Entrevista a Mariona Caldentey: "Cuando me lesioné, lo vi todo negro y no quería ir a recuperarme"

Cuando escucha la palabra Eindhoven, se le escapa una sonrisa. De esas que no controlas, que te salen sin querer de la emoción y las ganas. Mariona Caldentey ha pasado un año duro por culpa de las lesiones. Ha vuelto a ser, igual que la anterior, una temporada complicada de gestionar. Horas antes de la final de la Champions donde puede levantar la segunda Champions del Barça se sincera en EL PERIÓDICO.

Por fin ha superado las lesiones que le han fastidiado esta temporada. ¿Cómo está?

Ahora estoy feliz y bien porque puedo hacer lo que me gusta que es entrenar, jugar y competir. Pero es verdad que han sido unos meses difíciles y llevo unos años duros. Cuando tienes una lesión larga, tienes eso y ya está. Las mías no han sido largas, pero sí reincidentes y me he hecho muchas preguntas. ¿Por qué me está pasando? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué tengo que cambiar? Es un proceso de cuestionarlo todo, de perder la confianza en el proceso de recuperación. Han sido meses complicados.

¿Cómo lo afrontó?

He llorado mucho, he estado triste, frustrada y enfadada. Pero me permití tener estos días de: 'es normal que te sientas así'. Era evidente que no podía seguir haciendo lo que hacía porque no me estaba funcionando. A partir de ahí buscar soluciones con los mejores profesionales, pidiendo ayuda y tomándome las cosas con un poco de naturalidad. Si juegas a fútbol te puedes lesionar, forma parte del juego. Hemos hecho las cosas bien y ahora llego con la opción de jugar una final de Champions donde físicamente me estoy encontrando muy bien y mentalmente creo que estoy fuerte y recuperada con confianza. Al final, cuando ahora lo miras, piensas que ha valido la pena por difícil que haya sido. 

¿Cómo fue el momento de la lesión?

Me lesiono este año el isquiotibial entrenando y me dicen que no tiene mucha importancia. Me da rabia porque tengo que volver a parar por volver a lesionarme el isquio, aunque sea de la otra pierna. Pero piensas: 'bueno, unos días y ya está'. El problema está en qué, durante el proceso de recuperación, vuelvo a recaer y me hago más daño. Yo no soy consciente. Cuando salgo de la resonancia y me dan las malas noticias es cuando se me viene el mundo encima y me empieza todas esas preguntas. ¿Por qué a mí? ¿Qué le pasa a mis isquios? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué tengo que cambiar? ¿A lo mejor es que no puedo aguantar estas cargas? ¿Mi cuerpo me está diciendo que pare? Dudas en el momento en que lo ves todo negro y te cuesta salir de ahí. 

¿En quién se refugió?

Lo primero que hice fue llamar a mi madre. Yo vivo sola en Barcelona y el equipo viajaba. No tenía ganas de estar sola, pero tampoco tenía ganas de hablar. Y las madres siempre son la mejor solución [ríe]. Mi madre vino a pasar los primeros días aquí. Yo le decía: "mama, tú sabes que vienes, sabes como estoy. Ven a hacerme compañía, pero no tengo ganas de hablar". Esos primeros días no tengo ganas, no quiero volver a hacer una recuperación, estoy cansada de hacer lo mismo una y otra vez y que no funcione. No quería ir a recuperarme. Estuve aislada y cuando empecé a asimilar me preguntaba: "¿qué tengo que hacer para no volver a pasar lo mismo?" Pasan los días y lo pones todo en una balanza. Me estoy dedicando a jugar a fútbol que es lo que me gusta y no me puedo rendir tan fácil. Es pasar ese duelo y volver a la normalidad, gestionando los problemas, buscando soluciones y enfocar la recuperación de una manera diferente. Creo y siento que ahora las cosas están bien. 

¿Habéis detectado el problema?

Con lo staff médico, fisios y readaptadores hemos mirado porque era evidente que había un problema. Al final, se trata de que mis isquios están asumiendo demasiada carga porque no tengo una buena activación de glúteo. Mejorando aquí me podría quitar bastante carga y hemos enfocado por aquí la recuperación. 

¿Lo peor, durante la recuperación, es estar en la grada durante los partidos?

