo. El juego lo vertebraron Aitana Bonmatí y Graham Hansen por la banda derecha, con el permiso de Mariona Caldentey, que firmó algunos centros de excepción.

Velocidad para progresar

Patri Guijarro tuvo la más clara desde dentro del área pequeña, en un chut que, de diez veces, le entran nueve a la mallorquina. Pero esta vez no quiso entrar. Lo volvió a probar desde su zona favorita, la frontal del área, y ahí se la gozó. Con la mirada fija en el fondo de la red reventó el esférico con la bota derecha y, en un pestañeo, entró llorando antes del palo largo.

Sin duda fue uno de los partidos en el que el Barça no se encontró a un rival que se achantase. Las alemanas consiguieron incomodar y marcar perfil. Ocuparon bien los espacios entre líneas y con una presión en ocasiones asfixiante, hicieron trastabillar un Barça que necesitó imprimir de velocidad el balón para poder progresar. En el segundo tiempo empezaron perdonando con el 1-0 (resultado poco habitual) presidiendo en marcador.

Consistencia y trabajo

Aunque, sin duda, si hay una jugadora del Barça que es decisiva es Caroline Graham Hansen. La noruega está siendo la mejor esta temporada del equipo de Jonatan Giráldez. Protagonista en todos los partidos por sus actuaciones mágicas, Graham Hansen también tiene un olfato goleador letal. Su conexión con Aitana se reitera en cada encuentro y, siempre discreta, aparece en todas partes para hacerse con el balón. Esta vez fue su tanto sirvió para despertar a un Barça que salió con poca fortuna en el segundo tiempo. Desde la frontal del área, con un tiro raso y muy potente, hizo rebotar el balón primero en el palo para acabar introduciéndose dramáticamente dentro de la red. Otro destello de talento, que va a cegar a más de uno que sigue empeñándose en no valorar su talento.

Con la victoria ante el Eintracht Frankfurt, el Barça firma la clasificación y la primera plaza del grupo de la Champions League. En una semana donde el conjunto culé levantó su primer título, el vestuario está conjurado en lograr lo nunca hecho. Quieren el póker y, con actuaciones soberbias y regias como las de hoy, es como se erigen los equipos que hacen época.