Laia Palau: "A veces pienso que hemos avanzado mucho, pero ves la realidad y todavía hay camino para hacer"

Si miramos años atrás en el calendario, las mujeres estaban excluidas de la práctica deportiva. Ahora, no solo forman parte, sino que se están erigiendo como referentes y líderes del cambio. Una de las deportistas que tuvo que luchar, y lo sigue haciendo, por lograr un hueco es Laia Palau (Barcelona, 1979). La exjugadora de baloncesto, actual directora deportiva del Girona y jefa de equipo en la selección, relata a EL PERIÓDICO la cantidad de piedras que hay en el camino.

¿En qué momento se encuentra el deporte femenino?

Yo siempre hago una relación entre lo que es el deporte femenino y la mirada de la sociedad, porque son cosas que van de la mano. En el momento que se empiece a mirar a la mujer como personaje activo, importante e igualitario de la sociedad, la mujer cobrará importancia. Estamos en un momento de: "Ey, estamos aquí, nos hemos dado cuenta!" Hay una demanda por parte del colectivo de la mujer y lo que tenemos que conseguir es que los hombres se sientan partícipes...

Hay una evolución notable del espacio que ocupan las mujeres en el mundo del deporte. 

Aquí hay dos cosas. Una es el espacio que nos den y la otra, que yo siempre atribuyo mucho a la responsabilidad de las mujeres, es el espacio que nosotras queremos asumir. Debemos tener la misma libertad de oportunidades, pero si las mujeres no queremos ponernos en la misma casilla de salida... ¿Qué te crees, que los tíos no compiten entre ellos? Claro que lo hacen. 

¿El Barça femenino ha servido para llamar la atención de mucha gente y hacerlo avanzar todo?

El momento del fútbol femenino no tiene nada que ver con el del deporte femenino. Mucha gente piensa que estamos mucho mejor. Vale, sí, pero lo que pasa con el Barça femenino es un espejismo y no es el reflejo del deporte femenino. Te lo digo porque yo estoy cada día en esta oficina, con toda esta gente que hace mil años que estamos aquí, y es muy difícil salir adelante esto. En la sociedad de consumo que tenemos montada no hay espacio para todo el mundo, es muy difícil valorar el producto. Ahora estamos en un momento en el que creo que hay una intención, pero aun así cuesta mucho. 

¿Cuáles son los factores que influyen en la venta del producto?

También depende del trato que le deis los medios de comunicación, puesto que sois los que dais la información y sois los que decís lo que es importante. Si le damos valor, tratamos el producto con amor y lo queremos vender bien y realmente no caemos en paternalismos, conseguiremos un futuro con algo más de esperanza. 

¿Crees que todavía depende demasiado de la iniciativa propia de periodistas, deportistas y directivas deportivas hacer visible el producto?

El mundo está hecho de decisiones privadas, esto es así. Todo lo que vayamos construyendo es porque hay alguien que dice: "Yo quiero". Depende de la sensibilidad de cada cual. Todo son engranajes que se tienen que ir haciendo. Cada vez hay más gente convencida. Yo veo los discursos de los tíos ahora y veo cómo han cambiado las cosas, porque hay muchísimos que hay muchas cosas que ya no dicen. Hay una evolución. Veo cómo suben las generaciones y su mentalidad es otra, absolutamente diferente. Pienso que hay cambios, pero después ves a la realidad, el mundo real, y dices: 'Tía, no, todavía hay mucho camino para hacer'.

¿Cuando la mujer pueda ser solo deportista, habremos dado el paso clave?

Hombre, claro, profesionalismo. Tenemos que empezar por aquí. Profesionalismo también es una responsabilidad tuya, de cómo tú te tomas tu trabajo. Además de que estés mejor pagada, tengas las mejores condiciones o no, es tu manera de trabajar. Y yo creo que esto lo tenemos. No sé, yo me siento superprofesional. Estaría muy bien tener unas condiciones de trabajadora normal, sería ideal tener un convenio, estar regularizadas y también con el tema de los embarazos... Todas estas temáticas que van alrededor de la mujer y que no tenemos nada claras porque nadie nunca le ha hecho caso, ni nadie se ha interesado nunca, porque no habíamos llegado quizás en este momento. El otro día cerraba un congreso sobre la influencia de la regla en las deportistas y se lo dije. Es que me parece superfuerte que estemos ahora debatiendo esto. Nadie se ha parado a pensar hasta ahora y, como no le hemos hecho caso nunca, yo lo he obviado toda la vida. 

La regla, el embarazo, el postparto, las oportunidades después de la retirada... Se abren muchos más debates a medida que vamos avanzando.

El tema del embarazo es muy peliagudo, por ejemplo. Obviamente, la mujer tiene que tener el derecho de tener una criatura cuando quiera y tiene su libertad, pero está claro que esto, al menos en aquel año, afectará en su rendimiento como jugadora. El ideal sería que tuviéramos un marco legal, un poco regulado. Nosotros vivimos en la precariedad constante y molaría que hubiera una red debajo. 

¿El deporte femenino tiene que usar de referencia el masculino o tiene que construir su propio camino?

¿Nosotras estamos seguras de que queremos repetir patrones de lo que se ha hecho hasta ahora? ¿Es esto lo que necesitamos? ¿Realmente los sueldos tienen que ser estos y nosotros tenemos que ir a cobrar eso? ¿Tú tienes que ir a competir con los tíos a la manera de competir con los tíos o cuando seamos unas cuántas, muchas, podremos cambiar realmente la manera? Pensamos nuestra propia idiosincrasia y pensamos, donde encajamos mejor en esta sociedad. Ahora hay una precariedad laboral, general, por eso siempre tenemos que ir a la sociedad primero y después a la particularidad.

¿Qué futuro le auguras al deporte femenino?

Espero que haya llegado para quedarse, que no sea poner solo la patita. Hay de haber esta actitud de decir: "Hostia, no te esperes en casa a ver si te sale". Tenemos que ir, promocionar, alzar la voz. La gracia es intentar, pues esto, estar en los lugares para poder aportar tu personalidad. Al final es el que te digo, las iniciativas privadas son las que construyen las cosas, y si no nos queremos poner en estos lugares de cambio, de generar cosas, pues que no lo generaremos.

El mundo del deporte está masculinizado y, en la mayoría de ocasiones, es machista. Y esta es una de las luchas principales del deporte femenino.

El machismo, como el racismo, se uno falta de visión general, de conciencia, de educación y de falta de respeto hacia los otros. Estamos mucha gente conviviendo en el mundo y no nos tenemos que considerar más que nadie. No solo podemos juzgar los comportamientos machistas y misóginos, si no las personas que tienen que ocupar cargos que representan unos valores como los del deporte están capacitados para hacerlo. Entre todos tenemos que poner dirigentes, que no los que tienen que dar el ejemplo, gente que tenga unos mínimos de presentación, de inteligencia, de saber estar, de respeto, de dignidad. 

¿La lucha va inherente en el deporte femenino?

Las reivindicaciones su muchos importantes sobre todo hoy en día, que vivimos en uno mi muy globalizado y dónde parece que todo está aceptado. No sé si hay mucho lugar a la subversión. Tenemos que tener capacidad de crítica y llegado en ciertos momentos tenemos que tener fuerza y voz para reivindicar siempre desde el respeto y la inteligencia.