El día del partido es el más difícil. En el día a día, en los entrenos, el equipo hace su entrenamiento, pero tú estás haciendo tu trabajo, la rehabilitación y los tratamientos. El día del partido tú no estás haciendo nada, te sientas, miras y animas. Igual sientes que puedes ayudar dando tu punto de vista en el descanso o te pregunta alguna compañera como lo ves desde fuera. Eso es todo lo que puedes hacer y por eso es el día más difícil. Te sientes un poco inútil. Cualquier partido duele no estar sobre el césped, pero yo me perdí los partidos de la Roma tanto allí como en el Camp Nou y el partido contra el Real Madrid. Son días que aún te da más rabia estar lesionada. 

Pero ha llegado a tiempo para el gran día. ¿Con ganas de quitarse la espina del año pasado?

Hemos llegado a tres finales de Champions consecutivas, a cuatro finales en cinco años, que no se le tiene que sacar valor a esto, porque es muy difícil el que estamos haciendo. La gente da por hecho que el Barça tiene de llegar a la final. Mira todos los equipos que se han quedado fuera… Creo que tenemos que valorar lo que estamos haciendo. Es verdad que el año pasado no ganamos la final y no la merecimos ganar y somos conscientes de esto. Nos hizo daño y es una cosa que, obviamente, llevamos dentro.

¿Fue más doloroso por pensar que habían decepcionado a la afición?

Lo que hace daño es perder el partido porque dejas de ganar un título, porque no nos gusta perder nunca y menos si es una final.  Pero todo lo que sentimos en Turín, en particular, pero en general durante la temporada, te sabe el doble de mal por la gente que se ha desplazado, por la gente que te anima. Sin embargo, lo mejor de todo es que esa derrota no hizo cambiar nada a la gente. Siguen estando con nosotros, nos siguen apoyando y siguen viajando. Espero que muchos lo demuestren viniendo a Eindhoven.

Cuando habéis ganado la Champions ha sido siempre evitando el Lyon. ¿Queda pendiente?

Obviamente, tenemos un pasado con el Lyon y tenemos muchas ganas de ganarle. Pero hemos tenido que ganar la Roma, al Chelsea, que para mí era uno de los grandes favoritos y quién eliminó el Lyon, y ahora si queremos ganar tenemos que vencer al Wolfsburgo. Hay gente que prefería jugar contra el Lyon por la venganza. Si está el Wolfsburgo es porque se lo ha ganado. Si tenemos que tener la revancha contra el Lyon, ya la haremos. Yo no estoy triste de que no estén a la final.

¿Qué nota en el vestuario? ¿Ha cambiado algo cara a la final?

Lo llevamos con la máxima naturalidad posible. Sabes que no es una semana más, pero lo tienes que tratar como si lo fuera. No tenemos que hacer nada diferente que no hayamos hecho durante el año. Estamos tranquilas porque sabemos que mucha parte del trabajo está hecha, que hemos tenido dos semanas para acabar de ajustar y preparar. Ya está toda la carne en el asador tanto a nivel físico como mental, para llegar de la mejor manera posible. Pero creo que, precisamente, sin hacer nada extraordinario es como llegaremos mejor.

Alexia ha vuelto con el equipo. ¿Cómo se ha vivido desde el vestuario su retorno?

Alexia es la ganadora de dos Balones de Oro, es nuestra capitana, es una jugadora en la que tenemos una confianza ciega y que solo sabiendo que está aquí ya sabes que tiene algo diferente, ya sabes qué te puede aportar diferente, ya sea jugando o dándote cualquier consejo o consigna desde fuera. Obviamente, cuanto más jugadoras estamos disponibles es mejor para el equipo y si una de estas que hemos recuperado es nuestra emblema, nuestra capitana, la que seguramente mejor representa el estilo de juego que queremos hacer, es muy positivo para el equipo.

Fue su primera rúa como jugadora del Barça. ¿Cómo la vivió?

Fue brutal. Yo me acuerdo de la anterior que había hecho el club. Fue el año antes de que yo viniera en el Barça y la vi por la tele, y poderla vivir en primera persona fue muy guay. Es verdad que nos pillaba un poco en medio. Teníamos que celebrar la liga, pero todavía no hemos jugado la final de la Champions. El día siguiente teníamos entrenamiento. Fue un poco: "no sé si esto entra muy bien aquí". Pero después una vez estuvimos allí se contagia todo. Fue una experiencia brutal, que todas repetiríamos y poder formar parte de todo esto también es de agradecerle al club como nos están tratando, las oportunidades que nos están dando. 

¿Toca una después de Eindhoven?

No lo sé! [ríe] No puedo contestar. Sería guay.

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