Descontrol virtual

Locura para ver a la selección argentina: 1,5 millones de personas disputaron en internet las 60.000 entradas disponibles

El combinado de Messi juega su primer partido en Buenos Aires y las entradas se agotaron en 90 minutos

Festejos en Argentina para celebrar la Copa del Mundo ganada en Qatar.

Festejos en Argentina para celebrar la Copa del Mundo ganada en Qatar. / EFE

Abel Gilbert

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El descomunal festejo callejero de los argentinos tras la obtención del mundial de fútbol, en diciembre pasado, acaba de tener su capítulo virtual. Si unas seis millones de personas inundaron el espacio público, aquel 20 de diciembre, esta vez fueron casi 1,5 millones las que intentaron obtener sus boletos para celebrar la Copa con los campeones, el 23 de marzo. Pero, claro, el estadio de River Plate solo tiene 80.000 localidades, de las cuales casi un 20% han sido cedidas de antemano por la Federación (AFA) a empresas, dirigentes, figuras del espectáculo, influencers y familiares de los jugadores. El partido ante Panamá le ha quedado muy chico a una Argentina que, en medio de un calor agobiante y una inflación que no cesa de devorar los bolsillos, espera ansiosamente el momento del reencuentro con la selección.

La AFA recibió además 131.537 pedidos de acreditaciones periodísticas. "La mayor demanda de la historia", dijo su presidente, Claudio Tapia, en su cuenta de Twitter. "Nos encantaría poder cumplir a todos, pero necesitaríamos dos estadios de River, solo para periodistas. La locura por Argentina es total". Otra vez, como en las vísperas del Mundial, con la venta de cromos y televisores, y tras la consagración, la palabra "locura" volvió ser utilizada para describir el apasionamiento.

Nicolás Casco le contó al diario La Nación cómo logró conseguir sus asientos en el estadio de River Plate: utilizó tres ordenadores y cuatro teléfonos celulares para comunicarse con el sitio web Deportick al que la AFA había elegido como vendedor de las entradas. Casco, de 22 años, apeló a la astucia para burlar las limitaciones digitales que dejaron a millones de personas sin la misma posibilidad de gritar "dale campeón" con los héroes de Qatar, con Leo Messi a la cabeza. Su lugar en la "cola" virtual fue el 4658, toda una proeza teniendo en cuenta de que otros argentinos y argentinas accedieron a números en la fila que sobrepasaron el millón. Solo el partido ante Panamá debería repetirse casi 20 veces si se quisiera complacer a todos los que entraron a Deportick. No tardaron en aparecer los revendedores en las redes sociales. Reclamaron precios exorbitantes.

El desborde esperado

Nadie se sorprendió por lo que ocurrió en apenas 90 minutos, la duración aproximada de un partido de fútbol. El seleccionado disputará a lo largo de 2023 un total de 10 partidos, seis de ellos correspondientes a las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2026. Pero nada se comparaba con la cita del 23 de marzo, esperada como la continuidad del carnaval del 20 de diciembre, cuando los jugadores tuvieron que ser sacados de la marea humana en helicópteros ante las imposibilidades que tenía el bus que los llevaba de llegar al epicentro de los festejos, en el corazón de la ciudad de Buenos Aires.

"Ver" por primera vez la Copa en manos de quienes se la habían arrebatado a Francia en una final dramática no tenía precio y por eso, el momento de la venta de las entradas fue aguardado con ansiedad colectiva. Los asientos disponibles en el estadio de River Plate se agotaron velozmente entre el suspenso, la ansiedad, los anhelos truncos y las realizaciones excepcionales. Pablo León ha sido uno de los afortunados. "Aguardé con paciencia, sin actualizar la página web y casi sin despegarme de la compu (ordenador). Dormí muy poco de los nervios, pero voy a cumplir el sueño de ver a Messi", le relató a la agencia oficial Telam.

El próximo partido amistoso del seleccionado se disputará el 28 de marzo en la provincia de Santiago del Estero, unos 1000 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires. Allí jugará Argentina ante Curazao. Nadie descarte que la "locura" de la que habló Tapia se traslade al interior del país.