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Aitana Bonmatí, referente en su hogar: "Mucha gente ha venido a jugar al Ribes gracias a ella"

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Aitana Bonmatí, referente para las jóvenes jugadoras del CD Ribes

Foto: Ferran Nadeu | Video: Ferran Nadeu y Patricio Ortiz

Laia Bonals

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Jade se ajusta la coleta en la banda. Se coloca la diadema mientras toquetea el balón con los pies. Ya tiene las botas puestas y está listísima para entrar al campo. Tiene siete años y es la única niña del prebenjamín del CD Ribes. Forma parte de las 180 niñas que lucen el escudo del club que cada semana entrena en el campo Aitana Bonmatí i Conca. Aún brilla la placa, recién puesta cuando hace unos meses se le cambió el nombre por el de la futbolista catalana. Aitana empezó como Jade, con ocho años, siendo la única niña en el equipo. Sin embargo, ella también lo era de todo el club.

"Cuando Aitana empezó era la única. Ahora hay 14 equipos femeninos y 180 futbolistas", relata Rubén Bernardo, quien entrenó a Aitana los cuatro años que formó parte de la entidad antes de fichar por el Cubelles, donde el Barça la descubriría. "Como jugadora es un animal competitivo. Es competir y ganar, competir y ganar. Y como persona no tiene nada que ver. Es tranquila, tímida. De pequeña era igual que ahora. Hablamos de ocho añitos y tenía las mismas ganas de ganar y competir que ahora. Cuando acababa un partido, mi hijo salía preocupado por la merienda o por ir a jugar. Ella, sin embargo, salía enfadada, con la cara de estar cabreada", añade.

Jade, jugadora del prebenjamín del CD Rbes

Jade, jugadora del prebenjamín del CD Rbes / Ferran Nadeu

Sola en el equipo, tuvo que soportar miradas y comentarios machistas de sus compañeros de vestuario. Por ello, a veces no quería ir a entrenar, pero siempre estaba Rubén para animarla: "Si te dicen cosas es porque eres mejor que ellos. No les hagas caso".

Punto de inflexión: la Champions

Ahora la realidad de club es radicalmente distinta, sobre todo desde hace tres años. "El boom del fútbol femenino ha hecho mucho y Aitana ha hecho el doble. A partir de que ella ganara la primera Champions te venían niñas diciendo que querían apuntarse aquí porque había jugado Aitana", cuenta Tino Herrero, presidente del club. El salto lo dieron en 2021, cuando tuvieron que empezar a duplicar los equipos femeninos del club. "Es una cosa que hace tres o cuatro años era impensable", confiesa Bernardo.

"Hace tres años que juego a fútbol. Veía a los niños del cole hacerlo, me gustó y empecé en el Ribes. A veces pienso: 'Aquí hace mucho tiempo estaba jugado Aitana, estoy pisando el mismo lugar donde ella empezó a jugar", explica con una sonrisa Gina Cruells (12 años), jugadora del Infantil C del Ribes. "Ahora que ha ganado el Mundial, la Champions y la Liga, han venido muchas niñas. Como ella comenzó aquí, hemos venido porque nos gusta el fútbol. Y por ella", añade la pequeña sobre su ídolo. "Aitana ha sido mi referente. Por eso tenía más ganas de venir a jugar", secunda Laura Solórzano, compañera de equipo de Cruells. "Conozco a mucha gente que se ha venido al CD Ribes gracias a Aitana Bonmatí. Cuando visita el campo es una revolución, porque todo el mundo quiere estar con ella", relata sobre un día muy especial para la entidad.

Gina Cruells y Laura Solorzano delante del mural del campo de fútbol Aitana Bonmatí

Gina Cruells y Laura Solorzano delante del mural del campo de fútbol Aitana Bonmatí / Ferran Nadeu

Un nuevo sueño

Aunque Aitana sigue viviendo como una vecina más de la localidad catalana, las dos o tres veces al año que vuelve al campo que la vio nacer como futbolista el pueblo se paraliza. "Cuando viene se hace fotos con todas, y realmente a veces pienso: '¡Qué agobio! El día que viene lo anunciamos en las redes y vienen más de 180 niñas. Aunque no tengan entrenamiento, bajan al campo a verla para que les firme camisetas, botas, fotos... Es muy allegada a todas ellas. Yo estoy feliz porque viene muchas veces a vernos y siempre tiene algún mensaje en Instagram y todo para apoyarnos", explica orgulloso el presidente de la entidad.

Un terreno de juego que ahora lleva su nombre. Un gran mural en la pared principal con la cara de Aitana y una placa conmemorativa así lo acreditan. "Espero ser una gran referente para todos vosotros, niños y niñas, hombre y mujeres. Compartir esto es muy especial. Me hacéis sentir siempre muy bien. Ha sido un camino largo el que he recorrido, pero aún me queda mucho por recorrer", confesó Aitana el día que estrenó el campo con su nombre. "Siempre quise estar en casa, por eso sigo viviendo aquí. Cuando salgo me encuentro con toda la gente que me quiere. Soy una privilegiada", confesó con un brillo especial.

Más de mil niños y niñas llenaron el césped y las gradas cuando su nombre empezó a lucir en la cubierta de la grada. Aquel campo de tierra que tantas heridas le había provocado, ahora se ha convertido en un rectángulo de césped artificial que cada tarde acoge a una decena de equipos. “Empecé cuando este campo era de arena, de barro. Y ahora vuelvo como campeona del mundo. Quién me hubiera dicho que estaría aquí celebrando mis éxitos, y con todos vosotros. Me hace ilusión ver a tantas niñas porque cuando yo estaba aquí no había casi ninguna. Me alegro de contribuir. Ojalá consigamos un futbol más justo”, explicó la centrocampista desde su lugar favorito sobre el césped. "¡Espero que cuidéis mucho mi campo!".

Aitana es una referente para todas ellas, de eso no hay duda. A la pregunta de: "¿Quién es tu jugadora favorita?", no hay lugar a dudas. "¡Aitana la primera!", dicen al unísono. Ella empezó, sin saberlo, a abrir camino para que las casi 200 futbolistas que hoy visten el azul eléctrico del Ribes lleven las botas. "Casi todas las jugadoras que juegan aquí en el Ribes deben pensar también, como yo: 'A lo mejor, cuando sea mayor, puedo llegar a jugar en algún equipo grande como el Barça o en algún equipo de la Liga", cuenta Cruells.

Aitana no solo les ha allanado el camino en el presente, sino que también les ha dado un futuro con el que soñar.