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Xavi escucha una pregunta en la rueda de prensa previa al duelo ante el Amberes.

Xavi escucha una pregunta en la rueda de prensa previa al duelo ante el Amberes. / Javi Ferrandiz

Albert Guasch

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En el club de los entrenadores, Xavi Hernández no está solo en una queja que en realidad es bastante transversal en el gremio: les toca hablar demasiado. Cuantos más partidos, más ruedas de prensa y también más 'flash interviews', esas entrevistas rápidas con las televisiones con derechos. Quien más quien menos le gustaría rebajar su nivel de exposición. 

Pongamos como ejemplo lo que le espera a Xavi este mes de enero. En el mejor de los casos, el Barça disputará nueve encuentros. A los 4 de Liga, deben sumarse uno de la Supercopa de España (dos si derrota al Osasuna y alcanza la final en Arabia Saudí) y tres de Copa si va pasando rondas. Un partido cada tres días. Pocos meses tan exigentes como este.

Nueve encuentros conllevan 18 ruedas de prensa entre la previa y la posterior. A ello hay que añadir esas 'flash interviews', que pueden llegar a ser seis por cada cita liguera. Una visibilidad excesiva y que comporta que a menudo el técnico se convierta en portavoz de situaciones institucionales. O se le acabe preguntando por asuntos poco relacionados con el partido de turno.

Desde esta temporada, además, LaLiga incentiva económicamente a los clubs si se prestan a ayudar en la mejora de las retransmisiones televisivas, cediendo a sus protagonistas, y eso incluye a veces un cara a cara entre entrenadores para DAZN o Movistar.

Reunión en la RFEF

En el caso de Xavi se añade la particularidad de la duración de estas ruedas de prensa, en concreto las previas. No suelen bajar de los 25 minutos. En ocasiones se alargan más. Las de Carlo Ancelotti o Cholo Simeone se reducen a 8, 9 o 10 minutos. En parte cabe atribuirlo a que el departamento de comunicación del Barça abrió hace ya años la sala de prensa a diversos medios digitales. Son más concurridas.

A Xavi, como a otros técnicos, le gustaría deshacerse del compromiso de la rueda de prensa de la previa. "Con una por partido sería más que suficiente", dijo en marzo del año pasado.

Con ese objetivo de proponer disminuir las comparecencias mediáticas acudió Xavi en noviembre a una cita conjunta de los entrenadores de la Liga en la sede de la RFEF, en Madrid. Pero al final no alzó la voz. Salieron a colación temas que le parecieron más urgentes, como el impago de nóminas o la tormentosa relación con los árbitros. Por una vez, calló. Pero el tema escuece en los banquillos de Primera. Algún día volverán a hablar de ello.