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El Mausoleo de Pelé: una tumba dorada a mayor gloria del rey del fútbol

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Se ha inaugurado en Santos, su localidad, el museo-panteón donde descansarán los restos del astro brasileño y se honrará su figura

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pele / Sebastiao Moreira

Abel Gilbert

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Una palabra se repite sistemáticamente en 'Pelé, a autobografia', y es "sueño". El joven Edson Arantes do Nascimento se dejaba llevar por frondosas imaginaciones antes y después de dormirse. Algunos de sus anhelos se cumplieron con creces. Otros ni siquiera poblaron sus pensamientos más osados cuando comenzaba a configurarse el mito. Una vez logrados, era cuestión de organizar, con su consenso, una máquina encargada de garantizar su eternidad. "Es un lugar que transmite paz espiritual y tranquilidad, donde no te sientes deprimido, ni siquiera parece un cementerio", dijo el anciano exjugador al conocer cómo sería el Mausoleo que lleva su nombre.

Pelé fue sepultado en el cementerio el pasado 3 de enero, cinco días después de su muerte, a los 82 años. El ataúd se encuentra en la localidad litoral de Santos, a 55 kilómetros de San Pablo, a disposición de quienes están dispuestos a rendir un culto a su figura. Sus puertas se abrieron el pasado lunes, y desde entonces no deja de recibir visitas.

El Mausoleo parece cumplir con las propias expectativas del difunto. El 23 de abril de 1997 dijo a la televisión que Edson moriría algún día, pero eso nunca sucedería con el hombre a quien conocieron como Pelé. El espacio intenta poner en escena su propia certeza. Allí no solo se llama al recogimiento y la evocación. Invita a "volver a vivir" las consagraciones del ídolo.

Cancha mejor que panteón

El interior del Mausoleo reproduce parte de lo que fue su mundo. De hecho, el suelo es un césped artificial, como si se tratara de una cancha de fútbol y no un panteón. Las paredes, en tanto, fueron tapizadas con imágenes de seguidores en una suerte de tribuna imaginaria que alienta de manera permanente a través de los altavoces. El techo sobre el ataúd del futbolista tres veces ganador de un Mundial se ha pintado de azul, es la misma entrada al cielo. Se han llevado allí también las camisetas que supo vestir a lo largo de su extraordinaria carrera.

"Esto se ha realizado con mucho amor por la gente que lo conocía, que lo ha visto. Es la esencia de lo que fue", dijo uno de los hijos de la gran estrella deportiva de Brasil, Edson Cholbi do Nascimento, más conocido como Edinho en sus días de portero.

El suelo del mausoleo es un césped artificial, como si se tratara de una cancha de fútbol, y las paredes fueron tapizadas con imágenes de seguidores en una suerte de tribuna imaginaria 

El Mausoleo fue planificado por el dueño del cementerio privado, Pepe Alstut. Se encuentra rodeado por una reserva forestal autóctona y preservada, y alberga estanques con carpas y tortugas, un aviario y, además, el Museo del Vehículo. Todo cabe alrededor del Memorial Necrópole Ecumênica porque se trata del camposanto más alto del mundo.

La idea original era ubicar al ataúd en el noveno piso para que "mirara" hacia el estadio Vila Belmiro del club Santos,  donde “o rey” debutó siendo un adolescente esmirriado y jugó 18 años, ganó 25 títulos, dos Copas Libertadores de América y dos Copas Intercontinentales, antes de marcharse a Estados Unidos. Sin embargo, su familia quiso que fuera alojado en el segundo, mucho más fácil de acceder.

Una estatua en oro da la bienvenida a los visitantes. Lo han esculpido con una sonrisa áurea y triunfal que parece simbolizar el triunfo del mito frente a toda posibilidad de olvido. La escultura lo muestra con los brazos cruzados. A su lado, una bandera verde y amarilla. Aunque el Mausoleo simula tener la forma de un estadio, apenas 60 personas pueden entrar cada día, en sus dos turnos. Aquellos que ya estuvieron aseguran haber percibido una energía inusual. Se la atribuyeron al mismo espíritu del ganador de las copas del Mundo en 1958, 1962 y 1970.

Pelé como adjetivo

El deceso de Pelé estremeció al país. Devino asunto de Estado. Aunque su pensamiento político se ladeaba hacia la derecha, los brasileños consideraron siempre que él estaba más allá de toda ideología. De hecho, el diccionario Michaelis de la lengua portuguesa acaba de convertir el apodo "Pelé" en adjetivo. Una manera de calificar a alguien que es "excepcional, incomparable, único" en "virtud de su calidad, valor o superioridad, inigualable a nada ni a nadie". A modo de ejemplo se añade: "él es el pelé del baloncesto, ella es la pelé del culebrón, él es el pelé de la medicina".

Aunque el Mausoleo simula tener la forma de un estadio, apenas 60 personas pueden entrar cada día, en sus dos turnos.

Esa insólita singularidad necesita también perpetuarse como negocio, y es por eso que Edinho aprovechó el impacto de la apertura del Mausoleo para avisar que los siete hijos de Pelé buscan inversores para hacerse cargo de la marca del Rey del fútbol, actualmente gestionada por el empresario estadounidense Joe Fraga. "Es un desafío porque hay valores muy altos". El exportero quiere que la ciudad de Santos sea objeto de una peregrinación más que un paseo turístico. Ir al Mausoleo debe ser, a su criterio, "una experiencia" que ponga el acento en "lo más destacado de la trayectoria" de "o Rey".

Con ese propósito, los herederos de Pelé quieren que el Mausoleo sea apenas el puntal de un circuito de la devoción que se extienda a otros puntos históricos que formaron parte de la biografía del extinto astro en Santos, entre ellos Vila Belmiro y al Memorial das Conquistas, dos espacios que pertenecen al club y el Museo Pelé.

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