Ultra trail

Jim Walmsley y Courtney Dauwalter hacen historia para los EEUU en el Ultra-Trail de Mont-Blanc

El atleta de Arizona se convierte en el primer hombre estadounidense en coronarse en la gran cita mundial de las carreras de montaña, mientras que su compatriota firma un triplete inaudito de victorias en las más prestigiosas 'cien millas' en un mismo año

UTMB COURTNEY DAUWALTER Y JIM WALMSEY

UTMB COURTNEY DAUWALTER Y JIM WALMSEY / UTMB

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El Ultra-Trail de Mont-Blanc, la carrera de montaña más prestigiosa del mundo, se la debía al bueno de Jim Walmsley, a su pertinaz obstinación por dominar un macizo del que hasta su quinto intento solo había saboreado su lado más amargo, el de los abandonos y fracasos, el de las decepciones y pájaras, del que estaba destinado a ser el primer americano en adjudicarse el cetro de la meca del trail running.

Obsesión hasta el punto de cambiar hace un par de años su residencia para tener su montaña maldita al lado de casa y dedicarle días y días a resolver todos esos secretos y entresijos que acaban siendo la tumba de muchos de los corredores que participan en esta prueba de 171 kilómetros y casi 10.000 metros de desnivel positivo, y adaptar su estilo tan 'yanqui' de competir -'front runner': siempre en cabeza, nada de resguardarse y escatimar esfuerzos- a las necesidades del entorno y los rivales.

Y todo eso sin traicionar su forma de correr y de ser, la de un chico solitario de estilo desgarbado y aparentemente despreocupado, que parece que en cualquier momento se va a romper, pero que es totalmente efectivo cuando el terreno pide tirar de piernas.

Y al fin, 'caballo loco' Walmsley, sin dejar de ser él pero reconvertido en su mejor versión posible, se convirtió en el primer hombre estadounidense en conseguir la victoria en la prueba más prestigiosa y competida a nivel mundial del circuito de carreras de montaña, cosiendo así una herida abierta que escocía a los norteamericanos, en un territorio donde las féminas de su país arrasaban aquí - Kristin Moehl, Nikki Kimball, Rory Bosio y Courtney Dauwalter le preceden-, pero donde una y otra vez fracasaban en categoría masculna.

Bajando de largo de las 20 horas, esa marca que ya se ha convertido en una obsesión para un Pau Capell que, otra vez -retirado-, deberá esperar a una mejor ocasión, Walmsley paró el cróno en un estratosférico 19 horas, 37 minutos y 43 segundos, algo más de 10 minutos por debajo que la marca de 2022 de Kilian Jornet, pero en un circuito modificado -casi mismo desnivel y distancia, pero terreno menos técnico en las zonas nuevas) que no sirven para hacer una comparación de tú a tú, pero sí para indicar que el americano es a día de hoy, quien corona el top mundial, a falta del catalán, que no corrió por lesión.

Zach Miller

El corredor estadounidense Zach Miller / UTMB

Un heroico Zach Miller, que hasta a falta de 40 kilómetros le estuvo disputando la victoria al de Phoenix, y que al final esprintando al límite pudo bajar también de la barrera psicológica de las 20 horas, a pesar de no poder imponerse a su compatriota, fue el otro gran triunfador masculino de la jornada por su desempeño y entrega absoluta, bordeando por momentos los límites físicos, y subió al segundo peldaño acompañado por el francés Germain Grangier que completó el podio liderando una destacable actuación local en la que los franceses coparon del tercer al sexto puesto con Mathieu Blanchard -segundo el año pasado tras Jornet-, Ludovic Pommeret y Thibaut Garrivier y completaron el top ten con Arthur Joyeux-Buillon y Baptiste Chassagne.

Y lo hizo en una carrera perfectamente controlada, en la que no sé calentó antes de tiempo y que decidió comandar tras llegar al segundo avituallamiento, formando una tripleta junto al también estadounidense Zach Miller y el británico Thomas Evans, que tuvo que plegar antes de llegar al trascendental avituallamiento de Courmayeur y al que luego se le sumó el francés Grangier.

