TRAS EL EMPATE EN GRANADA

Xavi, sumergido en un Barça contradictorio

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Xavi Hernandez, técnico del Barça, junto a su asistente y hermano Òscar, en el banquillo del Nuevo Los Cármenes de Granada.

Xavi Hernandez, técnico del Barça, junto a su asistente y hermano Òscar, en el banquillo del Nuevo Los Cármenes de Granada. / Afp

Marcos López

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Va y viene el Barça. No termina de arrancar ni asentarse, sumergido en un mar de contradicciones que torturan a Xavi, a quien se le vio más enfadado que nunca en Granada. Tenía razones más que suficientes.

Ni media hora de partido y su equipo había recibido dos goles (uno fue un regalo para Bryan Zaragoza; otro una genialidad de Bryan Zaragoza) del penúltimo clasificado de la Liga española. Otro retrato más de que el campeón ha perdido el don defensivo (4 goles encajados la pasada temporada en 9 jornadas; ahora son 10) que le dibujó la trabajada ruta hacia la corona.

No se trata solo de apuntar a la zaga (Cancelo, Koundé, Christensen y Balde fueron los titulares en el Nuevo Los Cármenes) sino al equilibrio de un Barça que se deshilacha con tal frecuencia que resulta vulnerable porque en el camino ha perdido al esqueleto que lo sostenía. Viven en la enfermería Pedri y De Jong (la creatividad), junto a Lewandowski (goleador, jerarquía y liderazgo) y Raphinha (desequilibrio y potencia). Unido, además, a la ausencia por lesión de Koundé, lesionado en la rodilla, que se perderá el clásico.

Sabía, y ya había avisado Xavi, de que el peligro estaba en esa “bala” que es Bryan Zaragoza, reclutado ahora por Luis de la Fuente, el seleccionador español. De nada sirvió tanta información previa porque al Barça con muy poco (dos tiros a puerta, dos goles) le hacen mucho daño. Y eso que Bryan estrelló otro derechazo en el poste izquierdo de Ter Stegen ya con el 2-2 en el marcador, justo antes del polémico gol anulado a João Félix. 

"Hemos jugado bien a fútbol"

"No puede pasar el primer gol. El segundo, sí. No, no puede pasar, no se puede conceder", denunció el técnico. Y el Barça necesita mucho (22 tiros, 10 a puerta) pero hace poco daño, atacando mejor la defensa de cinco, pero topando con el mismo muro. Ya le ocurrió en Getafe (ahora clasificado undécimo en la Liga), se repitió en Mallorca (15º) y sucedió en Granada (19º).

Ferran Torres se lamenta de una ocasión fallada en el Granada-Barça.

Ferran Torres se lamenta de una ocasión fallada en el Granada-Barça. / Europa Press

"Hemos jugado bien a fútbol", proclamó Xavi, recordando que si el análisis sobre la sufrida victoria en Oporto (0-1) iba más allá del marcador era "de justicia" repetirlo también en la Liga. "No nos podemos quedar en el resultado, se ha jugado bien. Si se analiza, se debe analizar justamente", recordó el técnico azulgrana, atrapado en esa contradicción que preside el juego de su equipo.

Líneas discontinuas

No da con el hilo para tejer una racha estable de buen fútbol, trazando líneas tan discontinuas que provocan frustración en Xavi. Estaba echando fuego por la boca durante el duelo con el Granada, dolido por la puesta en escena inicial, que condicionó todo. E inquieto porque tiene clara la idea, pero luego en su ejecución todo se emborrona. Va y viene sin terminar de asentarse, con un punto de rebeldía competitiva que le permite no haber perdido ni un solo encuentro. Son 11 encuentros, con ocho victorias y tres empates (los tres en la Liga). 

Joao Félix reacciona al gol tempranero del Granada.

Joao Félix reacciona al gol tempranero del Granada. / Afp

Pero el fútbol no fluye como piensa Xavi. Ni como exige Xavi, consciente de que el Barcelona ha perdido la mirada fiera que tenía atrás porque la cohabitación de dos laterales con alma ofensiva (Cancelo y Balde) no está siendo nada sencilla dejando a la intemperie a los centrales, expuestos a campo abierto y metros de soledad como le ocurrió a Koundé con el demonio Bryan Zaragoza. "¡No corras más, no corras más!", le decían algunos jugadores del Barça al joven delantero del Granada, según reveló este en la Cadena SER.

El calendario se empina

Y en ese zigzagueante viaje deambula el Barça. No hace ni un mes que proclamaba Xavi que vivía su "mejor momento como entrenador" tras casi dos años. Lo decía justo después de encadenar dos contundentes y convincentes goleadas: 5-0 al Betis (16 septiembre) y otro 5-0 al Amberes (19) que alumbraban el inicio de un esperanzador camino. Luego, el sufrimiento con el Celta (3-2), prólogo del empate en Mallorca (2-2), después retorno a victorias trabajadas como ante Sevilla (1-0) y Oporto (0-1) para volver a otro frustrante empate.

Ahora, tras el parón de selecciones, el calendario se empina. Y se empina mucho porque se medirá en Montjuïc a Athletic, quinto clasificado (22 octubre), y Madrid, líder (28 octubre) antes de viajar a San Sebastián para medirse a la Real Sociedad, sexto de la Liga (4 noviembre). 

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