Rugby

Mundial de rugby | Análisis de grupos: Champagne francés, testosterona verde y neuronas negras

El próximo viernes arranca la Copa del Mundo en Francia con hasta cuatro candidatos y el rugby más físico que se recuerda

Francia, Nueva Zelanda, Sudáfrica e Irlanda son candidatos

Inglaterra y Argentina son dos outsiders que pueden dar alguna sorpresa

Cómic con los equipos participantes en el Mundial de rugby 2023 /.

Cómic con los equipos participantes en el Mundial de rugby 2023 /.

Fermín de la Calle

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El viernes arranca el Mundial de

rugby

, 50 días de rugby de primer nivel en el que se vuelve a escenificar la batalla entre los dos hemisferios, en la que el sur suma ocho títulos por uno solo del norte (Inglaterra en 2003). Y echando un vistazo al cuadro de grupos servidor diría que el meollo del torneo está en los cruces de cuartos de la parte alta del cuadro (grupos A y B). Es decir, por un lado Nueva Zelanda y Francia, tanto da el orden, y por el otro Sudáfrica e Irlanda, en la forma que ustedes prefieran. Porque eso provocará unos cruces de cuartos con aroma a final entre los cuatro candidatos más consistentes del Mundial. Podrían medirse franceses e irlandeses y neozelandeses y sudafricanos, o galos contra bokkes y kiwis contra hibernios. Finales potenciales todas. 

Pero me atrevería a decir que la trascendencia del partido inaugural, el deslumbrante Francia-Nueva Zelanda, es en realidad relativa tirando a nula. Tanto da cruzarse con Sudáfica o con Irlanda, dos bombas, porque a partir de cuartos perder es irte a casa y poco importa quién te eche. Recordaba Richie McCaw, el único que ha levantado dos veces la copa William Webb Ellis, que "para conquistar el Mundial hay que ganar tres finales: cuartos, semifinales y el último partido". Axioma tan cierto como que los países del hemisferio norte maduran peor las derrotas, son más autodestructivos e inestables en su digestión. Quizás por ello la forma en que Francia e Irlanda puedan caer ante Nueva Zelanda y Sudáfrica marcará su devenir en el Mundial. Además, ambas naciones europeas se exigen el título cuando el Mundial, como han demostrado los del hemisferio sur, solo se gana "partido a partido". 

Grupo A

Más allá de la resistencia que puedan generar Italia o Escocia, destinados a ocupar en sus grupos esa tercera plaza que da el billete directo para el siguiente Mundial, el grupo A tiene el interés de ver la competitividad de una Uruguay en cuyo staff aparece como ayudante el futuro seleccionador de España, Pablo Bouza. Y Namibia se volverá a asomar a una Copa del Mundo rentabilizando lo barata que sale aún la clasificación de la plaza africana. Por lo demás será interesante ver a la joven Italia de Capuozzo, tanto o más será observar cómo gestiona el XV del gallo ese chauvinismo en forma de presión por jugar obligada a ganar 'su' Mundial. Nueva Zelanda, por su parte, aterriza con la piel de cordero tras ser vapuleada en el último test de preparación por Sudáfrica (7-35). Pero los All Blacks son el único equipo capaz de competir en cualquier contexto de juego, adaptarse a la deriva del partido y construir sus victorias defendiendo a cabezazos dentro de sus cinco metros o desplegados a campo abierto sumando apoyos mientras les ponen 'pegatinas'.

Grupo B

El B, en el que España debería estar si no nos hubieran echado la incompetencia y la fraudulenta actuación de nuestros dirigentes, es más duro con una Escocia que además no se podrá confiar con Tonga. Los 'Ikale Tahi' cuentan con el refuerzo de ilustres ex All Blacks como Fekitoa o Pitau. Será ese, a juicio del que escribe, uno de los partidos del torneo con el billete para el siguiente Mundial en juego. Y completa el grupo una Rumanía menor que observaremos con desgana y rabia por ocupar nuestro sitio. Huelga decir que el Sudáfrica-Irlanda, en el que se decidirá el liderato, será otro de los cénits del Mundial y, sin duda, el mayor festival de 'sartenazos' que veremos con dos equipos abrasivos. Verdes y springboks escenificarán, como advertía Heyneke Meyer, que "el rugby es un deporte de colisión y no de contacto, como el baile de salón". 

Grupo C

Si el lado alto del cuadro es más duro, el bajo, con los grupos C y D, es el más atractivo. El grupo C es especialmente divertido por la diversidad rugbística de sus componentes. Australia es un tiro al aire, por más que cuente con una generación de jóvenes talentos, y debe ir ganando velocidad de crucero con el paso de los partidos. Gales genera aún más dudas, con Gatland rentabilizando los errores rivales y exprimiendo aún a cuatro semifinalistas de 2011 (Lydiate, Faletau, North y Halfpenny). Pero los 'dragones' se cruzan con una Fiyi que ya los eliminó del Mundial en la fase de grupos. Además los polinesios vienen de tumbar a Inglaterra y han ganado consistencia al armar la franquicia de los Fijian Drua. Y sumen a todo ello la apisonadora roja, esa Georgia que domina las fases estáticas con una melé pornográfica y un maul devastador. Cada partido dejará cosas por las que alzar nuestras pintas. 

Grupo D

Y en el D podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el equipo más aburrido será Inglaterra. Hay más audacia y vértigo en los talonadores de Samoa, los alas de Portugal o la bisagra chilena que en la pizarra de los británicos. Por no hablar de los Pumas, que para servidor son favoritos por encima de un XV de la Rosa caótico. Precisamente esa sensación, la de no tener dominados los partidos, es la que más molesta a un tipo tan metódico como Steve Borthwick, seleccionador inglés. Pero además aparece en el grupo la efervescente Japón, a la que dirigió el propio Borthwick en el llamado 'Milagro de Brighton', la victoria nipona ante Sudáfrica en 2015. Por tanto es el grupo, a priori, más dinámico con mucho jugón, mucho offload y mucha continuidad. En ese contexto desencorsetado Inglaterra irá escribiendo el relato de su Mundial, del que nadie espera grandes cosas, lo que bien pensando es incluso una baza. Siendo favoritos los Pumas, podrían darse unos cuartos entre ingleses y australianos, derbi colonial con mucha literatura, mientras Argentina se cruza con los dragones. Pero no descartemos a los nipones y mucho menos a los fidjianos en el C. 

Smash Rugby, Rugby Champagne, Bomb Squad, Rugby Sapiens...

Será, por tanto, el Mundial más abierto a priori de los que hemos visto hasta hoy. Así lo dicta la estadística y el ránking. Otra cosa es cuando la pelota vuele y comience la contienda. Ahí, los sureños gestionan mejor la ansiedad, saben sufrir mejor y se adaptan como nadie a las inclemencias de los partidos. Sospechan los irlandeses que puede ser su Mundial con su 'Smash Rugby', aunque nunca pasaron de cuartos. Los franceses no tienen dudas de que son favoritos a ganar con su 'Rugby Champagne'' por más que nunca levantasen el título aunque hayan alcanzado tres veces la final. Los "peores All Blacks de la historia" llegan esta vez sin presión para desplegar su 'Rugby Sapiens' mientras pasan el favoritismo a una Sudáfrica que torturará a sus rivales con esa 'Bomb Squad' que sale del banquillo para arrasar adversarios tras los descansos. Todas las propuestas son respetables, todas válidas y distintas. Pero solo una alcanzará el Olimpo levantando la Copa Webb Ellis el 28 de octubre. Enfríen las cervezas, esto empieza. ¡Salud y Rugby!

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