A partir de ahí, una batalla a cara de perro entre los dos estadounidenses, con el francés intentando no perder comba, y en el que Walmsley tuvo la suficiente sangre fría, como para no venirse abajo en el momento que Miller se puso a liderar por la noche, llegando a alcanzar una ventaja de casi 10 minutos antes de llegar. Aguantó sereno el tirón yendo a su ritmo para poco a poco minar esa diferencia y ponerse al frente en la subida hacia La Forclaz, ya en dirección a tierras suizas. De ahí hasta meta, Walmsley fue progresivamente aumentando la distancia para darse un baño de masas en un atestado circuito que celebraban el hito del estadounidense.

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La corredora de trail running Courtney Dauwalter / UTMB

Dauwalter rompe la lógica

Nadie se lo había planteado, porque eso de encadenar una ristra de competiciones de ultra distancia se había demostrado contraproduccente a nivel competitivo y, también, generaba sus dudas a nivel fisiológico.

Pero para romper esos mundos inexplorados tenemos a la ultrafondista de Mississippi Courntney Dauwalter, que desde hace ya un par de años, ha convencido a todos los ilustres de este pequeño microcosmos que hay un antes y un después tras su aterrizaje en el mundillo de las carreras de montaña.

"Cada vez que tengas una oportunidad de asumir un reto loco, creo que deberíamos aceptarlo", explicaba. Y para afianzar esa afirmación de que es la mejor atleta de trail running de la historia, se planteó de manera aparentemente imprevista -ella corre más por apetencia que por exigencia- el sumar victorias seguidas en las tres 'cien millas' de más prestigio del circuito: la tan rápida como abrasiva Western States, la americanamente europea Hardrock 100 y la guinda de la UTMB.

Nadie, nunca, había conseguido encadenar el mismo año este sobrevenido 'grand slam' y, además, consiguiendo en dos de ellas los récords del circuito -solo le faltó rematar en Chamonix -en su tercera victoria en la prueba italo-franco-suiza- donde finalmente completó al vuelta al macizo en unas estupendas 23 horas y 29 minutos, una hora por encima de su anterior registro, ya que el cansancio acumulado de sumar tres palizas kilométricas le acabó pasando factura en el último tercio de carrera.

La corredora de Salomon dominó casi de principio a fin con su zancada corta pero constante, sus gafas de sol omnipresentes y su sonrisa perenne. Llego a tener una diferencia de casi una hora con una terna de competidoras que se iban jugando el resto del podio, entre las que destacaban una fortalecida alemana Kataharina Harmuth -finalmente segunda-, la francesa siempre correosa Blandine L. Hirondel -que acabó tercera-, y la sorprendente china Fuxhao Xiang, junto a la baza vasca de Maite Maiora, que siempre inteligente, hizo una prueba de menos a más para finalizar quinta.

Solo el bajón físico final en la bajada previa subir La Flégère puso minimamente en duda una victoria que, a pesar de la incógnita del reto, se daba por descontada, incluso en los aledaños del recorrido lleno de aficionados enfebrecidos por el fenómento Dauwalter.

Mal día para los españoles

Además del abandono de Pau Capell, y la baja previa de Kilian Jornet semanas antes de la disputa de la prueba, otros de los favoritos españoles en la terna para hacer un gran resultado en la UTMB padecieron una jornada aciaga.

Los problemas en el talón de Miguel Heras dieron al traste una estrategia de menos a más que hasta el km 50 estaba dando sus frutos, y le habían llevado hasta la octava posición para luego ir retrocediendo y tener que dar un paso al lado.

Abel Carretero, Javi Díaz y Claudia Tremps tampoco tuvieron su día y acabaron antes de tiempo su periplo dando la vuelta al macizo del Mont-Blanc.