El Boca Juniors, en el ojo de la tormenta por una denuncia de abuso sexual

 "El crecimiento del fútbol femenino no pasa por tener monstruos dentro de tu casa". Florencia Marco era la jefa de prensa de Las Gladiadoras, como se conoce al equipo de Boca Juniors. Ella fue separada del plantel después de denunciar por abuso sexual al entrenador, Jorge Martínez, quien llegó a manosearla en las instalaciones del club, de acuerdo con el testimonio que dio ante la justicia. Marco fue echada y Martínez permaneció en su cargo hasta que el escándalo cobró tal dimensión que el club de fútbol más popular de Argentina tomó la decisión de separarlo. La opacidad con la que manejó el caso volvió a convertir a la institución que lidera el exídolo Juan Román Riquelme en blanco de fuertes objeciones.

Pocos días después de que Martínez fuera apartado, Marco habló por primera vez sobre lo que ya ha quedado inscrito en la Fiscalía Nacional como un "delito grave". La exportavoz de Las Gladiadoras siente todavía el impacto de lo que ha sucedido. "Estoy muy conmovida, pero tranquila de que estoy diciendo la verdad y que por suerte esta persona no está más en contacto con mujeres y menores".

Trabajó en Boca Juniors 11 años. La considera su "casa" pese al modo en que se desarrollaron los acontecimientos desde que, en febrero pasado, presentó la denuncia judicial. Lo que no esperaba era la respuesta de las autoridades del club. "La invitaron a tomarse vacaciones y luego le dieron licencia por mail a la víctima y no a su abusador", aseguró su abogada, Andrea Lucangioli.

La comisión directiva de Boca Juniors ni siquiera echó a Martínez: le otorgó una licencia indefinida hasta que se pronuncien los tribunales. Su cargo es ocupado por la exjugadora Florencia Quiñones.

Críticas al Departamento de Género

Marco criticó duramente al Departamento de Género de la institución. La separación de Martínez de su cargo obedeció a que la situación llegó a los medios, algo que el club "sabía que estaba pasando" hace "mucho tiempo". A sus oídos habían llegado relatos parecidos a su propia experiencia. "Me comentaban que también les había sucedido".

Le costó más de un año atreverse a hablar. "Cada uno tiene que tener el tiempo que necesita. Y entender qué es el abuso también". Ahora espera que la justicia haga su tarea, "que nos cuidemos y sigan cuidando a las mujeres, que las próximas generaciones que están en esta disciplina no tengan que pasar por esto que pasé yo".

El fútbol femenino, sostuvo, necesita crear espacios "donde realmente se pueda hablar de estas situaciones que son incómodas" y que las jugadoras puedan ser "realmente sean contenidas". En ese sentido llamó a "estar atentas porque el abuso sexual, de violencia, el abuso en sí está muy naturalizado en la sociedad. Y está naturalizado institucionalmente".

El caso Villa

El diario deportivo Olé recordó que no es la primera vez que el Departamento de Inclusión e Igualdad mira hacia otro lado frente a situaciones problemáticas. Por eso, su directora, Adriana Bravo, ha vuelto a estar "en el ojo de la tormenta". Ya había ocurrido en mayo del 2022 cuando el colombiano Sebastián Villa, una de las estrellas del equipo, fue acusado por "violación e intento de homicidio". Por entonces, Boca Juniors apenas emitió un comunicado ambiguo y permitió que Villa siguiera jugando.

El colombiano debe enfrentar en breve un juicio oral por agresiones físicas, lesiones y amenazas contra su expareja sentimental Daniela Cortés, en abril del 2020. El juicio se iba a llevar a cabo en setiembre pasado, pero tras las apelaciones por parte del abogado del futbolista, y las peticiones de una nueva pericia psicológica a la víctima por parte de la defensa, se pospuso para los días 17, 18 y 19 de abril.